04. Unica y hermosa

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—Entonces te acostaste con él y luego te llevo a tu casa como si nada, eso es inesperadamente lindo —Susurró la azabache mientras avanzaban por el centro.

—Llevas toda la tarde con lo mismo, dejar de hablarme del sexy chico con el que tuve sexo —Murmuró ella golpeando las costillas de la menor con su codo al ver a su hermano acercarse—. ¿Compraron el agua?

Habían estado dando vueltas por el centro luego de comer, llevaban un par de minutos desde que habían entrado a un supermercado para poder comprar las cosas para llenar la despensa de la casa, porque efectivamente como habia dicho su hermano, no había nada para comer.

Luego de comprar la pastilla de emergencia en la farmacia había ido a comer por lo que prefirió dejado pasar un poco de tiempo antes de tomar la pastilla, para esto habia pedido al menor que fuese a pagar unas botellas de agua que habían sacado de la maquina; una vez que llego junto a ellas, el azabache le entregó la botellas de agua, Kaede rápidamente se dispuso a buscar la pastilla en el interior de su mochila, sacandola para echarla a su boca y luego pasarla con algo de agua.

—¿Qué es eso, tía? —Preguntó Harua señalando la caja que sostenía en su mano.

—Bueno esto es una pastilla que me da felicidad y libertad —Comentó ella sonriendo ampliamente mientras miraba al pequeño, sintiéndo un débil golpe en su abdomen de parte de la madre del niño.

—¿Mami puedo tomar una? —Quiso saber el pequeño mientras daba pequeños saltitos.

—No, no, tú ya eres suficientemente feliz, deja que la tía disfrute de ella mientras pueda —Comentó la azabache alzando al pequeño mientras observaba a la mayor antes de alejarse con el pequeño mientras loo subía al carrito de las compras.

Kaede guardo la botella de agua y la caja de las pastillas para luego colocarse su mochila, sobresaltandose al encontrar a su hermano observándola con seriedad mientras se cruzaba de brazos, eran tan diferentes el uno del otro que sabía los miles de regaños que el menor podía decirle, pero ero este simplemente se contenía y la apoyaba en cada una de sus locuras.

—Con que te da felicidad...

—Superalo, tu hermana tuvo una noche increíble —Dijo ella entrelazando su brazo con el del menor, quien rodo los ojos mientras la seguía—. Eres un adulto, sabes de esto, ve el lado positivo, soy un buen ejemplo para ti, me estoy cuidando y tú debes hacerlo cuando quieras algo de placer en tu vida...

—Bueno, definitivamente no seré tan descarado como tú.

—Eso me alegra aun más —Murmuró ella volteando a verlo con una amplia sonrida en su rostro.

Los Asakura fueron junto a su amiga para comenzar a llenar el carrito de las compras con las cosas que llevarían, encargándose de comprar rodo lo necesario para que no hiciera falta por un par de semanas, una vez que terminaron las compras se dirigieron hacía la casa de los hermanos para pasar la tarde allí, pues llevaban bastante tiempo sin compartir los cuatro y una tarde de películas no sonaba mal.

La mano de Sakura acariciaba su abdomen suavemente mientras él observaba por la ventana, apoyando su cabeza sobre las almohadas, se le hacía imposible no pensar en lo sucedido durante la noche anterior luego de acostarse con su novia, quien era desconocía por completo aquello.

Se había sentido tan bien que se sentía mal por no poder sacarla de su cabeza incluso cuando acababa de tener relaciones con la que era su novia, había sido diferente, principalmente porque se sentía obligado a corresponderle, si había problemas entre ellos los padres de Sakura podrían notarlo, y quería evitar a toda cosa algun enfrentamiento con su padre.

—Estás muy silencioso, ¿Aún te sientes mal? —Quiso saber Kura mientras levantaba su mirada, acomodando las sabanas sobre su cuerpo mientras le dedicaba una sonrisa encantadora.

—No... me siento mejor, perdón por lo de ayer, realmente no quería ser grosero —Se disculpó él mientras acomodaba el cabello de la joven.

—Por favor, Yudai, no fuiste grosero, soy consciente del peso que debe ser tener de padre a Koga Yoshio —Murmuró ella haciendo una pequeña mueca con sus labios.

El castaño la observo por unos segundos, casi como analizándolo aun cuando ella volvió a acomodarse a su lado, acariciando su mejilla con cariño; eran tan diferentes la una de la otra, era capaz de notarlo aun cuando había compartido apenas un par de horas con Kaede, mientras que con Sakura se conocían desde que tenían uso de razón.

Sakura era una joven dulce, cariñosa, elegange y exigente, era buena persona, le encantaba ayudar a otros, estaba seguro de que por eso lo salvaba de la molestia de compartir con su padre cada vez que se sentía abrumado, pero en la intimidad todo se tornaba tan monótono con el paso del tiempo, y él no era capaz de decir nada porque Sakura siempre había sido tratada como una dama, una princesa y tal vez por esto mismo no experimentaba.

Pero del otro lado de la linea estaba Kaede, quién le había permitido dejarse envolver por un placer que hace mucho no experimentaba, incluso cuando parecía delicada y frágil no se había quejado, le había permitido disfrutar con ella de la mejor manera, dejándole en claro que era segura de si misma y que era completamente diferente a como era Sakura, como el agua y el aceite.

—¿En qué piensas? —Quiso saber la joven mientras lo abrazaba.

—En que debemos regresar —Murmuró Koga haciendo una mueca con sus labios—. Tengo trabajo, quiero revisar bien unos papeles que me entrego un cliente.

—Está bien, me daré un baño ¿sí?

—Bien, te espero.

La castaña se levanto de la cama y envolvió su cuerpo par luego ir al baño y darse una ducha, permitiéndole soltar un suspiro mientras tomaba asiento en la cama, comenzando a vestirse poco después, escuchando el agua caer en el baño, una sonrisa se formó en sus labios mientras se llevaba ambas manos ha su cabeza, recordando a la carismatica joven que no dejaba de dar vueltas por su cabeza.

'—¿Existe alguna posibilidad de que volvamos a vernos? —Quiso saber él mientras veía a la chica abrir la puerta del automóvil, sonriendo levemente cuando esta cerró la puerta observándolo con algo de diversión.

—No lo sé, trabajo todas las noches en el Neve... oh espera, los domingo no —Murmuró ella haciendo una mueca con sus labios—. Supongo que dependerá de ti si quieres verme otra vez, Koga

—Entonces supongo que depende de mí —Dijo él mientras encendía el automóvil, escuchando a la joven soltar una suave risa—. Nos vemos pronto, Kaede.'

Pensar en volver a ver a aquella chica debia ser un disparate, involucrarse más de la cuenta con ella podía resultar malo para ambos, principalmente para él, si su familia llegaba a descubrir que se había acostado con la bailarina de un bar nocturno sera realmente su fin, su papá podía ser capaz de darle una paliza que no olvidaría jamás.

Kaede, incluso su nombre era igual de único y hermoso que ella.

«Mierda, estás realmente mal, Koga Yudai» pensó mientras observaba por la ventana, soltando un suspiro cuando apoyo su cabeza en el vidrio, girando su cuerpo para ver a su novia salir del baño ya vestida mientras soltaba su cabello seco.

Lovers Hurricane •Koga Yudai• #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora