∆ Capitulo 1 ∆

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Esperando acostado en la cama, la luna se alzaba por el cielo, observando a través de la ventana con un gesto burlón. Otra vez no apareció, parecía decirme. Pero la ignoraba, perdiéndome en mis pensamientos.

Estaba empezando a pelear contra el sueño. Pero debía mantenerme despierto si no quería perder la llamada. Pero cada minuto que pasaba, más silencio había en la habitación y más pesado se me hacían los párpados. Ya casi eran las 3 de la mañana, y no había ninguna señal de él.

Ya me empezaba a preocupar. Ya era la tercera vez que esto ocurría. Así que decidí tomar el teléfono y llamarlo. Marqué su número y esperé un momento. Escuche el zumbido del teléfono durante unos minutos, y luego la grabadora.

Se me hizo extraño no tener alguna respuesta. Así que llamé otra vez. Pero justo cuando escuchaba los zumbidos pensé que Wolf podría estar durmiendo, y que llamando a esta hora lo molestaría.

Pero en ese mismo momento contestó- ¿Hola?

-Wolf, ¿estás bien? -le saludé, aliviado de tener respuesta- Espero no haberte despertado.

-Ah, no, está bien. ¿Por qué preguntas? -dijo.

-Es que llevo tres días sin hablar contigo -le expliqué-. Y pensé que te pudo haber pasado algo...

-Ay Fox, si te preocupas con facilidad -río Wolf-. No me pasa nada, solo que últimamente he estado llegando a casa bien cansado y solo quiero dormir -me contó.

-Entiendo, en ese caso supongo que colgaré para que descanses -sugerí.

-Está bien. Mañana hablamos, ¿sí? -dijo Wolf- Buenas noches -y con eso colgó.

Solté un suspiro aliviado. Bueno, mañana volveremos a lo nuestro, pensé. Así que dejé el teléfono a un lado y me acosté en la cama para dormir tranquilo.

Pero desafortunadamente volvió a pasar. Y otra vez después de eso. Wolf desaparecería por un par de días, llamando más tarde de la tarde de la hora usual, dejando un mensaje disculpándose, o en algunos casos simplemente no aparecer durante la noche. Cada vez que lo contactaba se disculpaba y prometía que trataría de evitar que pasara otra vez.

Pero eso resultó ser solo una promesa vacía. Y al llegar el primer año desde nuestra separación, dejamos de hablarnos...

Me gustaría decir que simplemente acepté mi destino y continué con mis estudios. Pero la preocupación y la tristeza se apoderaron de mí. Pasaría todas las noches despierto con la esperanza de que él aparecería. Con la esperanza de que escucharía su voz. Pero nunca sucedió, nunca llamó, nunca apareció.

La falta de descanso me afectó gravemente. Andaría todo el día cansado, bostezando, sin energías. Y pronto empezaría a caer dormido en los momentos menos indicados: durante clases. Y las consecuencias no tardarían en aparecer, cuando casi repruebo un examen importante. Supe de inmediato que debía hacer algo.

Así que, aunque no me gustara, seguí el consejo de mi padre, y me dediqué a mis estudios. Siempre que podía, intentaba estudiar para la universidad. Y de vez en cuando hablaría con mis amigos que sí mantenían contacto conmigo; como Krystal, Falco y Slippy.

Pronto vi los resultados de mi cambio de enfoque. Y me decidí a hacer lo posible para mantenerme enfocado en mi futuro. Decidí que estudiaría leyes para así ser abogado, y tres años más tarde empezaría a asistir en la escuela de Derechos que había en el plantel. La presión aumentó considerablemente con todo el trabajo y lectura que había que hacer, por lo que no podía hablar tanto con los otros como antes, pero trataba de mantenerme en contacto.

Mi futuro se veía brillante, con buenas calificaciones y buenas relaciones con mis compañeros y maestros. Y cuando hablaba con Krystal, Falco y Slippy la pasamos bien hablando de diferentes cosas. Realmente extrañaba tenerlos a mi lado. Recordaba esos momentos donde los cuatros iríamos a divertirnos ya sea en un parque, un restaurante o la playa.

Soba ni ite ("Quédate por favor")Donde viven las historias. Descúbrelo ahora