06 | la noche más fría

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"Hay muchas líneas que crucé sin ser perdonado"

En momentos estresantes que parecían no terminar algún día, venía aquí al gran jardín y reposaba bajo el mayor de los árboles. Alrededor otros tipos de flores los adornaban, era su lugar preferido.

Pensó en la última noche que vio a Muzan. La manera en que se fue y cómo fue tratado, no ayudó mucho a tranquilizarla. Su padre tampoco cooperaba, pero estaba pensando en una manera para reencontrarse con él sin que alguien se diera cuenta para verlo y acabar con esto de la mejor manera posible, porque lo que menos quería era atraer más problemas a su familia y a ella misma, y también para el propio demonio.

Sus preguntas acerca de Muzan y todo su comportamiento serían puestas en segundo plano, tratar de comprender cada acción suya sólo le generaba más dudas que él mismo se encargaba de dejar así, sin darle una respuesta.

Llegó sin que ella escuchara; al tenerla de nuevo cerca, lo único en lo que se fijó fue que su mayor anhelo estaba frente a él, su posible solución a sus problemas. Más allá de eso, no le importaba saber qué sentía o qué pensaba ella de él.

—Mírate. Te ves más saludable que la última vez. ¿Me pregunto por qué será? —No se limitó en ocultar la burla con la que lo dijo.

Le sobresaltó su voz aunque ya era conocida para Hannae. Frente a ella estaba él, viéndola de una manera diferente a las veces anteriores.

—¡Muzan! —bajó la voz al instante que gritó su nombre, esperando no haber sido escuchada. Iba a levantarse para saludarlo pero él la detuvo con un gesto de la mano.

—No te levantes. —La observó breves segundos, sí, era notorio que estaba mejor que la última vez que la vio. Más sana, Muzan ya tenía la idea de lo que la hizo recuperarse tan pronto. Dejó atrás su típico enojo y se alegró, una peligrosa emoción que un demonio cómo él no debería de conocer jamás—. Siento como si hubieran pasado siglos desde la última vez que te tuve cerca.

Hannae estaba más desconcertada por la manera en que llegó que por lo que le dijo.

—¿Cómo entraste? Es decir, me alegra que estés aquí, no te escuché llegar.

—Eso es porque no saben que estoy aquí. Quise evitar un escándalo. —Hizo que Hannae se encogiera avergonzada por cómo terminó la vez que vino inesperadamente.

—Si te ven...

—No lo harán, además seré breve.

Muzan caminó hasta sentarse a su lado.
Él no ansiaba más que preguntarle por el lirio o qué es lo que había estado tomando, qué clase de medicina es la que la está ayudando. Antes de poder decirle algo, ella ya estaba hablando primero.

—Sobre la noche anterior —empezó—, lamento mucho cómo te trató mi padre. Las cosas por aquí han estado algo intensas y...

—No necesitas explicar. Olvídalo y yo haré lo mismo, no vine hasta aquí para hablar de eso.

—¿No?

—En realidad tengo que confesar algo. Es la razón por la que te visité hace seis noches. —Ella aguardó a que continuara—. Antes quiero que me respondas si ya has podido resistir la luz del día, porque es visible que estás mejor y quizá ya seas capaz de ir allá fuera donde todos. ¿Ya lo intentaste?

—No, el doctor que me preparó la medicina dio algunas instrucciones y consejos. Por el momento, no es recomendable que salga todavía.

Medicina. Ella tiene que saber algo.

𝐓𝐑𝐈𝐁𝐔𝐋𝐀𝐓𝐈𝐎𝐍𝐒 || M.K.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora