Hibrida (Alice Cullen-Leah Clearwater x Oc)

Edward

El día siguiente pasa tranquilo, Bella y Charlie salen a comer pero yo decido quedarme, estaba en mi habitación leyendo un poco cuando veo a Alice.

Ha entrado por la ventana, se ve estresada.

-¿Pasa algo?

-Edward ha decidido enfrentarte, hoy más noche, quiere saber la verdad.

-Esta bien-Ella suspira- Le diré la verdad siempre que me prometa no decirle a los demás, quiero decirle a Bella por mi cuenta, ya después hablamos con los demás.

Ella me sonríe y se recuesta a mi lado, pasamos así la mayor parte de la tarde, por momentos le dejo el libro y me pongo a dibujar, pero no sé va de mi lado.

Llega la noche y ambas podemos oír como Edward entra a la habitación de Bella, como hablan y después de un rato se escucha un golpe.

Me incorporo para ir a ayudar pero Alice me detiene.

-Es Ed, se alejo de Bella, tiene miedo de hacerle daño.

Me tranquilizó a su lado y nos acostamos ambas, pasa un rato en el que empiezo a quedarme dormida con Alice acariciando mi cabello pero antes de lograrlo entra Edward.

-Pensaba que no podían entrar sin invitación-Bromeo y Alice suelta una risa, se nota que me estaba quedando dormida.

-Quiero saber por qué Alice no puede dejar de pensar que tiene suerte que no seas como Bella-Exige

-Quiza por qué Bella es torpe, descuidada y exigente- río- lo entiendo tiene su encanto.

Alice parece ofenderse por eso por qué golpea mi brazo un poco fuerte.

-Hey, es mi mejor amiga, como una hermana, no tienes que celarla- le doy un beso en la mejilla y sonrie pero no parece funcionar del todo.

-Ambos sabemos que no es eso, es algo más.

-Bien, pero guardarás el secreto hasta que se lo diga a Bella ¿okey?

-Supongo que mientras no la ponga en peligro no debe de haber problema.

Alice toma la palabra y le cuenta lo que le he contado yo, que soy mitad vampiro que he vivido ocultandolo por temor a los Vulturi y que es mi compañera.

-¿Porque no puedo leerte?

-No lo sé, creo que tiene que ver con Bella pero realmente no entiendo bien por qué.

Alice decide no contarle sobre mi don, no es necesario que lo sepa aún y puede ser razón de que quiera decirle a los demás.

-Bien-Dice Edward-Bienvenida a la familia, pero si le haces daño a Alice...

-Sabes que no podría.

Se retira, se que aún tiene dudas pero pueden resolveese después, ahora solo quiero dormir.

En algún momento me quedo dormida con Alice a mi lado pero cuando despierto no está, solo hay una nota en la mesita junto a la cama.

"Salimos a prepararnos, está tarde hay tormenta y queremos llevarlas a jugar, paso por ti en un rato.

                                          -Te amo."

No puedo evitar sonreír y me apresuró a ducharme y alistarme.

Al bajar Charlie está limpiando su escopeta y Bella está cogiendo una cerveza del refrigerador.

Trato de ser discreta mientras escucho su conversación.

-Pense que no te gustaba ningún chico del pueblo-escucho que le dice Charlie a Bella cuando mi cerebro empieza a poner atención.

-Tecnicamente Edward no vive en el pueblo.

Suelto una risa que hace que volteen a verme.

-Ademas... Lex también va, con Alice Cullen.

Traición.

Antes de poder decir nada tocan la puerta.

-Comportate-le pide Bella a Charlie, este carga su escopeta y hace un aro sobre su cabeza fingiendo ser un angelito.

Bella abre la puerta dejando pasar  a Edward y Alice por está, una sonrisa tonta se me escapa al verla y Charlie parece notarlo pues me mira unos segundos intentando descubrir que tipo de relación llevo con la chica.

-Jefe Swan, quería presentarme formalmente, Edward Cullen-

-Hola Edward-

-Alice un placer- Se presenta mi duendecillo tendiendo la mano a Charlie con una sonrisa este la toma y sonríe de vuelta-No llegarán tarde, vamos a jugar beisbol con la familia.

-¿Béisbol? ¿Bella va a jugar béisbol?, Buena suerte con eso.

-No se preocupe cuidare de ella- asegura Edward.

Empiezan a alejarse y Charlie le hace una seña a Bella preguntando por el gas pimienta a lo que ella solo asiente.

-No te preocupes Charlie, sabes que yo la cuido cualquier cosa.

Alice y yo salimos para dirigirnos a su carro.