18.00 hrs

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— Llegamos.

Una campanita había sonado cuando se adentraron al establecimiento.
Hacía calor en la calles así que el aire acondicionado de la librería fue refrescante para los recién llegados.

— ¿Cómo está mi sobrino favorito?

Shang Qinghua, un antiguo compañero de preparatoria quien le había ofrecido trabajo al ojiverde después de que se enteró de GuZi y el responsable de que también pudiera asistir a los festivales del pequeño, apareció con una gran pila de libros que limitaban su vista, por lo que en primera instancia no se había percatado de la otra presencia.

— ¡Hola tío!

Guzi fue corriendo a su encuentro. Basto unos minutos para que el menudo hombre dejara los libros a un lado y levantara al menor para darle un afectuoso abrazo.

— ¿Qué pasó? Papá salió preocupado de aquí. ¿Por qué estás lleno de lodo?

Qi Rong se limito a cargar al otro niño para que su amigo entendiera que era lo que pasaba.

— ¿Eh?

— Mmm, él es A-Qiu... Qinghua es complicado de explicar.

El pelilargo estaba cansado, quería tener más opciones para encontrar a los padres del menor, pero eran nulas en ese momento.

Lang Qianqiu sabía que el ojiverde estaba tenso, así que optó por hacer lo que el día anterior había hecho GuZi.
Con sus pequeñas manos tomo el rostro del mayor, lo miro a los ojos y le sonrió. De manera inmediata un leve sonrojo apareció y un beso en la frente del infante, cortesía de Qi Rong lo dejo en shock.

— No es tu culpa cielo, tranquilo. Encontraremos a tus padres.

— ¿Qi Rong?

— GuZi y A-Qiu forcejearon en la escuela por eso mi bebé está cubierto de lodo — volteo a mirar a Qinghua, mientras una triste sonrisa aparecía en su rostro—. Cuando llegue a la escuela, la directora me dijo que no está matriculado y desconoce su paradero, nunca lo había visto.

— ¿Cómo es eso posible?

— Así como escuchaste.

El adulto de ojos castaños se le quedó mirando al pequeño de ojos dorados, una extraña sensación se instalo en su pecho. Él no conocía a Lang Qianqiu, pero bastaba con la descripción detallada de Qi Rong para reconocerlo en cualquier momento, pues el que tuviera ojos dorados ya de por sí era una extraña y fascinante característica.

— Oye... A-Rong... ¿No crees que pueda ser...

— ¿El qué?

La alerta de Qianqiu se prendió, pero al instante se tranquilizó. ¿Cómo iba a ser posible que alguien que nunca había visto hasta el día de hoy, lo hubiera reconocido? Al menos que, ¿qué?, ¿qué Qi Rong hablara de él? IMPOSIBLE.

— ¿Qué sea hijo de Lang Qianqiu?

— ¿QUÉ?

Todos los presentes se sorprendieron de la palabra, pero no había sido por el tono o que se haya dicho en medio de un grito, sino por quien lo había dicho.
Lang Qianqiu había cerrado fuertemente su boca, se le había escapado. No tenía que hablar, pero simplemente esa conjetura lo había frustrado tanto que tenía que defender su honor. ¿Él tener un hijo?, por dios si lo único que había besado era a su novia de la primaria y las colchonetas cuando no le salía su rutina.
Pero algo importante que se percató es que el castaño SÍ lo había reconocido, pero ¿cómo sabía de su apariencia?

— Ammm.

Qi Rong por su parte le sorprendió la respuesta del pequeño, era como si quisiera proteger a Lang Qianqiu... ¡ESPERA! Qianqiu, A-Qiu... ¿Qué estaba pasando? Estaba pensando en una posibilidad, pero era demasiada absurda para siquiera plantearla como opción

No es tan malo como dicen.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora