Habrí lentamente los ojos... Seguia en esta habitacion, en la misma cama, en la misma ropa de aquella noche... Lo cual es lo unico que me tranquiliza, todavia necesito preguntarle a Azteca que fue lo que paso.
Me sente, observe la habitacion en la que estuve ya por un buen rato. Era grande, supongo que es de la realeza...
"Espera! Este es el cuarto de Tenochtitlan....!" Me levante rapidamente de la cama, la cama de Azteca...Me apegue a la pared, alejandome lo mas que pueda de la cama, pues ahora estaba realmente preocupada. No podia pensar en nada mas que en el echo que estaba en el cuarto del gran Imperio Azteca, sin mencionar que me dormí en su propia cama...
"Segun yo no hicimos nada... Cierto?" Me pregunte a mi misma, trataba de recordar pero no podia. Ahora estaba temblando... No se por que...
"Ay España... En verdad que eres un desastre..." Posé mi mano en mi frente, seguia observando aquel lugar. No podia pensar adecuadamente estando allí, solo podia seguir pensando en... "AY ESPAÑA! Por que piensas asi!" Me di un pequeño golpé en la frente. "No debes de pensar en eso!... Ugh, creo que solo necesito un respiro..."Sali de aquel lugar, ahora estaba afuera. Ya era un poco tarde, cerca del atardecer pero no del todo. Respire profunde el aire calmante de este gran imperio... El Imperio Azteca..
"Ah! Claro, necesito abrlar con-" Fui interrumpida por un fuerte sonido, permaneciente de un canino. "Guau! Guau! Guau! Guau!" Se oía sus ladridos en la distancia, pero poco a poco se escuchaba mas fuerte, como si se estuviera acercando. Mire a mi alredero tratando de localizar el canino. Cuando volvi a mirar al frente un perrito estaba corriendo hacia mi, pero no de una forma amigable. Este enseñaba sus dientes, en especial cuando ladraba, sus orejas de encontraban ligeramente agachadas detras suyo, y sus ojos eran grandes y demostraban enojo y su rabia.La verdad no me daba tanto miedo al principio, pero mientras mas se acercada mas me preocupaba. Aun que sea pequeño parecia muy enojado y ademas era muy rapido mientras corría lo cual me asustaba mas.
Ya cuando estab apunto de alcarsarme corrí devuelta a la habitacion y me subí a la cama, y por poco. El perro ya había llegado al momento que me subí.
"Guau! GUAU! GRRRRR.... Guau!" No paraba de ladrar y gruñir, y lo unico que podía hacer es observarlo. Pero para mi buena suerte algien entro al poco tiempo.
"CHIMALLI!" Al instante el pequeño perrito de pelaje tricolor se callo y se dirigio hacia quien le habia llamado con la cola entre las patas. Se sento y miraba antentamente a su dueño el cual estaba apenado.
"Gracias Azteca... En verdad te lo agradezco." Dije con una sonrisa. Volví a mirar al can, no se como un perro tan pequeño pudo asustarme tanto, no parece ser peligroso. De hecho se ve adorable! Pero... Siento que ya lo había visto antes...
"Perdon por eso..." Salí imediatamente de mis pensamientos, poniendole atencion a Imperio. "Lo estaba entrenado ya que es un cachorro todavía, pero al parecer me salió corajudo...! Igualito a su madre... De verdad lo lamento España."
"No te preocupes por eso, es todavia un cachorro, es entendible. Pero, para que lo estas entrenando?"
"Bueno, este es un regalo para un amigo mio, Maya. Lo estoy entrenando para que no sea un mal educado... Bueno, es para que le haga compañia."
"Solo para eso? No caza o algo?"
"No, el tiene otro trabajo el cual es muy importante. Este chihuahua sera un guía en el mas alla, pero mientras solo le hara compañia a Maya." Azteca tenía una sonrisa mientras me lo contaba, y sus ojos tenian sierto brillo que representaba nostalgia.
"Ya veo... Nunca había un perro como este." Me baje lentamente de la cama, esto hizo que Chimalli se enfocara en mi. Se levanto y camino con concuidado g desconfianza hacía mi. Empezo a olerme, aun con desconfianza y curiosidad. No me moví en lo absolutó, solo le deje hasta que terminasé."Es un cachorro muy adorable." Me agache hasta estar a la altura del pequeño canino enfrente mió. Le extendí mi mano gentilmente para no asustarlo, la olfateo por un momento para luego sentarse."Oye Azteca... Puedo acariciarlo? Por favor?" junte mis manos como en señal de súplica.
"Agh, como decirte que no. Adelante querida~, no hay problema." Me sonroje ligeramente por eso, hace mucho que no me dice haci... Pero decidí enfocarme en Chimalli.
Le extendí la mano otra vez, buscando su approvacion. Lamió gentilmente mi mano, así que procedí a acariciarle detras de la oreja. Parecía contento con esto entonces moví mi mano hacía su cabeza para acariciarlo, lo cual me permitió."Que cosita mas mona! De verdad que eres una ternura!". El pequeño Chimalli movía su cola con rapidez mientras daba unos ladridos de emocion. España le dió una ultima acaricia para luego levantarse del suelo."Apuesto que le sera de muy buena compañía."
"Si, eso espero... Tienes hambre dulzura~? Ya esta lista la cena."
"Claro! Eso estaría bien... Pero antes de irnos quiero darte algo, vale?" Azteca le miraba un poco confundido pero al igual con curiosidad.
"Esta bien? Y que es?" Dijo con una sonrisa juguetona. España se le acerco mas.
"Ay~ Como me encanta esa sonrisa tuya, es en verdad encantadora~" España se acerco aun mas, le agarro una mano a Azteca y se la puso en su cintura. Azteca comprendió así que le sujetó con ambas manos de su cintura firmemente pero con un toque tierno. España luego le agarro del cuello suavemente mientras se acercaba mas.
Sus labios se rozaron suavemente hasta que España le beso. Al principio era un tierno y dulce beso, pero por capricho de parte de la española se intensificó casí de inmediato. Ambos suspiraban entre el beso, hasta que Azteca decidió separarse por falta de aire y por la verguenza que le daba, pues España era la dominante.
"C-creo que ya hay que irnos... Nos estan esperando..." Dijo aquel Imperio con un gran sonrojo mientras suspiraba entre palabras, se le podía oir su nerviosismo claramente. España saco una pequeña risita por esto, como le encantaba verlo en ese estado~
"Ah, vale~
Vamos a comer, no~♡""♡"
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Mi Destino Es...
General FictionEspaña, la hija menor del Imperio Español porfin se compremetio con su futuro esposo, Italia. Al principio todo era color de rosa, ellos se amaban... O eso pensaba España, sus hermanos al igual que su padre pensaban que su esposo era la mejor opcion...