Me abrazó y no es que sintiese mariposas, sentía un puto zoológico en mi estómago.
Seguramente, en estado totalmente normal o sabiendo que él me estaba escuchado no hubiese dicho nada de eso.
- ¿Quieres que vayamos a casa? - dije cuando me separé de él
Asintió absorbiendo las lágrimas y volviéndome a abrazar.
- Lo siento Ferri, pero es lo que siento - dije mirando ahora a mi hermano
- No era consciente de lo que sentías - dijo él
- Porque no has sabido escucharme - contesté
- Perdón Val, iros a casa, yo me quedo con Sira y mañana nos vemos - murmuró antes de apretarme fuerte contra él
- Gracias - sonreí
Llegó el taxi y Pedri y yo nos montamos, dándole la dirección de mi casa. No dijimos nada en todo el camino, pero no separó su mano de la mía en ningún momento.
Una vez llegamos nos sentamos en el sofá, y nos miramos con los ojitos llenos de emoción.
- ¿Por dónde empiezo? - dijo
- Por el principio - pedí
- El principio lo sabes, estaba con ella... porque no podía estar contigo - aseguró - luego, me amenazó con publicar todas nuestras conversaciones si trataba de dejarla o algo por el estilo
- ¿Enserio? - pregunté atónita
- Sí, por eso he sido un auténtico gilipollas, pero joder Val, verte con cualquier otro me mataba, solo quería estar contigo
- Pedri, tampoco quiero estar con otro que no seas tú - sonreí tímida
- Lo malo es que me tiene amenazado, y es capaz de cualquier cosa - confesó - aunque Balde me ha dicho que confiase en él, no se qué querrá hacer
- Tranquilo, ¿vale? - dije acercándome a él - después de lo que hemos pasado esperar un poco más no pasa nada, al menos ya los dos sabemos lo que sentimos
- Yo sabía lo que sentía por ti desde el principio
- Sí Pedri, pero lo hemos hecho tan tan mal que nos hemos ido haciendo mucho daño
- Bueno, ¿y quien dice que eso no lo podamos arreglar ahora?
- ¿Quieres?
- ¿Intentarlo contigo?
Asentí.
- Es lo único que quiero - sonrió y noté como mi corazón daba saltitos
- Vamos a arreglar lo de la zorra esa, y te aseguro que esta vez va a salir bien - dije segura
- Te quiero - sonrió mientras agarraba mi mandíbula para dejar un suave beso en mis labios
- Te quiero más - dije haciendo lo mismo
- ¿Quieres que vayamos a dormir y mañana hablamos bien de todo? - preguntó mirándome
- Claro - sonreí
Ir por mi casa con Pedri agarrada de la mano para cambiarnos e irnos a dormir era lo único que quería y necesitaba en estos momentos.
Lo habíamos hecho tan jodidamente mal que nos habíamos ido destrozando uno al otro, sin darnos cuenta de que ambos queríamos exactamente lo mismo.
- ¿Quieres que vaya a por una camiseta o algo de Ferrán para que estés más cómodo? - pregunté
- Unas calzonas - dijo haciendo un puchero
Sonreí y fui a por unas que tuviese de deporte, llegué a la habitación y casi me quedo sin aire cuando lo vi sin camiseta.
Le haría absolutamente de todo ahora mismo, pero sé que aún nos quedaban por arreglar y hablar muchas cosas.
Ah, y estos meses le habían venido muy bien, estaba aún más bueno de lo que lo recordaba.
- Buenas noches amor - dijo acercándome a él, pasando su brazo por mi cuello y acurrucándome
- Descansa - dije mirando hacia arriba, impulsándome un poco para dejar otro beso en sus labios
A la mañana siguiente, me desperté abrazada a un cuerpo que dormía tranquilo, y al ver que era Pedri no pude evitar sonreír como tonta.
Me quedé un rato mirándolo, prometiéndome a mí misma que esta vez iba a hacerlo todo bien, que no lo he pasado mal en vano y que por fin merecemos ser felices.
Bajé a la cocina y me dispuse a hacer tortitas, cuando la puerta de la entrada empezó a abrirse.
- Hola - dijo Ferri al entrar
- Buenos días - sonreí
- ¿Y Pedri? - preguntó confuso
- Dormido aún - reí
- Val, he sido el peor hermano mayor del mundo - confesó
- No Ferri, simplemente has sido tan sobreprotector que no sabías ni lo que era bueno o malo para mí - respondí
- No quería verte sufrir - admitió
- Pero estaba sufriendo sin él, tu pensabas que estaba haciendo algo que nada que ver, y te cerraste en tu opinión
- Ya me ha contado Balde por encima lo de Lorena - dijo - y también he sido un amigo de mierda
- Habla con él, sabes cómo es Pedri, te va a escuchar - sonreí
- ¿Vosotros ya habéis hablado de todo? ¿estáis juntos? - preguntó
- Juntos no, aún no - corregí - estamos esperando a que se calmen un poco las cosas, pero es lo único que queremos
Se acercó a mí y cogió mis mejillas con sus manos.
- Lo siento, ¿vale? - dijo - voy a estar muy muy feliz si conseguís estar juntos, y te voy a apoyar Val, vamos a desmontarle todos los argumentos a la tal Lorena
Sonreí y me lancé a sus brazos.
Me daban mucha rabia algunos comportamientos de Ferri, pero sabía que lo hacía porque me vio tan tan mal en su momento que no quería que volviese a pasar por ahí.
- Qué bien huele - dijo Pedri bajando por las escaleras - uy, hola - dijo cuando vio a Ferri
- Buenos días - sonrió él
Sonrió y se acercó a mí sin saber qué hacer ya que estaba mi hermano delante, me miró sonriendo y me dió un beso en la frente.
- ¿Eso es un buenos días? - preguntó Ferrán - bésala coño
Pedri rió para subir mi mentón y darme un beso en los labios.
- Voy a ducharme, luego si quieres hablamos, a ti también te debo una disculpa - dijo mirando a Pedri
- Tranquilo tío, está todo bien - sonrió éste
- No, habláis, que luego se malinterpretan las cosas y no quiero más líos - aseguré señalándolos con la paleta que estaba usando para hacer las tortitas
- Cualquiera dice que no - rió Ferri
Mi hermano fue a ducharse y noté unos brazos rodeando mi espalda mientras cocinaba. Me sentía tan bien que no quería que apareciese un Gavi o Balde con malas noticias que hiciesen que se desmoronase todo.
Aunque esta vez tenía buenas sensaciones, algo dentro de mí decía que todo se iba a solucionar y que por fin íbamos a poder ser felices.
Al fin y al cabo, era lo que merecíamos.
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AMBIVALENCIA - PEDRI +18
FanfictionEscrito de otra forma, la ambivalencia es la experiencia de tener pensamientos y/o emociones de ambas valencias, positiva y negativa hacia alguien o algo. Un ejemplo común de ambivalencia es sentir a la vez amor y odio por una persona.