Después de dos semanas, todo el colegio estaba recogiendo sus cosas, los de primero los miraban desde la ventana tristes por no tener esos tres días libres, en cambio los demás estaban felices y emocionados. Todos excepto Dahlia que estaba preocupada por cómo reaccionaría su familia al verla de nuevo.
-¿Crees que debería llevarme este jersey? - comentó Freya mientras le enseñaba la prenda de ropa.
La maleta de Freya estaba a reventar, con meter algo más Dahlia estaba segura de que estallaría y que le costaría mucho más tiempo cerrarla que elegir la ropa que debía llevarse.
-¿No piensas que llevas demasiada ropa? - preguntó Becca, quien estaba tumbada en la cama de Dahlia.
Freya se giró para comparar sus maletas y se rió para sus adentros, porque la suya estaba hasta arriba y en la de Dahlia podía caber medio colegio aún.
-Nunca es demasiado - aseguró Jazmín cerrando su maleta azul.
Las tres chicas se rieron por el comentario de su amiga, ya que Jazmín se había llevado también casi todo su armario.
-Dahlia, ¿estás segura de que no quieres venirte conmigo? - repitió Becca por cuarta vez en esta semana.
-Becca, ya hemos hablado de esto, quiero volver a verles hace más de un año que no lo hago - tras mirar su mirada de súplica que trato de resistir prosiguió - pero aún así, muchas gracias...
Salieron todas con sus pertenencias y se dirigieron hasta la entrada donde se encontraban Amelia y Richard despidiéndose efusivamente en un abrazo.
-Vais a volver a veros en tres días, no os estáis yendo a la guerra - añadió Becca cansada de la pareja que no paraba de tontear.
-Quien sabe lo que podría pasarnos - contesto Amelia volviendo a abrazar a Richard.
Freya y Jazmín se despidieron de todos ya que su coche salía en poco tiempo mientras que Dahlia miraba su reloj dándose cuenta que el suyo se marcharía en breve. Cuando salió, después de decir adiós a todos, sus ojos quedaron completamente abiertos cuando vio el mismo coche que la había llevado a Dragston por primera vez.
El único coche viejo y sucio era el único que se había dispuesto a llevar a Dahlia a la zona de los Valyos, volvió a recordar su primer viaje con ese coche y de pronto le entró un miedo terrible, recordando que la dejó sola con su equipaje en medio de un sendero y encima a una buena distancia del colegio.
Tras pensar si entrar o no, al final concluyó que era mejor subirse o nadie la llevaría a su casa. Metió todas sus pertenencias en el maletero y abriendo la puerta se sentó en los asientos de cuero algo desgastados para emprender su largo viaje hasta lo que consideraba su hogar.
Durante el trayecto fue recordando su pasado como Valyos, especialmente cuando llegó a su vecindario, donde lo excesivo era lo normal, mansiones lujosas, fuentes de mármol, amplios jardines, monumentos conmemorando las victorias en las guerras pasadas y todo el mundo que paseaba por las calles portaba lujosas prendas de ropa, todas ellas de tonos blancos.
El coche frenó delante de lo que había sido su hogar por años y le trajo recuerdos nostálgicos de su infancia. El vehículo no tuvo reparos en salir rápidamente de ahí en cuanto Dahlia sacó sus cosas, dejando una nube negra antes de irse, la cual hizo que Dahlia tosiera sin parar.
Un hombre mayor trajeado y muy elegante la recibió, enseguida dedujo que se trataría de un nuevo mayordomo, este le indicó que debía esperar en el comedor a que sus padres le recibieran y ella hizo lo que este le dictó.
Enseguida aparecieron, ambos muy alegres, rápidamente se acercaron para abrazarla y darle varios besos.
-Dahlia, hija, estás mucho más guapa...espero que los Stirmuss hayan sido buenos contigo, seguro que habrás notado que son más inferiores que nosotros, ¿no? - dijo su madre riendo junto a su padre.
ESTÁS LEYENDO
El resurgir escarlata (A.L.P) #2
Fantasy"A veces los mas afortunados mueren primero" Tras haber cometido un inmenso error, Dahlia ahora tendrá que enmendarlo con la ayuda de Edric pero no será fácil puesto que ahora Demerak controla a las sombras, almas que buscan venganza y muerte. Pront...