"Franqu... Deberiamos volver..."
"NO! No hasta que la encuentre!"
"Franquista, se hace tarde, no hemos comido, no tenes donde dormir, y no podremos hacer nada si ese tal Azteca nos atrapa. Es mejor ir por ella con mejor armamiento y recursos."
"Pero no la podemos dejar sola..."
"No tenemos de otra y tu lo sabes... Ven subete."
Y haci se fueron en su corcel por donde vinieron, con las esperanzas del bien estar de su hermana. Y hablando de España ellos ya habian terminado de cenar y actualmente se dirigian al cuarto de España.
"Te gusto la cena?"
"La comida no era nada como lo que e comido en mi vida, era delicioso." Dije con una sonrisa.
"Me alegra que pienses eso."
"Tengo una pregunta, porque me tratas bien? Muchos ni siquiera alimentarian al enemigo."
"Enemigo? Usted no es enemiga mia dulzura~"
Esas palabras me sacaron un sonrojo, ni siquiera Italia me a dicho eso." ah, umm... Eso es bueno." Desvie la mirada y el se rio un poco. Charlamos un poco mas hasta llegar a mi cuarto.
"Aqui es, hay ropa para ti adentro. Buenas noches preciosa~."
"Ah, buenas noches, adios!" Entre y serre la puerta. "Porque me dice de ese modoooo, ahgg!" Me muria de la verguenza. Pero luego oi a algien reirse.
"Jajaja, Sigo aqui afuera sabes?"
"Que?! No me jodas! Que no que te ibas?!!" Si antes sentia verguenza ahora mucho mas.
"Si, si, ya me voy querida~"
Mientras se iba se podia oir una pequeña risa divertida proveniente de sus labios. Me tranquilizo para enfocarme en lo que debo hacer, primero debo cambiarme de ropa."A ver que hay." Al buscar encontre una vata, era un poco larga pero no mucho, solo llegaria a mis rodillas. Me la puse, era muy comoda, mucho mejor que los vestidos que tenia que usar en Europa.
Despues de cambiarme me acoste en mi cama dispuesta a dormir... Pero no podia, no acostumbraba a dormir sola, Italia y yo siempre dormiamos juntos cada noche. No me molestaba mucho solo que se sentia solo... Mucho. Escuche un golpecito en mi puerta."Quien?"
"Soy yo, Azteca... Puedo pasar?"
...
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Mi Destino Es...
General FictionEspaña, la hija menor del Imperio Español porfin se compremetio con su futuro esposo, Italia. Al principio todo era color de rosa, ellos se amaban... O eso pensaba España, sus hermanos al igual que su padre pensaban que su esposo era la mejor opcion...