KARMA [House of the Dragon]

Capítulo 12: Peticiones

[ Día 14: Quinta Luna: año 148 D.C]

{Red Keep: King's Landing}

Aemond supo que todo había acabado y que no habría oportunidad cuando vio a los Dayne caminar por los jardines.

Lucerys colgando del brazo de Arthos Dayne, cada uno tomando de la mano a una gemela. Detrás de ellos estaban los chicos más pequeños ( ellos demonios de ojos lilas que le lanzaron huevos), delante de ellos estaba la hija más grande que no paraba de hablar de su boda que sería en pocos días.

Aenar y Allan detrás de todos con una suave sonrisa.

Una gran y amorosa familia.

Lo que pudo haber sido para Aemond, Lucerys lo consiguió en Dorne, y todo porque Aemond se dejó influir en comentarios de su madre y abuelo.

En la noche escribió un mensaje, diciendo al mozo de cuadra que ha estado sirviéndole por años que le entregará a Lucerys.

"... solo necesito pedirte algo y luego de esto, jamás me volveré a cruzar en tu camino. Veámonos tu y Aenar en los jardines de la reina"

Aemond envió su mensaje esperanzado para el día de mañana.

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[ Día 15: Quinta Luna: año 148 D.C]

{Jardines de la reina: King's Landing}

Aemond vio llegar a su ex esposa junto a su único hijo. Aenar era un vivo retrato suyo, aunque el cabello era un tono más oscuro, pero los mismos ojos y la misma contextura.

Lucerys supo lo que hacía al verla llegar con un vestido violeta y detalles en plata. Los colores de la casa Dayne.

—¿Qué es lo que quieres? — preguntó Lucerys con una mano sobre el hombro de Aenar — Habla rápido.

—Se que lo hicimos...

—¿Hicimos? — Lucerys arqueó una ceja — Lo. que. tu. hiciste. Hace diecisiete años, yo me casé contigo por deber a nuestra familia. Tu fuiste testigo que era doncella en nuestra consumación y quede embarazada como todos esperaban.

—Lucerys...

—Tu fuiste el culpable de todo — lo señaló con su mano libre — Tu eres el único culpable al creer esos rumores.

—¿No se que hacemos aquí, madre? — dijo Aenar mirando solo a Lucerys — En tu estado no deberías someterte a estas tensiones..

Aemond vio como ella se tocaba el vientre donde estaba su octavo bebé. Sus delicadas manos sobre él aun plano vientre de Lucerys.

Octavo... Lucerys tendría un nuevo bebé y los únicos niños que Aemond sostuvo en sus brazos fueron los tres bebés de Helaena.

—¿De qué quieres hablar Aemond? — preguntó Lucerys con una seriedad en su voz.

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[ Día 15: Quinta Luna: año 148 D.C]

{Bóvedas de la Doncella: King's Landing}

Lucerys se quitó el velo de su tiara viendo a su esposo sentado con un libro y una copa de vino.

—¿Qué quiso el tuerto? — preguntó sirviendo un vaso de agua fresca a Lucerys.

—Ese idiota tenía la mirada de cachorro herido — Lucerys bebió el jugo. — Pidió solo una cosa, el sentimental ese.

—¿Y eso es...?

—Quiere que nos hagamos un retrato los tres — Lucerys tomó la mano de su esposo — Un detalle para tu estúpido corazón afligido.

Ambos se quedaron en silencio, Arthos bajó la cabeza y ella solo lo miraba.

—¿Tu quieres hacerlo? — preguntó Arthos viéndola.

—¿Me das permiso?

—Tu eres libre de hacer las cosas, Lucerys — contestó Arthos tomándola de la mano. — ¿Esa es tu decisión?

Ella se quedó en silencio. Sabía que si le daba esto a Aemond la dejaría en paz, Aemond siempre fue una persona viciosa, primero con el sueño de tener y dragón, obteniendo a Vhagar-

Ahora que sabía que Aenar si es su hijo, su único hijo se aferraría a eso, diciendo que es su derecho.

Pero si Lucerys le da este pequeño consuelo. Una pintura representando una falsa familia feliz será suficiente para mantenerlo lejos de Campo Estrella el resto de la vida de ella y de sus hijos.

—Si esto nos garantiza una vida tranquila, lo haré — contestó Lucerys.

Arthos sonrió y la atrajo en un abrazó, besando su frente y mejilla mientras se acurrucaban juntos.

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[ Día 15: Quinta Luna: año 148 D.C]

{Torre de Maegor: King's Landing}

Lilianna se encogió de hombros cuando su madre lanzó una botella de vino contra la pared. Desde que ella perdió al bebé Lilianna ha tenido que soportar los terribles cambios de humor de su madre.

—¡Es que eres una buena para nada, Lilianna! — gritó su madre acercándose hacia ella.

Gabrielle Tyrell, de soltera Fossoway, cogió los rizos rubios de Lilianna, aferrando sus gruesos dedos en el cabello de ella.

—Ya me informaron que tu marido se ha reunido con la princesa Lucerys y el príncipe Aenar — su madre agitó su cabeza haciendo a Lilianna chillar.

—Yo no tengo la culpa de aquello.

—¡Por supuesto que sí, niña estúpida! — su madre la abofeteó. Lilianna ya no era una niña, tenía veinticinco años — ¡Si no hubieras perdido a ese bebé!

—¡Fue un accidente! — chilló Lilianna defendiéndose. — ¡¿Tu crees que yo quise perder a mi bebé! ¡Fue culpa del Maestre!

Lilianna sollozó, ella nunca quiso tener hijos, pero los debía tener para ser alguien dentro de la corte. Ser la madre de un príncipe dragón y ser respetada, pero en vez de eso, siempre fue vista como una mujer con mala suerte y el útero dañado.

—¿No lo entiendes, Lilianna? — su madre cambió de la ira a la preocupación. Acarició la mejilla que hace segundos abofeteó con delicadeza — La presencia de la princesa te hace ver mal. Todos te comparan con la primera esposa del príncipe Aemond. La hermosa princesa dragón con siete hijos en su haber y un octavo en unos meses, a comparación de ti que estás más seca que los desiertos Dornienses.

Lilianna empezó a sollozar.

¿Por qué su madre se refería a ella de una manera tan cruel?

—Mi pobre niña — ella la abrazó — No te preocupes, cielo. Madre se encargara de todo, no tendrás que preocuparte de la princesa y como ella te puede destruir.

Lilianna sollozó.

¿Por qué la princesa la destruiría a Lilianna?

La princesa Lucerys no tenía ningún interés en Aemond. Ella era feliz con su gran familia que hizo junto a Arthos Dayne.