Capítulo 13

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Tras contemplar los árboles en movimiento que estaban siendo sacudidos por el viento de invierno, el cual hizo que Dahlia regresará a la casa de los Lennox. Al entrar en el salón se percató de que Edric aun seguía dormido, su figura era espectacular. Tenía una camisa blanca desordenada y con algún botón suelto dejando ver su pecho bien entrenado y cuidado. Su pelo estaba alborotado y su mirada transmitía calma y paz, como si se tratase de la primera noche que pasaba en paz tras muchas de insomnio.

Dahlia que estaba atontada por aquella imagen se acercó para observarlo con más detenimiento pero con algo de distancia para que no pensara que era una lunática que miraba a las personas cuando dormían. Aunque era justo lo que estaba haciendo. Quedó un minuto embobada hasta que su cuerpo se dejó caer.

Edric estaba despierto y le había cogido de la mano para atraerla a él.

-¿Por qué me mirabas así? - sonrió pícaramente con sus preciosos ojos azules que esa mañana lucían mejor que nunca - me has asustado un poco, pensaba que no eras de las que observaban a las personas cuando duermen...

-¡Claro que no! - dijo Dahlia levantándose de un salto al mismo tiempo que soltaba su mano - como si fueras el centro del mundo...además, para tu información, estaba mirando vuestro sofá

Edric le miró atónito y después rió demasiado divertido lo que hizo que Dahlia se pusiera aún más roja de la vergüenza.

-Y, ¿Qué tal el sofá? - soltó una pequeña risita mientras se incorporaba.

-Pues...la verdad es que es muy bonito - aquella excusa era tan tonta que hasta la misma Dahlia se reía para sus adentros - tiene unos estampados muy interesantes...

-Si, muy interesante... - le miro a Dahlia con mucha ternura lo cual hizo que esta apartara la mirada o sino acabaría como un tomate.

Llegó el momento en el que esa conversación sobre el sofá, ya no era precisamente de lo que realmente hablaban.

-¿Cómo te encuentras? - preguntó Edric interrumpiendo el silencio incómodo que se había adueñado de la habitación.

-Estoy mejor - respondió Dahlia sin querer sacar el tema de nuevo.

-No deberías salir hoy, aún tienes que descansar, puedes quedarte aquí hasta que volvamos a Dragston, la habitación ya es tuya - río Edric con burla.

Dahlia entrecerró los ojos y después se rió un poco.

-Gracias, ¿Crees que a tus padres les parecerá bien?

-Ellos se han ido ha arreglar unos asuntos del trabajo, no se enteraran - le tranquilizó Edric cruzando los brazos para apoyar su cabeza en ellos.

Aunque le costará admitirlo, Dahlia se sentía muy segura en aquella mansión, tenía pensado pedirle a Becca si podía ir a su casa pero después de la propuesta de Edric sabía que iba a ser mejor opción quedarse ahí. Además no podía volver a ir ya que sería abusar demasiado de su generosidad de la familia Grivas.

Dahlia se sentó en el sofá junto a Edric justo en el momento en el que varias sirvientas entraban con el desayuno recién hecho.

-¿Te has enterado de lo del baile? - habló Edric con la boca llena.

-¿Enterarme de que? - Dahlia no sabía de lo que estaba hablando.

-Vamos a estar Dragston y Elacorn juntos, ya que es una celebración muy importante, ¿Como voy a soportar tener a más Valyos?, contigo ya es suficiente - se burló Edric mirándola por el rabillo del ojo.

Dahlia maldecía para sus adentros sabía que era una terrible idea, toda la gente que no podía ni ver se encontraba en Elacorn, su hermana, Melvina y algunos de sus antiguos amigos.

El resurgir escarlata (A.L.P) #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora