Ride or Die © jjk

4th

4TH: ACTS AND CONSEQUENCES

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Piso el freno, realizo un cambio tan pronto como puedo y giro en la curva cerrada. El volante tiembla bajo mi mano mientras el asfalto me desgata los neumáticos y exitosamente consigo volver a enderezarme luego de esa maniobra sin haberme resbalado tanto.

—Puede ser mejor, Myah —Escucho decir a YoonGi en mi auricular como una advertencia a la que debo prestar atención y aprieto el volante, expulsando un suspiro desesperanzador—. Un error como ese puede costarte el puesto si tienes a alguien a tu diestra.

—Resbalarse en una curva cerrada es normal luego de una llovizna —es mi respuesta contundente dentro de un tono bajo—. ¿Tienes alguna noticia de mi auto?

Siendo que estos dos últimos días desde que vi a JungKook han sido un martirio gracias a que YoonGi me ha forzado a utilizar un auto terriblemente acondicionado para las pistas, no obtener respuestas sobre dudas también pone mi mundo de cabeza. Es como si todo se entrelazara a un motivo en particular al que soy ajena o simplemente soy muy ciega como para notarlo.

—No luego de que me ocultaras tu pequeño encuentro con JungKook, Myah.

Entonces todo me cobra sentido y me maldigo por ello. Porque si bien es cierto de que le oculté ese detalle, también fui algo idiota al permitir que me llevase hasta mi apartamento sin recordar que TaeHyung, al contestar mi mensaje, me avisó que esperaría enfrente de mi edificio para hablarme sobre lo sucedido.

Creí que no volvería a exponerme, pero por lo visto, me he equivocado y ahora debo lidiar con el humor de perros que tiene mi jefe por mi desliz.

Tomo aire y me preparo para la siguiente curva mientras me muerdo el labio inferior cubierta del recelo, casi sin pensar en lo que estoy por hacer.

A diferencia de la anterior, no resbalo y una vez enderezo el volante, empujo el pedal del acelerador con mi pie para aumentar la velocidad y veo a YoonGi a la distancia.

No le estoy pidiendo mucho, al contrario, lo que se supone que está en sus manos es mi futuro y creo tener el derecho de saberlo. Sólo quiero tener respuestas que me quiten la consternación de la cabeza y pueda convencerme de implementar nuevas costumbres tras haber sabido sobre lo peor, pero lo único que está logrando es enervar mi ánimo con más dudas.

Freno de golpe, el sonido de los neumáticos desgastarse me cautiva la audición y por medio del visor de mi casco, los ojos de YoonGi me ven escépticos por mi imprudencia brillando también en la decepción de mis actos.

—¿Y así pretendes que confíe en ti, Myah? —finaliza el contacto alejándose del auto con pasos largos y sacándose los auriculares.

Me apresuro a quitarme el seguro de los cinturones, saco el casco de mi cabeza y lo dejo dentro del auto en el asiento de al lado. Emito una queja cuando al quitar la malla de seguridad y deslizarme por la ventana me produce un calambre en una de mis piernas, imposibilitando la facilidad de seguirle el trote.

De pronto se detiene y voltea hacia mí, arrugando el rostro por los rayos del sol.

—No te advertí de JungKook para que hicieras lo opuesto, Myah. ¡Es tu ex-cuñado y tu rival! —exclama con evidente frustración para continuar revolviendo su cabello, haciéndome olvidar el dolor residual en mi pierna por mi irresponsabilidad— ¿Sabes lo costoso que sería limpiar tu imagen si se te ve saliendo con el hermano de tu antigua pareja? Volviste a Corea, compórtate como tal si quieres estar en la temporada.