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Prabhakar se encontraba en la barra de la cafetería, Hoy era un día aburrido y sin mucho que hacer. No había muchos clientes como siempre ya que era un domingo.
El chico dio un leve suspiro para luego dejar sobre la barra la revista que estaba leyendo. La publicación hecha papel no era mala, lo que si era malo eran los chistes de su compañero Miles. Pavirt juraba que si escuchaba una vez más un chiste tan malo iba a arrancarse su hermoso cabello.
Justo cuando iba a admitir su destino y caer en el aburrimiento extremo, la campanilla de la puerta sonó. El chico de ciudadanía india quedó algo sorprendido con la persona que acababa de entrar.
Era un joven alto, piel oscura, con apariencia afroamericana. Su atuendo peculiar hicieron que los ojos de pavirt brillarán, las puntas puntiagudas, los pins en su chaqueta de jean sin mangas (que parecía cortado a mano) y sus cadenas por alguna razón lo asombraban.
Prabhakar volvió a la realidad cuando el chico estaba enfrente de el con una mirada seria.
·— ¿E-en que puedo servirte?
Le pregunto con un tono nervioso al principio pero que luego se convirtió en amable.
El chico afroamericano lo miro con la misma expresión sería que tenía desde que entro a la cafetería y luego extendió su celular.
Los ojos de Pavirt se abrieron en grande al pensar que el guapo chico que tenía enfrente quería su número. Ya estaba por dictarle cuando se escuchó como el otro empezaba a hablar.
·– ¿Puedo cargar mí teléfono aquí?
TRACK!
¿Que fue ese ruido?
O claro, la esperanza de Prabhakar rompiéndose en trozos.
Pavirt asiento mientras recogía el teléfono junto al cargador para ponerlo a cargar. Luego volvió frente al chico.
·— ¿Necesita algo más?
Preguntó nuevamente intentando que la decepción no se le notará en la voz.
·—Dame la especialidad del día, por favor.
Pidió el chico mirándolo, al parecer su mirada se había aliviado mientras lo veía.
·— ¡Té chai marchando!
Pavirt sonrió levemente mirando al joven y luego volteo a la parte de atrás.
Minutos después regreso con una bandeja que tenía encima la taza de café y una rebanada de Tarta de manzana y caramelo.
El chico afroamericano tomo las taza y dio un pequeño sorbo, al parecer se había sorprendido un poco por el sabor ya que sus ojos brillaron levemente. Miro a pavirt, quien parecía un poco psicópata por como lo veía directamente a los ojos, y le dio una cálida sonrisa sin mostrar los dientes.
·— Esto sabe bien.. ¿Lo preparas tú?
prabhakar asintió mientras le devolvía la sonrisa.
·— ¡Así es! Es una antigua receta que me enseñó mí tía. Es de mis especialidades, te da energía al comenzar el día.
Se quedaron mirando un momento a los ojos y luego el chico de los pins río levemente para tomar la taza e irse a una de las mesas.
El de la banda azul se quedó mirándolo un rato hasta que su compañero, miles, intervino poniéndose a su lado.
·— Su aspecto es raro, además, ¿Quien pide un té chai a plena tarde?
Dijo miles mientras apoyaba sus codos sobre el mostrador y sostenía su cabeza con las palmas de sus manos. Pavirt dio vuelta los ojos y miro a su compañero.
·— Cada uno tiene sus horarios, pero bueno. — dio un suspiro — Voy a tomarme un descanso, atiende la barra y de paso limpiala.
Dijo y le tiró el trapo en la cara para luego pasar por la puerta de atrás del lugar.
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