El comienzo de una nueva historia

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Era una mañana tranquila de abril en la casa Potter. James y Lily aprovechaban los días libres que les habían dado en su trabajo, ellos eran aurores y las cosas en el Ministerio no estaban tan calmadas como Fudge trataba de aparentar.

James y Lily tenían dos hijos a los ojos del Mundo Mágico, Harry y Scarlett Potter. Harry era mayor que Scarlett por un año y dos meses.

La vida de Harry ha estado en peligro prácticamente desde que nació. Su nombre cayó dentro de una profecía que lo destinaba a derrotar a Voldemort, el mago oscuro más peligroso en los últimos 20 años. Desde que Harry había entrado a Hogwarts estuvo en peligro casi todos los años debido a este tipo.

Harry no le tenía miedo a Voldemort. Lo enfrentó varias veces a lo largo de sus cortos 15 años. Obviamente no estuvo solo, no podría haber hecho nada de lo que hiso sin sus mejores amigos y su hermana, Hermione, Ron y Scarlett.

Harry era un chico un poco tímido y bastante inseguro de algunas cosas, pero era bastante impulsivo. Él era más parecido a Lily. Scarlett, por otro lado, era una chica más alegre e hiperactiva, no tenía pelos en la lengua y vivía haciendo bromas junto a los gemelos Weasley y Ginny, le hermana menor de los Weasley.

Ninguno de los dos sabían nada acerca de su hermana mayor, T/n Jily Potter. Ella era la hermana melliza de Harry y era menor que este por 5 minutos. Hacía una semana que se cumplieron 15 años de la desaparición de la chica.

James y Lily nunca se habían perdonado lo que le sucedió a su hija del medio. Se sumieron en la culpa constante y el arrepentimiento. Se odiaban por lo que había pasado, por haberse descuidado, por no estar atentos a su alrededor.

Todo había pasado muy rápido. Fue antes de que se enteraran de la profecía, de que Harry se viera envuelto en aquella profecía y de que Voldemort amenazara a la familia Potter.

FLASHBACK

Era abril de 1981, meses antes del cumpleaños de los mellizos, Lily había decidido salir de compras con T/n mientras que James iba a la casa de Sirius con Harry. La pelirroja paseaba en el mundo muggle con la carriola de su hija. Era un día soleado y mucha gente parecía tener el mismo plan en mente, pasar el día paseando o en el centro comercial.

La pequeña bebé de apenas 8 meses, y que en pocas semanas cumpliría los 9 meses, miraba para todos lados mientras señalaba a todos lados y de vez en cuando soltaba algún balbuceo o grito, causando la risa de Lily y de varias personas que la rodeaban. Era una niña bastante risueña.

Lily y T/n entraron a una tienda de ropa que a Lily siempre le había gustado. A la pelirroja le encantaba ir de compras y aquella era su tienda favorita. No era muy grande, los precios no eran extravagantes, pero todo era de buena calidad y del estilo que Lily solía usar.

Lily llevaba un buen rato mirando ropa tanto que la niña se durmió, aunque aquello no era tan difícil de lograr. La madre se alejó unos metros de la carriola en la que dormía la bebé, pero esto fue suficiente como para que un humo verde envolviera el cochecito y la niña desapareciera.

La Evans volvió a la carriola y se alarmó al ver que su hija ya no estaba. Los asistentes de la tienda la fueron a ayudar de inmediato, Lily estaba teniendo un ataque de pánico al no encontrar a su hija por ningún lado. Los empleados le buscaron un poco de té, y empezaron a buscar en todo el local, pero no encontraron nada. Era imposible que una bebé de 8 meses desapareciera así por así, todavía no podía siquiera caminar.

Cuando los empelados de la tienda estuvieron distraídos, Lily le envió un patronus a James lo más disimuladamente posible y le contó sobre lo que había pasado. No transcurrieron 5 minutos y James ya estaba con Lily, pero sin Harry. El niño había sido dejado con su padrino y tío para que no se alterara con la situación de sus padres.

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