Caída (spin-off)

Capítulo 9.

Había pasado exactamente un mes desde la vez que se juntaron a hablar y comer pizza, y hace un par de días atrás Jonas había decidido cortar los lazos con Kyle desde raíz, le costó un montón de llantos y ataques de pánico por las noches, pero se sintió orgulloso de dar el paso que tanto dolor le había causado.

Y ahí estaba Kyle..., enojado consigo mismo por la mierda que había hecho. Había comenzado a beber desde la mañana ya que había soñado con su madre y una cosa llevo a la otra y su departamento termino hecho pedazos, al igual que sus nudillos que le ardían bajo el chorro de agua fría. No había pasado ni una semana sin ver a Jonas y todo lo que había logrado se había ido a la mierda. 

Se sentó en el suelo de su balcón esperando que la brisa fría de la noche calmara sus pensamientos negativos. Se repetía una y otra vez lo decepcionado que estaría Jonas de él, vaciló en llamarlo o escribirle, pero sus palabras: "ya no puedes llamarme, Kyle. Tienes que respetar nuestra separación, promételo" hacían que descartara la idea de inmediato. Cerró los ojos intentando calmar su corazón inquieto, se sentía desesperado, quería llorar, gritar, y maldecir por toda la mierda que sentía. Extrañaba tanto a Justin, a Draco, y a su ex novio que creía que iba a volverse loco. 

Tomó su teléfono y busco entre sus mensajes destacados los audios que había comenzado a escuchar hace un par de semanas atrás.

"¿Qué dices, ridículo? ―la pequeña risa de Justin invadió sus pensamientos―. No tengo tiempo para novias, tengo un renacuajo que cuidar ¿crees que metería a cualquier a mi casa? solo te acepto a ti"

Las comisuras de Kyle se elevaron en una sonrisa marcada por la nostalgia de los recuerdos bonitos que nunca iban a volver por mas que los reprodujera una y otra vez.

"¡Hola ―alargó la "o"―, tío Kyle. ¿puedes llevarme a comer papitas de esas que te gustan a ti? pero no le digas a papá que si no no me dejara ir, ¡ay ahí viene! adiós"

"¿Qué pasa, campeón? Por supuesto que te llevaré, y no te preocupes por el enojón de tu padre, que él hace todo lo que yo le digo ¿vale? ―soltó una risilla y continuo―  nos vemos en la tarde, te amo"

Las lagrimas caían rápido hasta su mandíbula. Sabia que era un puto masoquista, pero de alguna forma le reconfortaba escuchar sus voces, le recordaba que existieron y que estuvieron con él en forma física, y que no eran solo un recuerdo vago de su mente dañada. Le gustaba saber que al menos siempre disfruto los momentos con ellos, que por más reacio que haya sido al concepto de "amor", siempre les decía sin ningún tapujo que los amaba. Draco había disuelto esa muralla desde el momento en que nació, desde el momento en que sus pequeños deditos habían apretado su pulgar el día que lo fue a visitar al hospital donde había nacido.

Sin darse cuenta, cayó dormido.

Despertó en la mañana del día siguiente, con la cabeza bombeando y la espalda adolorida, se había quedado dormido sentado en el piso del balcón. Tenía frío y entró rápidamente para acostarse en su cama ignorando el desastre que había dejado por milésima vez en su departamento. Eran las 10 AM, y no tenia nada que hacer, pues había renunciado donde Conrad para que Jonas no tuviera complicaciones, pero Conrad ya le había hablado a un amigo suyo sobre las habilidades de Kyle con los automóviles así que solo tenia que esperar que lo llamaran. 

Prendió la televisión ―que gracias a dios estaba a salvo― y comenzó a buscar que ver. Pasó de plataforma en plataforma, y después de unos treinta minutos se decidió por ver "Parque Jurásico" algo clásico y simple. Terminó por quedarse dormido en cosa de minutos, su cuerpo estaba cansado, al igual que su mente. Volvió a despertar a eso de las dos de la tarde, se bañó y pidió comida a domicilio. La tarde pasó tranquila, pero sus ganas de correr en la moto comenzaron a invadirlo al ver una película de carreras. No iba hace mucho tiempo y ciertamente extrañaba la sensación de adrenalina en sus venas, pero ya ni sabia quien participaba o si es que Jack aun iba.