XX

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|Cachorro|

¿Qué querían? ¿Esa chica era V? No lo sabía, estaba agotada y lo que menos quería era tener que dar explicaciones.

Una vez los vió alejarse salió de su escondite, suspiró.

—Lo siento cachorrito –Miró sus brazos.

Tenía algo de frío, pero su sudadera la usó para tapar a aquella criatura que había encontrado.

Aún pensaba en qué quería N, era obvio que la buscaba, estaba frente a su casa, tardó mucho en irse.

Caminó hasta la puerta de su casa y abrió, colocó al cachorro tapado en el sofá y cerró la puerta.

Podía escuchar los pequeños sollozos del perrito, como si tuviera miedo.

—Te daré de comer.

Se dirigió a su refrigerador, sacando cualquier cosa que al cachorrito no le haría daño.

Mientras le preparaba algo sencillo y calentaba un poco de leche, escuchó como su nuevo amigo soltaba leves ladridos.

—Grosero.

Al acercarse a su sofá, presenció una batalla de aquel perrito contra su sudadera.

La pobre sudadera iba perdiendo.

—¡Oye! Eso lo iba a usar... –Se quejó– Uhg, bien, te lo dejaré como juguete.

Rió levemente al ver a ese perrito tan pequeño morder y aventar su sudadera.

—Tan valiente no eras cuando esos dos gatos te asustaron ¿eh?

Volvió a reír, gracias a ese perrito ella tenía un par de heridas en los brazos que tratar.

Más, no le importaba del todo.

—Si mi padre te ve me matará.

Volvió a la cocina, tomó un plato pequeño y puso ahí la comida, luego agarró el vaso con leche tibia y se acercó a las escaleras con la esperanza de que el perrito la siguiera.

—Ven cachorrito lindo –Se agachó un poco mostrando la comida en el plato.

El pequeño en el sofá bajó rápidamente acercándose a Uzi, le interesaba lo que había en el plato.

—Vamos a mi habitación y ahí te lo daré.

No sabía porque le hablaba, el perrito no la entendía, solo quería el plato, ella sabía que tendría hambre.

Subió escalón por escalón, esperando al cachorro, que estaba batallando un poco para subir.

Cuando ambos estaban arriba, ella abrió su habitación y dejó el plato de comida en el suelo, el perrito no tardó en acercarse y comer.

—Eres tan tierno –Sonrió.

Salió de la habitación cerrando la puerta y le dió un trago a la leche, posteriormente bajó por su sudadera.

—Esta noche no será distinta, ¿cierto?

A veces intentaba no dormir, pero al final siempre caía rendida, lo único que la animaría esa noche, es que podrá estar con ese cachorro.

Volvió a su habitación, abrió la puerta y buscó al cachorro con la mirada, le tomó unos segundos averiguar que el pequeño quería subir a su mini sofá.

Cerró la puerta y se acercó al perrito para levantarlo, este al estar arriba se acurrucó en el peluche de gato.

—¿Te gusta? –Acarició al perrito– Me lo gané en una salida... Con alguien que no me ama.

¿Me hablas a mi? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora