"... Franq..."
"Que quieres ahora Republica?" Dijo con fastidio mientras leia una carta.
"Uy que delicado me salio."
"Ya solo dime que quieres..." Seguio leyendo pero poniendo un poco de antencion a su hermana por si decia algo importante.
"Ye acuerdas de aquel rumor de que Inglaterra fue engañada..." Franquista se río un poco recordado aquel suceso.
"Sí, como disfrute ver la cara que puso Inglaterra aquel dia."
"A que te refieres con eso?"
"... Olvidalo, no importa."
"Vamos dime, no le dire a nadie."
"... Incluyendo a España?"
"... Tal vez?"
"Porfavor Republica, no le digas a nadie! N-A-D-I-E!"
"..." Permanecio callada. "Mira, sí lo que me vas a decir no es bueno que España sepa no le dire."
"... Bien. Se con quien el esposo de esa perra la engaño con... Fue con..."
"Con?"
"Mejor no, no quiero que andes contandole a medio mundo de esto."
"Que?! Vamos Franquista!"
"No, le diras a España. Ademas de que no quiero recordar eso..." Dijo con asco.
"... Ok?... Cuando paso?" Dijo con curiosidad.
"Cuando? Umm... Te acuerdas de aquella fiesta que Inglaterra organizo donde me, ugh.. Cuando me emborrache un monton?" Dijo con verguensa por aquel hecho.
"Ah! Te refieres cuando te gane?... Otra vez. De verdad que no duras nada tomando Franquista."
"Ese no es el punto! Bueno, umm... Pues Inglaterra me estaba llevando a un cuarto para que descansase y entramos a uno y pues allí... Estaban..." En su cara se veía incomodidad junto con asco.
"... Vale, no me digas sí no quieres... Pero porque es malo que sepa España?"
"... Le dolera saber.. No quiero que sufra."
"... Que? Porque? No creo que le duela el engaño a Inglaterra, tal vez hasta lo disfrute."
"Ugh, no importa. Ademas hay que enfocarnos en lo que es importante en este momento la-" Luego Segunda Republica lo interrumpio.
"La guerra, sí, sí, ya se. No te preocupes, Tenoch va a caer. Se arrepentira haberse llevado a España..." Al recordarse de aquel hecho sentia como se le hirvia la sangre. Odiaba saber que aun no podia hacer nada para salvar a su hermana, no tener poder ante la situacion actual.
"Ni me recuerdes." Dijo con enojo en su voz pero tratando de mantener la calma.
"Y no te preocupes ya falta poco, solo debemos tener paciencia y esta vez.. Sera la cabeza de Azteca la que caera por las escaleras del templo." Dijo con una sonrisa al igual que con una pequeña risa por aquel pensamiento.
"Eso espero, pero si en verdad quieres eso necesitas mejorar. Para serte sincero no durarias mucho en combate."
"Eh?! eso no es sierto! Ademas como piensas pelear contra ellos si ni para tomar sirves." Dijo algo alterada y molesta, pues esta es demasiado orgullosa para admitirlo.
"Eso es irrelevante, aparte no te hara daño entrenar, y sí te hace sentir mejor yo tambien lo hare."
"mhmm..." Dijo todavia molesta."Y cuando ganemos que haremos despues?"
"No es obvio? Nos llevaremos el oro y todos sus recursos, tambien seguiremos con la conquista para establecer una colonia, la Nueva España."
"Y luego? Que haremos con tal colonia?"
"Plantaciones, al igual que minaremos, lo que sea que traiga dinero a... Pues a nuestro padre..."
"Entonces estamos haciendo todo esto para que nuestro padre tenga todo y sin tener que mover un solo dedo?! Ese idiota nisiquiera nos quiere."
"Eso no es sierto! Somos sus hijos! Y como sus hijos debemos ayudarlo y hacer lo mejor que podamos para el!" Se levanto rapidamente de su asiento y golpeo la mesa mientras dirigia su mirada hacia su hermana. "Es lo menos que podemos hacer." Dijo esta vez mas calmado para luego volver a su asiento. Esto causo que Republica se enfadase, le iba a responder pero se detuvo.
"Ah... Claro Franquista... Solo esperaba que nos recompesaran un poco, sabes?" Republica se oía desanimaba.
"Claro, nuestra recompesa es la cabeza de Tenoch y tener nuestra hermana devuelta... Y tal vez un poco de oro." Dijo tratando de animar a su hermana.
"Creo que eso es suficiente... Que tal y entrenamos como dijiste?" Dijo ahora con una sonrisa.
"Por supuesto." Le devolvio una sonrisa a su hermana para luego agarrar dos armas dirigirse afuera para empezar el entrenamiento junto a Segunda Republica.
ESTÁS LEYENDO
Mi Destino Es...
General FictionEspaña, la hija menor del Imperio Español porfin se compremetio con su futuro esposo, Italia. Al principio todo era color de rosa, ellos se amaban... O eso pensaba España, sus hermanos al igual que su padre pensaban que su esposo era la mejor opcion...