Biggering

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La habitación estaba llena de arreglos florales, cartas, la enfermera me facilitó una de ellas, eran de Once, disculpándose por no estar presente

-nos vemos más tarde, siempre tuyo- Once-Ler

Tiré la carta, me levante y vi a la pequeña Alice descansando, tomé una taza de té y prendí la televisión, la noticia de Alice estaba por todos lados pero lo que verdaderamente me molesto es ver que Once ya había publicado fotografías de la bebé sin mi permiso.

Lo llamé, cuantas veces fueran necesarias para que contestara, no tomaba mis llamadas, le solicité a una de las enfermeras cargar las cosas, me mudaría de vuelta a casa, no me gustaba el hospital me hacía sentir enferma.

Subí al auto con Alice en su canasta, ella dormía todo el tiempo era uña bebé tranquila, la instalé en su cuna y yo me senté junto a ella amaba verla, me sentía que con ella aquí todo era más brillante, todo era hermoso, hacía que me olvidara de todos mis problemas.

Pase todo el día junto a Alice, cayó la tarde y aún no habían señales de Once, ignoraba el hecho que no estuviera aquí con nosotras en estos momentos tan importantes, el gris de la ciudad cada vez era más presente y dañino, era algo que jamás le perdonaría a Once..

Once llegó casi que a media noche, apestaba a cigarro, note su presencia en la habitación por el fuerte olor

- disculpa que te despertara cariño- dijo viendo a Alice en su cuna- viste las flores que deje?

- No te vi a ti, que era tan importante que no nos acompañaste hoy-

-firme para una ampliación mayor de la empresa- dijo soberbiamente

-Pero Once, ya lo habías hecho porque más?!-

-Once-Ler* - señaló soberbiamente- solo me dedicó a crecer que te sorprende-

-es más importante tu empresa que tu hija?- señale decepcionada

- lo más importante eres tú, ella todo lo hago por ustedes-

-apestas a cigarro, sal de la habitación ese olor le hace daño a la bebé- comenté ignorándolo

Percatando mi comentario, abandonó la habitación, me levante hacia el balcón, cada noche habían menos estrellas, la contaminación era espantosa.

Salí hacia la cocina por algo para Alice, cuando encontré a Once cambiándose en nuestra habitación y junto con él algunas fotografías de Alice impresas

-De donde salieron esas fotos?- pregunté

- ah ya sabes las mando page six, solo por esa noticia me pagaron muchísimo dinero- dijo orgulloso

- como puedes vender todo, cada vez eres más artificial Once- dije decepcionada

-ya te dije que me llames Once-Ler, no lo vendí el público exigía eso y yo se lo di- dijo soberbiamente abrochando su Pijama

-ya no puedo contigo, estoy extasiada de ti, no te conozco- dije saliendo de la habitación

El rápidamente tomó mi mano confundida volteé

-ya deja de decir eso, no sabes lo molesta que eres con eso- dijo molesto

Me zafé de su agarre rápidamente

-molesta? Cada día desde esa maldita ampliación eres una persona diferente solo te interesa el dinero, no te das cuenta nuestra hija crecerá en un lugar contaminado y todo por tu maldita culpa - señale

- piensa lo que quieras, afuera todas las mujeres matarían por tener un hijo mío- dijo soberbiamente

Le di una cachetada, molesta y salí de la habitación el llamaba mi nombre diciendo que era un chiste, una broma, pero cada día sus "bromas" eran más recurrentes y de peor gusto.

Company (once-ler X Lectora) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora