"Imperio Azteca... ¿Seguro de que no es tanta molestia? Digo, de seguro se encuentra lejos y ademas seria peligroso ¿No?" Trague antes de continuar. "No he ido mucho de viaje o siquiera he ido tanto fuera de mi hogar allá en Europa, de hecho, esta es mi primera vez, pero creo que se de lo que hablo." Esperé con nervios su respuesta o siquiera algun comentario a lo dicho. Cada segundo que se tomaba pensando me mataba, pues solamente se me quedo viendo sin alguna expresión en particular... Lo cual daba cierto miedo, pero me daba mas incomodidad mas que nada. No sabria si era por su mirada perdida e penetrante pesando sobre mis hombros, o tal vez su agarre sobre mis manos, las cuales mantenía calidas con las suyas.
"Sí, es algo tardado el llegar con él, pero no sera complicado, se lo prometo. Lo unico complicado seria convencer a Maya..."
"¿Eh?¿Por que? No es la gran cosa, solo le pediría de vuelta un libro el cual no tiene conexión a él."
"Sí, pero es un tanto... Posesivo de sus cosas, ademas de que fue de tu hermano..."
"¿Y eso que tiene que ver?" De verdad que era raro. Normalmente la gente se queria deshacer de lo que sea relacionado a mi hermano. Ese imbécil como consigue enemigos.
"Que le gusta lo que es de tu hermano." Ahora parecía algo molesto, y aun sabiendolo tuve el valor de preguntar mas con mi necedad.
"¿Porque? Eso no tiene sentido." Renegó la princesa.
"No se, solo... Solo lo hace, tampoco importa mucho." Dijo con desinterés. Nunca le importo mucho lo que tenga que ver con el hermano de la española al menos que sea algo de valor.
". . . Supongo. Aun asi es raro."
"Lo se pero es Maya, no hay mucha sorpresa ahí." Hubo un minuto de silencio el cual el azteca aprovecho para pensar mejor en que hacer. No había manera rapida de llegar y mucho menos sin complicación alguna. Claro, tambien esta lo de la guerra. Es o asegurarse de manter la cuidad flotante a salvo junto sus habitantes... O... Arriesgarse a ir donde el Imperio Maya y recuperar un libro "sagarado". Pensó en la opción de enviar a la española junto a Tlacopan hacia alla o algo asi... Pero no le daba confianza esa opción. Despues de unos segundos mas llego a la conclusión de que hacer. "Vamos a ir... Pero quiero que hagas lo que se te pida en todo lo del viaje, ok? No podemos permitirnos hacer algún error o equivocación hasta llegar. Si no, perderemos mas que solo un libro, me entiendes España?"
"Sí... Es muy probable que mis hermanos y sus hombres estén atentos a cualquier cosa que respiré entre las ojas y ramas de esta tierra. Atentos a tener señal alguna de mi... O de un indio suyo."
"Sí, pero no son solo ellos. Tambien sus aliados estaran en búsqueda."
Ahí es cuando algo le vino a la cabeza de la española. "Oiga... Porque no puedo regresar con ellos? Con mi gente y mis hermanos?" Claro, no es la primera vez que se lo pregunta, pero es algo que nunca se habia atrevido a preguntarle.
"Razones de seguridad."
"... ¿Seguridad?" No había razón alguna de preocuparse de la seguridad, ¿no? Digo, la española no es de gran peligro como tal. Es una mujer, una dama.
"Sí. Si regresaras con ellos puedes contarles sobre información nuestra. Información cual destino no sale de estas aguas. ¿Entiendes España?"
"Eh-... Yo... Sí, pero yo nunca haría eso. Nunca quisiera dañarle, nunca a usted, no a mi amor." Parecía que la europea estaba algo dolida a la explicación que se le fue dada. ¿Enserio pensaba que haría tan poca cosa?
"... No quise decirle esto de ese modo, pero en verdad no puedo confiarme ahora mismo con lo que ha y va a pasar. Quien sabe, mañana puedo amanecer sin aliento." Él tambien estaba desaminado y parecía algo triste. Pero la española ahora parecía enfadada, lo cual es casi asegurado que lo estaba. Se acerco mas a él.
"¡No digáis eso! Eso NO va a pasar, ¿vale?"
". . ." Se quedo en silencio por un rato. Estaba algo serio pero también conmovido por el hablar de su amada. Luego sonrío y habló de forma mas calmada, "Gracias, dulzura.... Bueno, sera mejor irnos preparando. El buen clima se nos va a ir."
ESTÁS LEYENDO
Mi Destino Es...
General FictionEspaña, la hija menor del Imperio Español porfin se compremetio con su futuro esposo, Italia. Al principio todo era color de rosa, ellos se amaban... O eso pensaba España, sus hermanos al igual que su padre pensaban que su esposo era la mejor opcion...