𝐒𝐓𝐑𝐀𝐍𝐆𝐄𝐑𝐒 | Miguel O'Hara

Saturno

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"But you like her better"

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La repetitiva situación la mantenía sumergida en un caso mental total, hace un tiempo ella podía manejar aquella situación pero ahora eso le estaba ganando, la estaba destruyendo.

Hace solo unos meses todo estaba yendo bien, parecía que los días felices nunca terminarían y parecía haber un futuro prometedor.

¿Cómo llegaron hasta esto?

Nadie tenía la respuesta, simplemente sucedió y de la peor manera, la culpa invadía su cuerpo y es gracioso, porque ella no era responsable del desastre que se presentaba, peor aún, del que venía.

Su pecho se contraia cada vez que los veía, esa siempre habías sido tú, ahora parecías una desconocida ante los ojos de quien alguna vez era tu todo.

Dormir en la misma cama ya no era igual, el aire se transformó en uno tenso e incómodo, lo más doloroso era no poder dejar de sentir ese amor tan gran por aquel hombre.

En silencio pedías a gritos la verdad, ¿por qué? ¿Cómo se acabó todo?

Era su amiga, su compañera, su confidente, era todo lo que él alguna vez pidió, entonces, ¿por qué estaba destruyendo lo que formaron con tanta devoción y amor?

Los pensamientos nublaban sus ojos, los cuales ahora ya estaban rojos e hinchados, las lágrimas resbalaban por sus mejillas mientras trataba de meter lo más rápido posible la ropa en la maleta, sus manos temblorosas causaban que a veces las cosas se resbalaran, sabía que tendría que decir "adiós" a todo lo que alguna vez pensó que era suyo.

Si él la amaba ¿por qué la apartaba?

Ya no soportaba más esto, la ansiedad que le causaba esperarlo cada noche con la esperanza de que volviera solo por ella, que se acercara para arreglar lo que se había roto y que todo volviera a estar bien.

Que ingenua e inocente.

Había soportado tanto solo por una persona.

Si dolía tanto, ¿por qué no lo soltaba? Lo amaba, esa era la respuesta.

¿Por qué todo lo que amaba tenía que terminar haciendo daño?

Dar tanto poder a una persona para destruir a otra era el mayor acto de amor y perdición que podía existir.

Poco a poco sus cosas desaparecieron del cuarto, de todo su antiguo hogar, tenía claro que la única solución era irse.

Esa frase en su cabeza era lo único que la sostenía para no perder el control; "Por amor a mi".

Pronto tomo en sus manos aquella maleta junto a su bolso el cual paso por su hombro, trato de regular su respiración, caminó hasta la puerta de la habitación, se dio vuelta para observar lo que alguna vez fue su lugar seguro.

Finalmente salió, sabía que lo estaba haciendo bien, sabía que debía hacerlo, sin embargo lo que menos imagino fue encontrarse al dueño de su desgracia entrando por la puerta de lo que sería su antigua casa.

Él la observó con confusión pero en el fondo de si sabía que tarde o temprano pasaría, ambos lo sabian.

— ¿Enserio lo harás?

Preguntó él mientras le dedicaba una mirada neutral, eso la rompió aún más pero decidió mantenerse firme en su lugar.

— ¿Esperabas que siguiera aquí después de todo lo que ha pasado?