Parte 1

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En la residencia Matsuno, el segundo hermano ojeaba una revista recostado cómodamente en el sofá de la recámara, disfrutando la breve soledad que podía tenerse en una casa de ocho personas. Su lectura fue interrumpida por el timbrar de un celular, con ligera pereza se encaminó a uno de los cajones de ropa, en el interior reposaba el teléfono de Todomatsu, aquel aparato que en dicha ocasión tuvo que dejar el menor por orden de su madre que estaba cansada de verle pegado a la pantalla todo el día, por ello lo habría arrastrado a realizar las compras. El segundo nini observó en la pantalla el nombre de un tal Atsushi, dejándole sonar consideraba como mejor opción no hacer nada; pero a pesar de ignorar la llamada la insistente melodía no dejaba de sonar, bufó por lo bajo antes de responder – Hola... – su saludo fue cortado por la repentina voz al otro lado de la línea.

/ Matsuno, escucha con atención, realmente no quiero repetirlo y espero entiendas que esto es una emergencia y por eso me decidí a llamarte /

Karamatsu guardo silencio, no tenía idea de cómo interrumpir al hablante que, por su tono, advertía estaba desesperado.

/ Te daré una dirección, necesito que vengas cuanto antes, prometo recompensarte muy bien, ¿Ok? /

El nini respondió al instante con un rápido "sí" escuchando atentamente las indicaciones.

/ No tardes /

Aquello fue lo último que escucho antes de que la llamada fuese cortada. Meditó unos segundos sobre su siguiente acción, no podía aguardar a que Todomatsu llegase para contarle lo ocurrido ni ir a buscarle, en ambos casos era una pérdida de tiempo y el amigo de su hermanito parecía requerir ayuda con gran urgencia.

*

Karamatsu llegó sin problema a su destino, acomodando sus gafas oscuras veía con detenimiento el letrero a la entrada, tragó pesado antes de mirar a su alrededor y asegurarse que nadie le vería entrar en aquel hotel. Al hallar la habitación indicada tocó un par de veces dubitativo.

- Adelante – se escuchó del interior.

El sextillizo entró con cautela y avanzó hasta quedar a varios pasos de una cama, deduciendo que el castaño sobre la misma sería Atsushi.

- ¿Totty? – cuestionó el joven perplejo, pese al parecido facial, en definitiva no podía imaginar a su amigo con una chamarra de cuero.

- Soy el hermano mayor de Todomatsu – respondió con un tono gélido, tratando de hallar una buena explicación para que aquel tipo estuviese solo en pantalones y esposado por la muñeca izquierda en la esquina de la cabecera.

- No comprendo – musitó con claro desconcierto.

- Él dejó su teléfono, soy yo quien te respondió y decidí acudir porque supuse que era una emergencia. ¿Esta es la recompensa mencionada para Todomatsu? – inquirió bastante molesto.

- Aguarda, estas malinterpretando todo, realmente es una emergencia – agitó la mano libre para recalcar su punto. Cuando el otro se cruzó se brazos él dejó ir un pesado suspiro – vine aquí con una chica, todo iba bien hasta que quiso jugar con las esposas y, bueno, optó por llevarse mis pertenencias.

El Matsuno enarcó una ceja con escepticismo - ¿Cómo te comunicaste?

- Le advertí que mi celular y auto eran fáciles de rastrear, así que tomó la cartera, mi reloj, el saco y la camisa – detalló con gran pesar - apenas y logre evitar que se llevara también mis pantalones.

Karamatsu relajó su semblante a la par que bajaba los brazos – ok, digamos que te creo, ¿Por qué no solo pediste por ayuda?

- Ya es bastante vergonzoso lo ocurrido como para querer que terceras personas se enteren, por eso tenía fe en Totty.

Pasos para no enamorarseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora