Capítulo 40

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Luego de que Yeji dejará de llorar se alistó para estar presente en la fiesta, durante todas las horas estuvo acompañada de Suga quién no iba a dejarla sola. Las personas que fueron a la fiesta fueron la mitad de los invitados, ellos seguían hablando sobre la infidelidad de Félix y aún así disfrutaban del buffet; cuando la fiesta llegó a su fin todos se fueron, Yeji se dirigió al departamento para sacar todas las cosas de su ex pareja dejándolo en la calle pudo dormir.

Después tres semanas Jin con pasos firmes se dirigía a casa luego de haber estado viviendo en el departamento de Suga, Nayeon lo recibió debido a los papeles de divorcio.

— No voy a firmar esto, no voy a divorciarme. —Sentenció al romper el papel en mil pedazos, obteniendo el asombro por parte de Nayeon.—

— ¡¿Por qué no quieres darme el divorcio?!  —Nayeon golpeó la mesa debido a la furia, después de tantas emociones juntas sintió un leve mareo.— Jin yo no pienso estar contigo, no voy a perdonar una infidelidad así que ahora tú vas a preparar los papeles de divorcio o nos iremos a un juicio.

— Yo no quiero separarme de ti, Nayeon yo te amo ¿Lo escuchaste? Te amo. —Alzó la voz como si quisiera reparar todo con dos palabras, él creía que así iba a ser, pero Nayeon no lo aceptaría.—

— Eso lo hubieras pensado antes de haberme sido infiel, no me veas de esa forma como si yo fuera la culpable de esto... Aquí tú eres quien arruinó esta familia, la persona que ocasionó este divorcio eres tú, tú te olvidaste de tu esposa e hijos, yo no soy la mala quién quiere romper a su familia.

— Por favor Nayeon, yo-

— ¡Ya deja de decir esa maldita palabra! Nada va a cambiar si lo sigues diciendo, no quiero escucharte más, voy a iniciar el juicio para divorciarme de ti así que debes estar preparado porque yo... —Nayeon se quedó en silencio al sentir un líquido caer por sus piernas, el parto se había adelantado.—

                                    ∞∞∞

••• En la cafetería •••

— ¿Qué pasó? Tengo poco tiempo, debo seguir trabajando. —Yeji se sentó en la mesa y vio como Suga estaba inquieto.— ¿Qué pasa? Conozco esa expresión, pero ya no tengo prometido que me este engañando.

— Lo sé, lo eh estado pensando durante estos días y haré una locura. —Soltó una pequeña risa al sacar la sortija que tenía en el bolsillo de la casaca y lo puso sobre la mesa.— Quizás es tiempo de que nosotros...Nosotros intentemos algo más que una amistad.

— Me hagas esto. —La mujer se mordió el labio inferior al ver la sortija.—

— Me di cuenta muy tarde sobre mis sentimientos, mejor dicho tú me lo hiciste saber y yo solo no pensaba que podía perderte por tres años. Acepté que me gustabas cuando ya no estabas, luego volviste con un prometido y eso jodió todos mis planes porque planeaba darte esta sortija cuando volvieras, esta vez no quiero perder el tiempo en inseguridades, quiero lanzarme a esto que siento... ¿Cuál es tu opinión?

— Tú lo sabías Suga, durante meses yo te dije que me gustabas en ese tiempo y tú solo te confiaste ¿Sabes que es tu ego y orgullo? —Yeji siguió mirando el anillo y una pequeña parte suya la quiso tomar, pero al final no lo hizo.— No, no quiero casarme contigo.

— ¿No te gusto? Los dos sentimos lo mismo, podemos-

— No es no me gustes, de echo me gustas demasiado a tal punto que nunca te voy a olvidar...pero no merezco esto, no debo esperar tanto tiempo para escuchar las palabras que quiero, estoy cansada de esperar, porque allá yo creí que un día ibas a sorprenderme y confesarte y nunca llegaste. Tienes dinero, tienes un trabajo, hiciste tú vida y yo hice la mía, fue difícil aceptar mi amor no correspondido esperando que el chico que me gusta tenga el coraje de decirme "Te amo", no voy a vivir de esa forma, elijo mi felicidad.

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