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-1 bajó del estrado una vez cedió la palabra al líder supremo, quien los despediría. Llegó con Rachel y la tomó de una mano, para ir con sus amigos-

>Un poco más y me daba la chiripiorca –Rachel rio, llamándolo ocurrente-. Oye, es en serio, fíjate, fíjate, fíjate.

>Ay, Miguelón, eres un tontito –lo soltó de la mano para reunirse con el resto-

-Los chicos felicitaron a su exlíder por las palabras antes mencionadas. Después partieron a su hogar. Los días siguientes fueron rutinas de entrenamiento cada vez más intensos, donde 1 exigía que dieran lo mejor de sí mismos en cada uno de estos. Él, junto a sus amigos, terminaba exhausto. Nadie se quería quedar atrás, todos eran conscientes de lo que enfrentarían. Cierto día, 1 por fin había terminado lo que tanto necesitaba para dar el gran paso a la reasignación de adolescentes y adultos. Suspiró largamente, buscando a su padre hasta dar con este. Apuntó el aparato y esperó que diera resultado-

>¿Papá? –preguntó una vez el rayo desapareció-

>¿Eres tú... mi pequeño Número Uno? –Miguelón no se lo creía, ¿de verdad había funcionado?- Oye, ¿qué pasa agente? –Esas fueron las palabras que borraron todo rastro de duda en el chico-

>¡Papá, volviste! –El señor contestó con una pregunta-. Es una larga historia, pero tengo que contártela o solo crearé confusiones. Antes vayamos por mamá.

-Con su madre fue una historia similar. Una vez calmadas las aguas los tres se sentaron en la sala. 1 les contó todo al respecto, desde el día de su despedida e ingreso con Los chicos del barrio galácticos hasta su regreso y la guerra próxima. La charla se extendió tanto como fue necesario para que No.0 y 999 entendieran al cien por ciento a la amenaza que habrían de enfrentar en menos de un mes. Les costó asimilarlo, peor cuando vieron todas las evidencias de su hijo estaba más que claro para estos que la lucha era la única opción. 0 revisó el módulo creado por su hijo, felicitándolo por haberlo hecho tan bien. Ahora debían ir por Padre. Padre se sorprendió al ver a la familia One en su morada, siendo atacado con el rayo del módulo recuperador sin que tuviera tiempo de reaccionar. Cuando recuperó la compostura se mostró confuso por tenerlos enfrente. 0 lo puso al corriente tan rápido como pudo, pidiéndole que lo acompañara en la batalla, pero más importante que lo acompañara a ver a su padre. Benedicto les dijo que esa sería una mala idea y así resultó ser. Fue extremadamente complicado razonar con él, pero una vez lograron hacerle entender apaciguo su ira y los escuchó con atención-

>Abuelo –hablaba No.1-, sé que odias a los KND, pero esto va más allá de tus antiguas batallas. Los niños que crearon a los primeros adultos van a regresar, en un intento por recuperar su planeta, y no solo intentarán matarlos a ustedes, también nos matarán a nosotros, los niños –el viejo le dio una mirada extraña-. Sí, sé que suena difícil de creer, pero hay cosas que incluso tú desconoces y desconocías en tus tiempos de niñez. Así como yo. Que yo haya sido seleccionado para unirme a sus filas, seguramente esté provocando ahora que se sientan arrepentidos de tal decisión, pero eso no importa ahora. Lo importante es que tienen un número infinitamente mayor al nuestro y nos aplastarán como insectos, justo así nos ven, como bichos raros que deben ser eliminados. Yo aprendí mucho allá y les brindaré a todos mis conocimientos en cuanto a pelea, pero necesito más poder... Te necesitamos, abuelo.

>Demuéstrame lo que aprendiste y tal vez crea tus palabras, niño –No.1 apretó los dientes, pero no iba a ceder-

>¡Muy bien, abuelo! Una contienda uno a uno, aquí y ahora –desafió el pequeño-

-El Abuelo convocó llamas alrededor de su cuerpo, pero estas mismas pronto se acabaron al sentir cómo algo le atravesaba el cuerpo, a la altura de su pecho. Llevó la mirada a esta parte de su cuerpo, encontrándose con una especie de arpón hundido ahí-

Operación: G.E.N.O.C.I.D.I.O.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora