>«Querido diario –comenzó esta su escrito, como otras tantas veces-, hoy me siento especialmente fatal. Mi querido No.1 (número 1) ha terminado su relación con su gorda novia. Sí, sé que debería estar contenta, por fin se alejó de esa niña que tanto me hizo enojar en su momento. No sé qué le habrá visto 1 a esa manipuladora, pesada y traicionera escuincla. Pero no estoy contenta, porque me rechazó ese sándwich de albóndiga que guardé especialmente para él. Me desilusiona un poco, aunque debo ponerme en su lugar ahora mismo y ser comprensiva con lo que está pasando. A lo mejor ahora sí podré acercarme a él como es debido, ahora que renuncie definitivamente al puesto de líder supremo de los chicos del barrio. Siempre he valorado este puesto, esforzándome tanto como me ha sido posible para que todo fluya como debe ser, sin embargo, hace bastante tiempo que quiero tener más libertades. Quiero aprovechar estos momentos para acercarme más a él, conocerlo mejor y –sus mejillas se tiñeron de rojo- poder confesarle lo mucho que siempre lo he admirado y lo mucho que me gusta. Ah, estoy completamente enamorada de ti, Miguelón One. Estoy segura de que te recuperarás pronto de esta ruptura y ojalá pudiéramos comenzar algo entre los dos. Tranquila, Rachel, para eso tienen que conocerse un poco más. Bien, hasta aquí mi reporte de hoy, querido diario» -No.362 cerró el cuadernillo, lo colocó en su buró y apagó la luz de la lámpara, cerrando por fin sus ojos, no sin antes dejar escapar un suspiro-
>«No puedo creer que esto haya pasado –No.1 se sentó en uno de los balcones de la casa del árbol, admirando la luz de la luna-. Siempre creí que las relaciones eran algo para toda la vida. ¿Qué hice mal, Luis Miguel?» -terminó su pensar con esa pregunta, no encontrando respuesta para su situación-
>Oye –una voz calmada y baja lo hizo girar su punto de vista, encontrándose con No.5-. ¿Qué pasa, calvito? -1 siempre había sido como su pequeño hermano y al verlo llegar tan abatido no pudo dejar de preocuparse por este, así que sabiendo que los demás estaban dormidos y al verlo salir de su habitación, tomó la determinación de hablar con él, para ver si podía ayudarlo en algo-
>Solo, no me siento del todo bien, Cinco –ella se acercó a este, recargando sus brazos en la madera del balcón-. Aunque sé que estarás ahí hasta que te cuente lo que me sucede.
>Tú me conoces bien, chaparrito –le golpeó levemente uno de sus hombros, como muestra de hermandad-. Ahora desembucha.
>Lizzie terminó conmigo –5 no se sorprendió mucho, pero le cuestionó a 1 los detalles, obteniéndolos enseguida-
>¿Quieres que te diga la verdad, número Uno? –ahora ambos se estaban mirando, aunque 1 tenía la mirada algo decaída-
>¿Cuándo no me la has dicho? –la chica respingó, a lo que este rio ligeramente-. Descuida, Cinco, todos tenemos nuestros secretos. Dime la verdad –se giró nuevamente, observando con atención la luna-
>Miguelón, siendo honesta, me da gusto que hayan terminado –No.1 quedó de piedra, pero siguió escuchando-. Esa niña era una manipuladora, egocéntrica, quería toda la atención de tu parte, detestaba que hicieras misiones con nosotros y encima llegó a traicionarnos solo por un poco de comida. Yo –le colocó una mano en su hombro- no sé qué le veías.
>Sí te soy sincero –resopló-, yo tampoco lo sé.
>¡¿Cómo dices?! –Tapándose rápidamente la boca, asustada de haber despertado a los otros con su grito-
>Lo que escuchaste. Honestamente, no sé por qué seguía con ella –No.5 lo miraba sin poder creer lo que escuchaba-. ¿Recuerdas el día que me regaló ese casco? Bueno, yo solo lo recuerdo a palabra de ustedes (se refiere a lo que les hizo estando controlado). Pero desde entonces, si cuadro las cosas, solo estaba con ella y punto.
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Operación: G.E.N.O.C.I.D.I.O.
General FictionNúmero Uno ha sido reclutado por Los chicos del barrio galácticos, con la promesa de liberar a todos los niños del universo de la tiranía de los adultos y adolescentes, ¿pero qué costo habrá que pagar para lograr tal meta? Por su lado, ¿qué será de...