Mark por error olvidó cubrir su web cam y ahora ha sido comprado por el mejor postor en la red oscura sin saberlo.
• bottom : Mark Lee
• top : Nakamoto Yuta (otros)
• suspenso/terror.
• menciones a otros.
• menciones de otras parejas y/o idols.
• t...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
«Ese chiquillo será mío, él me complacerá en todo y yo lo haré llorar hasta que esté agradecido por estar conmigo. »
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-Sigo sin creer que te hiciste pasar por policía, eso si que es mucho para ti, John. ¿Te sientes un chico malo? - Preguntó el peliazul mientras le dedicaba una sonrisa de sorna al hombre malhumorado. - Sinceramente crei que enviarías a uno de tus matones.
-Cierra la boca, JaeHyun. No te traje para opinar, lo hice para que me entregues a Mark. Y no veo que estés trabajando en ello.
-¿Para entregártelo? - El pálido levantó una ceja confundido por la pregunta del otro, se supone que habían hecho un trato.
-Te recuerdo que también tienes que compartirlo conmigo, Seo Johnny. - Aclaró humedeciendo sus labios y pasó una de sus manos por el fornido pecho del moreno, este rodó los ojos por el coqueteo.
-Lo sé. Sólo será una noche y él volverá conmigo, después te pudres y me dejas divertirme en paz.
- Mhm, está bien. Debo mencionar que estoy triste porque yo quería comérmelo.
- Qué puto asco. - Expresó el empresario mirándolo con desagrado, JaeHyun rio con ganas. - No le encuentro el gusto por la carne humana, es asqueroso.
- Oh, John. Yo sí, presta atención y tal vez te guste.
- No me van esas mierdas.
-Pero si te van los mocosos menores de edad.
- A ti también, te recuerdo.
- A mi me van de todo, ¿Sabes? Me encanta probar cada sabor y no probar aún a la manzanita prohibida me está matando.
- No quiero saber de tus deseos insanos por probar la carne de mi mocoso. - El hombre posó sus manos en el escritorio mientras miraba con seriedad al pálido que no paraba de moverse en la silla. - Así que cállate y comienza a trabajar con lo que te pedí.
-Está bien pero debo mencionar que hay otros detrás de él.