—Tengo un sobrino... —Davo cayó en la silla durante el almuerzo cuando su hermano lanzó la noticia que se asemejaba a una granada existencial. Al menos lo hizo antes de que llegaran los platillos.
—Sí —dijo Neben con una risilla que denotaba el nerviosismo que lo consumía.
—Iré contigo.
—No, tú tienes que resolver cosas aquí. Además, la cuestión no es tan sencilla.
—¿Por qué? Eres su padre. Irás a conocerlo y evaluar la situación. No se mudará con ustedes de inmediato ni mucho menos.
Neben se humedeció los labios.
—Davo, mi exsuegra es Torquemada.
—No entiendo. ¿Qué tiene que ver tu suegra con un hombre nefasto? Ay, no, ¿no es demasiado progay? ¿Es eso?
—Como luce y por sus expresiones no es progay ni prohetero, sino que se cree la reencarnación de la virgen María. Si hubieras escuchado cómo hablaba de su propia hija. Le faltó el respeto como si fuera una ramera arrastrada cuando Julissa solo quería ser libre de sus garras. Estoy convencido de ello.
—Genial, entonces tendremos lazos fraternos con la señora —satirizó Davo mientras procesaba la noticia—. Menos mal que me fui dos semanas. No quiero pensar qué habría sucedido si me voy un mes.
—Quizá te quedas sin empresa y tu hermano se vuelve padre de sextillizos.
Davo entornó los ojos. Neben era terrible.
Carter y Matthi comían y cuchicheaban mientras los hermanos hablaban.
—De verdad espero que el chico no sea como la vieja.
Neben asintió con algo de dudas.
—Espero que no, de lo contrario estaré en un problema con Carter.
—¿A qué te refieres?
—Irá como mi asistente, nada más.
Davo bebió de la copa con jugo de naranja. Estaba a punto de burlarse.
—¿En serio? ¿Y cómo le harán?
—¿A qué te refieres?
—Neben, los he visto. Son mucho peores que Matthi y yo. Apenas se quitan las manos de encima.
—Eso es feo, hermano. —Neben se puso la mano sobre el pecho—. Hablas como si fuéramos bestias lujuriosas.
—¡Lo son! —Intentó contener la risa—. Dios, de tus ideas creo que esta es la más loca. Además, le estás mintiendo a tu hijo cuando apenas se conocen.
—Yo no miento —replicó—, solo evado algunos detalles de la relación con mi asistente.
—¿De verdad te crees esa mierda? —Davo negaba—. Estás mintiendo. Irás como un hombre sin pareja cuando en realidad estás muy comprometido en una relación gay.
—Mira, no soy perfecto, ¿está bien?
—No creo que eso sea necesario en este caso.
—¡Claro que sí! —Miró hacia todos lados como si ocultara algo—. Es el único hijo que tendré. Su madre me lo dejó a cargo. A mí. Confió en mí y...
—Lo lamento. —Davo le apretó el brazo—. Sé que he contribuido mucho a esa inseguridad que planteas.
—¿De qué hablas? No soy inseguro.
—Tal vez no a la hora de seducir a alguien —explicó—, pero sí para encarar la vida. Toda la vida te hemos dejado de lado. Papá, mamá, yo... Perdóname.
—Davo, no...
—Quiero que sepas que está bien ser como eres.
Neben sintió que su garganta se cerraba. Quería huir de esa conversación, pero Davo no lo soltaba.
—Eres el mejor hermano que pude tener. Sé que no lo digo a menudo, pero es la verdad.
—Idiota, no me digas eso ahora.
—Debí haberlo dicho antes, pero sabes cómo soy. Quizá ahora que estoy más viejo puedo mostrar mis sentimientos sin miedo. No eres un inútil.
—Me olvido de ponerle sal a la comida.
Davo cerró los ojos y dio una risilla.
—Eso te hace un mal cocinero, no una mala persona y mucho menos un inútil. Ve con la verdad, muéstrate como eres y permite que el chico decida si te quiere en su vida o no.
Neben necesitaba esas palabras. Jamás fue consciente de cuánto hasta que comenzó a llorar en medio del restaurante. Se limpió las lágrimas y observó el plato frente a él; ravioles con salsa blanca.
Davo comenzó a comer su ensalada. Los muchachos reían y miraban algo en el celular.
Neben tenía muchas dudas en ese momento, dudas acerca de quién era de verdad, acerca de cuántas veces hacía reír a los demás. No obstante, en el fondo él mismo quería llorar.
«Muéstrate como eres y permite que el chico decida si te quiere en su vida o no».
Davo pocas veces se equivocaba.
Neben esperaba que esta vez fuera una de ellas.
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Locura de amor T.L.A Libro 2 (+18)
RomantikLa vida de Neben Petrich, un hombre de 35 años, al fin tiene el equilibrio que soñó. Su hermano dejó atrás el dolor y está comprometido con su hermoso asistente. Neben tiene a Carter, su novio de 20 años, loco y apasionado que cumple todas sus fanta...