XXII

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|Plan|

—¿No es demasiado Doll?

Estaba asustada, Thad parecía desconfiar cada vez más de Lizzy, no quiere perder a su novio solo por una tonta grabación.

—¿Demasiado?

—Digo... –Mordió su labio– Ya está suspendida hasta el evento... ¿No es demasiado?

Uzi era el perfecto ejemplo de lo que es vivir en humillación, pero lo que Doll quiere hacer supera totalmente todo lo que Lizzy podría hacer.

—Tu habla con V, yo con Uzi.

La había ignorado, miró la nota en su mano, era tan perfecto, como si fuera el albino quien hubiese escrito eso.

Le preocupaba, ella ya quería terminar con eso, ya quería dejar en paz a Uzi.

—Pero Doll... Si hacemos esto... Thad sabrá que-

Era como si su respiración se hubiese cortado, el arma en su cabeza la dejó inmóvil.

—Tu habla con V.

Lizzy tragó saliva y asintió levemente, guardó la nota en su bolso.

—Hoy veré a Uzi, si puedes, trata de que tu padre le quite un día de suspensión.

Dijo guardando su arma, por suerte los baños siempre estaban vacíos.

—¿Solo un día? –Preguntó asustada.

—Un día es más que perfecto para convencer a Uzi de ir a ese tonto evento.

¿Iba a chantajearle a Uzi haciéndole creer que N...?

—Espera ¿y si V se rehúsa?

—Lizzy, alejaste a Thad de esa idiota, convenciste a Rebecca de que fue Uzi quien saboteó su tarea de ciencias e hiciste que todos la odiaran.

¿Intentaba animarla? Solo logró que la rubia comprobara una vez la mierda de persona que es.

—Si alguien sabe manipular, eres tu –Doll se acercó a la puerta del baño– No creo que quieras quedar huérfana.

Dejando esa amenaza en el aire salió del baño, Lizzy se miró al espejo.

—Lo siento.

¿Quién era ahora? Lo que empezó por envidia ahora se había convertido en su jaula.

—Lo siento Uzi –Dijo sollozando.

—Por eso... Pondremos una nota en el casillero de N –Sonrió algo nerviosa.

—¿Y...?

V tenía su mirada puesta en Lizzy, no le gustaba para nada lo que estaban planeando.

—V, si quieres que N sea tu perrito faldero toda la vida –Tomo algo de aire– Es la única solución.

—¿Sabes que hoy tendré una cita con N? –Reclamó molesta.

—¿Sabes por qué N me pidió invitarlas a una pijamada? –Frunció el ceño– Estas perdiendo contra Uzi.

V se cruzó de brazos, Lizzy tomaba una postura dominante, mientras sentía su estómago revuelto por lo que estaba diciendo.

—¿De qué hablas?

La rubia se encogió de hombros.

¿Me hablas a mi? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora