8 | Perfect

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Capítulo 8

Perfect - One Direction

Sage

Los brazos de Oliver me envuelven en un fuerte abrazo.

Una sonrisa inconsciente aparece en mi rostro ante la sensación de su cuerpo tocando el mío después de tanto tiempo y cierro los ojos.

Mis piernas dejan de tocar el suelo cuando las envuelvo en su cintura y Oliver me estrecha con más fuerza. Lo he echado demasiado de menos.

Separo mi rostro de su hombro un poco, tan solo lo suficiente para que nuestros ojos se encuentren, y sin poder evitarlo junto nuestros labios antes de dejarlo reaccionar. Igualmente, no parece importarle porque sigue el beso encantado.

Estamos en público por lo que no lo alargo demasiado y en pocos segundos me separo de él. Mis pies vuelven a tocar el suelo pero sus manos no se apartan de mi cintura.

—Hola —murmuro, sin poder borrar la sonrisa de mi rostro.

—Hola, amor —me sonríe también, de manera dulce —. ¿Cómo estás?

—Cansada...

Su mano me aparta un mechón de pelo del rostro.

—Podemos ir a descansar ahora —propone.

—Por favor —casi suplico —, mis ojos no aguantan más.

Después de las dos semanas tan horribles que he tenido, quería llegar a casa lo antes posible por lo que la Sage del pasado pensó que sería una buena idea coger billetes para el primer tren que saliera: el de las seis.
Hace unas semanas pensaba que era una buena idea pero, desde luego, despertarme ha sido una auténtica tortura. Igualmente, me alegro de haber tomado esa decisión, me apetecía demasiado estar ya con Oliver y mi madre. Lo necesitaba.

—Gracias por venir a recogerme, por cierto —añado unos segundos después.

—Siempre vengo a recogerte, ya lo sabes.

—Igualmente te lo agradezco.

—No tienes que agradecerme nada.

No puedo evitar volver a sonreír y presiono mis labios en su mejilla rápidamente.

—Te he echado de menos —murmuro, enganchándome a su brazo.

—Yo también —sonríe.

Se suelta de mi agarre para coger la mochila de mi espalda y se la cuelga en los hombros, un segundo después vuelve a ofrecerme su brazo.

—¿Y dónde vamos? —pregunto emocionada, mientras vuelvo a abrazarme a él.

Volver a casa siempre me pone de buen humor.

—Puedo llevarte a casa de tu madre o podemos ir a mi casa, como prefieras.

Tengo muchas ganas de ver a mi madre, pero también tengo que hablar de muchas cosas con Oliver.

Hace dos días, todas las fotos que nos hicieron a Ryker y a mí salieron a la luz. La gente no ha tardado en empezar a rumorear sobre nosotros. Hay gente que piensa que vamos a colaborar, pero la gran mayoría piensa que somos pareja. Y tienen un buen motivo, ya que Ryker y yo les hicimos caso a nuestras representantes y en ningún momento negamos nada.

Esperaba encontrarme con alguna llamada de Oliver, incluso me había preparado mentalmente, pero no llegó. Bueno, rectifico: sí que me llamó pero no mencionó nada sobre Ryker en ningún momento.

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