Parte 9

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Los padres optaron por hablar en privado con su segundo hijo, eligiendo su recámara como el lugar propicio para ello, mientras el resto aguardaba abajo, en espera de noticias.

- Ya llevan mucho tiempo hablando – se quejó el mayor recostándose perezosamente sobre el suelo – me aburro.

- Debemos ser pacientes, no pienses que es algo tan simple de tratar – habló el tercero esperando hacer conciencia en todos los presentes mientras aguardaba de pie cerca del marco.

- ¿Karamatsu nii san volverá a ser el de antes? – preguntó Jyushi balanceándose sobre su gran pelota.

- Ojalá que no – respondió Ichi al instante, manteniéndose sentado en una esquina observaba la puerta.

- Quizá sea bueno que perdiera la memoria – siguió Totty recargado en la mesa con su celular en mano – ahora dejará de ser tan doloroso y vergonzoso.

- ¡Eso me da una idea! – se irguió el mayor repentinamente – como no recuerda nada tendrá que confiar en nosotros para saber que le gusta y que no, le diré que siempre me presta dinero y cuanto le gusta ir conmigo a los caballos – explicó con una mueca maliciosa su plan.

- ¡Le diré que me compra dulces, pelotas de béisbol y que es mi catcher! – opinó el quinto saltando de emoción.

- Podría hacer que me acompañe más seguido al centro comercial y de paso cambiar su horrible armario – se unió el más joven.

- Lo hare comprar comida de gato, la más cara – opinó el cuarto con su sonrisa afilada.

- Eso no es correcto – reprendió el tercero cruzándose de brazos – no pueden aprovecharse de Karamatsu nii san de esa forma.

- Como siempre arruinando la diversión – Osomatsu pasó el brazo por los hombros del menor - escucha Pajamatsu, Karamatsu estará confundido, nosotros como sus hermanos debemos velar por su bien, si queremos que se sienta cómodo habrá que integrarlo a nuestras actividades, eso nos hará felices y por lógica a él también.

El de verde analizó lo dicho – Bueno, suena un poco coherente, en todo caso, cuando recupere sus memorias todo volverá a la normalidad.

- ¡Exacto! – celebró el de rojo palmeando la espalda del menor – inclusive podrás enseñarle sobre tu preciada Reika.

- ¡Ese no es su nombre!

- Como sea – le resto importancia mientras los otros reían – entonces, todos estamos de acuerdo, ayudaremos a Karamatsu.

Los menores asintieron al momento justo en que la puerta fue abierta, dejando ver a sus padres en compañía del segundo hijo.

- Tomen asiento – ordenó el patriarca a lo que los cinco obedecieron sin rechistar acomodándose uno al lado del otro, mientras al frente los padres les imitaban manteniendo a Kara al centro.

- Los escuche decir que ayudaran a su hermano – Matsuyo habló con orgullo – me alegra saberlo ya que será un desafío para toda la familia, así que empezaremos con lo básico, preséntense por favor con Karamatsu – solicitó con suavidad.

El nombrado se habría mantenido con el rostro agachado en todo momento, al menos hasta escuchar su nombre, lo que le obligó a erguirse y dejar notar el rojo en sus ojos – Cuento con ustedes – habló bajo antes de una leve reverencia.

- Esto es raro – musitó el de rosa antes de levantar la mano – Bien, yo empiezo, mi nombre es Todomatsu, el sextillizo más joven, soy tu hermanito consentido y te gusta acompañarme de compras a la plaza – aseguró con la expresión más adorable que tenía.

Pasos para no enamorarseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora