Cap 5. El aprendiz de amante.
-Emm...sí, comedias románticas y cosas así que tengáis- dije muy bajito para que el resto de personas del videoclub no me oyesen. Lo único más humillante que haber tenido que ir hasta el videoclub local porque mi padre era un enemigo público de la tecnología y no nos permitía ver películas de otro modo, era que la dependienta era precisamente una de las amigas de Ella. Emily Evans.
-Espera aquí... -dijo Emily, saliendo de detrás del mostrador y rebuscando en unas estanterías con el cartel de "AMOR". La observé de forma indiscreta. La chica era bajita y tenía que ponerse de puntillas para llegar a los estantes más altos. Su pelo oscuro caía sobre sus hombros cubiertos por un jersey de gatitos bastante feo. Sus ojos, grandes y redondos, de un color azul claro le daban un aspecto infantil que ya de por sí, le atribuía su carilla redonda y su naricilla pecosa. Tenía cara de niña buena y un culo de actriz porno.
Dejé de mirarla cuando se dio la vuelta para volver detrás del mostrador trayendo consigo un puñado de películas con caratulas y títulos cursis.
Cuando leí "Crepúsculo" en una de ellas, supe que iba a ser una noche muuuy larga.
-¿Para alquilar o para comprar?- preguntó.
-Para alquilar- respondí rápidamente. Deseaba librarme de esa basura lo más rápido posible.
-Bien, he seleccionado cinco películas muy románticas- me explicó ella poniéndolas sobre el mostrador- "El diario de Noa", "Crepúsculo","Titanic", "Eduardo manostijeras" y "Cartas a Julieta".
-Bien gracias- dije de manera apresurada metiendo las películas en la bolsa para que nadie las viera- ¿Cuánto es?
La chica pulsó algunas teclas en el ordenador y en la caja registradora.
-49,99 libras- dijo y la entregué la tarjeta rápidamente. Acababan de entrar unos tíos de mi edad y si me reconocieran sería una ...
-¡Pierce, tío!.
Demasiado tarde.
Me giré y sorprendido, descubrí a Cameron junto con otros tíos que no conocía.
-¿Cameron? Pensé que odiabas las películas- dije ocultando la bolsa.
-Desde que gracias a una me lié con Pam, me encantan- sonrió- ¿Que llevas ahí?
Intentó meter mano a la bolsa pero le esquivé rápidamente y me alejé un par de pasos. Cameron me miró extrañado y escuché a mi espalda la risita de Emily.
-¿Qué pasa?- preguntó mi mejor amigo mirando curioso la bolsa. De repente cambió su mirada por una sonrisa pícara- ¿Llevas porno Pierce?
El grupo de chicos que iban con él se echó a reir y a darme palmadas en la espalda. Estoy seguro de que Emily hizo poco esfuerzo por reprimir una sonrisa, seguramente pensando en que era todo lo contrario. Sonreí nervioso y traté de seguirles la broma.
-Sabes que yo no lo necesito- sonreí socarrón- Con que le diga a una chica que se quite la ropa ya lo hace.
Ellos rieron más y Emily levantó una ceja incrédula.
-Bueno, hasta luego- choqué la mano con Cameron que aún estaba llorando de la risa y me piré a toda velocidad del videoclub.
-Eso ha estado cerca- pensé medio escondiendo la bolsa en mi chaqueta. Encima que me iba a tener que tragar porquería por culpa de Watson, ya solo me faltaba que todos mis amigos pensasen que paso el tiempo viendo esta basura.
Si hago este sacrificio es para poder evitar que una demonia me asesine por orden de yo que sé quien. Aunque si les contara esto se reirían aún más.
ESTÁS LEYENDO
Querida Watson
Novela JuvenilQuerida Watson: Caer en el colmo de lo absurdo es mi especialidad. Por eso cuando me encuentro con que mi vida depende de la persona que más odio en el mundo, no me sorprende lo más mínimo. Eso sí, ¿Cómo se supone que voy a salvarme si esa niñata de...