Targaryen Royalty [lucemond]

Aniversario luctuoso

A/N: este capitulo no va a contener redes porque siento que no las necesitaba esta vez, espero que no se haga tedioso <3

━━━━━━ •◦ ♛ ◦• ━━━━━━

El sol se coló por las hebras de las cortinas dándole completamente en los ojos, ni siquiera le molesto, ya llevaba dos horas despierto. Apenas había conseguido conciliar el sueño, y todo porque Aemond se había mantenido en silencio desde que se fue de allí, ni un solo mensaje o llamada, y él no sería el que daría el primer paso. Por alguna razón, sentía que lo que había pasado entre ellos se había ido evaporando conforme la semana pasaba, y a eso se le sumaba el mal humor por haber tenido que discutir con su madre para poder cumplir con la estúpida promesa que le había hecho mientras lo tenía desnudo frente a él.

Tengo que dejar de tomar decisiones en caliente. Pensó.

Se incorporó para apoyar la espalda en la cabecera y estar más cómo a la hora de agarrar el móvil. Ojeó la pantalla con desgana, pasando por las múltiples noticias que hablaban sobre la reunión de la familia en la isla donde estaban las tumbas conmemorativas de todos los reyes Targaryen. Tenía cientos de mensajes de Joffrey volviendo a regañarlo por decidir quedarse allí, Jacaerys le había escrito sólo para saber cómo se sentía hoy, él parecía estar de acuerdo con su decisión, aunque era difícil saber su estado de ánimo por los escuetos mensajes que había compartido con él. Rhaena le había dicho que las cosas entre su madre y su hermano estaban algo tensas, al parecer ya le había contado lo suyo con Aegon y, aunque como madre no tenía ningún problema con esa relación, como reina debía ser más exceptiva. Así que no parecían estar en los mejores términos, quizás por eso había explotado con él de una manera que no lo había hecho antes.

Su promesa pendía de un hilo porque, aunque le daba mucho valor a mantenerla, priorizaba el estar bien con su madre, nada le parecía más importante que eso y sinceramente, le hacía falta mucho un abrazo suyo.

La vibración del artefacto en sus manos lo sobresaltó, miró la pantalla del celular y vio un número que desconocía en ella. Se debatió brevemente entre contestar o no, pero finalmente lo hizo.

—¿Diga? —preguntó, con voz rasposa.

—¿Te desperté? —la voz de Aemond le tomó por sorpresa, al punto de ponerlo nervioso, no estaba preparado para escucharlo sin haber dormido las horas necesarias—. Lo siento.

—Apenas acababa de despertarme —respondió intentando que no se notara la emoción en su voz—. ¿Qué paso con el otro número?

—Lo perdí —se quedó en silencio durante un momento, y lo agradeció, era casi relajante oír su respiración calmada mientras esperaba—. Quería saber si seguías en Driftmark.

Frunció el ceño, incómodo por lo directo que estaba siendo. No le costaba nada preguntar cómo estaba.

—Que si —contestó de mala gana y oyó al otro suspirar—. He discutido con demasiadas personas por prometerte eso, no puedo creer que me dejara convencer.

Una risa suave se oyó al otro lado del teléfono, provocando que sonriese inmediatamente.

—Te lo compensaré —le dijo, y escuchó cómo sus pasos empezaron a hacer eco mientras caminaba—, te lo prometo.

—Podrías venir, eso lo compensaría —aventuró tras pensarlo muy poco—. Quiero decir, ya sé que era tu padre, pero también era mi abuelo, y.... no, lo siento...