Fin de la trasmisión

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>¡Muy bien, muy bien, lo haré! –El gesto que dibujó fue raro, pero algo normal ante el dolor que sintió cuando 1 retiró la barra de metal de su cuerpo- Conocí a Número Infinito hace muchos años -1 alzó la varilla-. Espera, espera, no te haré el cuento largo. Lo conocí y me habló todo lo que ya sabes sobre el crecimiento y los niños primordiales que quedaron en el espacio y cómo el virus del crecimiento se esparció. Él me explicó sobre la vacuna que intentaban crear. Yo quedé fascinado con todo eso y le ayudé. Antes de mis trece años recibí el suero y –una extraña risa salió de sus labios-, y, ja, ja, ja, ja. ¡Número Uno, pensé en la cosa más divertida de todas!

-Rachel y 800 trillones se habían alejado de todos, sosteniendo una ardua batalla. Las niñas estaban sangrando de sus labios y sienes. Las dos respiraban con dificultad. 1 no les había mentido cuando mencionó que estos niños estaban a otro nivel. Sin su entrenamiento especial esa niña estaría barriendo el suelo con ella desde que comenzaron su contienda. Cuando terminara todo esto se aseguraría de agradecerle como era debido a su novio. La chica galáctica fue al ataque, lanzándole una patada giratoria. Rachel se agachó, mas la otra niña ya estaba en posición, acertándole una patada ascendente en la barbilla, mandándola al suelo de espaldas, dejándola totalmente aturdida-

>He ganado, rubia oxigenada –ofendió esta a su rival-. No puedo creer que Uno no te haya podido olvidar en todo el tiempo que estuvo aquí. Y mira que desperdicio de su tiempo.

>De manera que por eso te abalanzaste sobre mí en primer lugar –se levantó con esfuerzo, alzando la mirada, mostrándose orgullosa-. Debiste ser tan poca cosa para mi querido novio, que nunca te mencionó al volver a la Tierra. Y no te confundas, si en verdad quieres ganar tendrás que arrebatarme la vida.

-Esa última línea significaba que defendería su relación a como diera lugar. La chica morenita se enrabieto al escuchar eso-

>Pasé dos años conociéndolo, más que todo el tiempo que tú fuiste su amiga en la Tierra, y pese a eso nunca fue capaz de olvidarte –mostró los dientes-, no tiene sentido.

>Es cierto, mi novio puede ser algo raro –800 trillones gruñó en respuesta-. Aun así, yo siempre estuve esperando por él y valió la pena. Ahora deja de rabiar, que no me interesa tu maldita novela fallida... mugrosa mona traga pulgas.

-La chica morena le lanzó otra patada, pero esta vez Rachel la sostuvo con ambos brazos, alzando uno y rompiéndole la pierna al dislocarle la rodilla. La niña dio dos saltos hacia atrás tratando de aguantar el dolor, pero la rubia se acercó a esta tomándola ahora por un brazo, palanqueándoselo y rompiéndoselo-

>Falta –respiró muy agitada por ese sobreesfuerzo- romperte la cabeza –la niña morena comenzó a pedir clemencia-. No, no te la brindaré. Ustedes harían todo para detenernos... y yo le dije a mi amado que si él se veía a sí mismo como un asesino yo también lo sería. Ahora muere, niña tonta –activando su bota jet la pateó en la cara, con tanta potencia que le rompió el cuello, acabando con esta-. Sé que los chicos harán lo propio –sin mirar atrás avanzó, en búsqueda de Miguelón-

>¿Cuál fue esa cosa que pensaste? -1 ya intuía la respuesta, pero de verdad quería escucharla del niño que lo mandó hace años al espacio-

>Una guerra, Miguelón. Pero no una guerra cualquiera entre niños y adolescentes, sino una entre bandos del mismo género pero con circunstancias diferentes. Los niños primordiales contra ustedes, las creaciones de los primeros. Le dije a Número Infinito que para acabar con todos los adultos y adolescentes se necesitaba una gran fuerza. Él tomó mi palabra y a lo largo del universo fuimos dejando el legado de KND, para ir reclutando a los mejores y que fueran parte de nuestras filas, la fila que en su momento era la más débil. Claro que primero debíamos quitar a los adolescentes y adultos del medio, eso no cambiaría nunca, mas una vez eso sucediera, empezaría la verdadera lucha, la lucha entre niños que determinaría al bando ganador. Obviamente, los niños primordiales no podrían ser partícipes directos de la contienda, solo servirían como los observadores de su propio ejército.

Operación: G.E.N.O.C.I.D.I.O.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora