08. Una Ilusión

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La gran mano del castaño se deslizaba por su abdomen, mientras ella observaba su reflejo, viendo como el mayor repartía besos en su hombro, una sonrisa apareció en sus labios cuando este levanto su mirada para darle una encantadora sonrisa, llevaban más de un mes teniendo encuentros frecuentes y estaba segura de que a pesar de no saber demasiado de Koga, este al igual que ella estaba realmente interesado, se aparecía casi todas las noches a verla en el bar, salían a dar una vuelta, a veces ni siquiera terminaban en la cama, simplemente el besarse les era suficiente aunque fuese una vez en el día.

Se sentía como un primer amor, de esos que arrasan con todo, que llegan con un amor fuerte y una pasión desenfrenada, porque eso es lo que había pasado, todo en ellos había sucedido rápido, el chico finalmente le había dicho su nombre, y pocas veces lo utilizaba, más que nada lo hacía para molestarlo, porque realmente solían comportarse como una niños cada vez que se molestaban el uno al otro.

Jo había tenido que aguantar a su hermana hablarle de lo increíble que era cada vez que se quejaba con ella por lo melosa que se había vuelto en tan poco tiempo, porque a pesar de todo, no conocía al chico aún, Kaede consideraba que hacer que se conocieran sería algo demasiado serio, y ella ni siquiera esperaba algo tan serio con Koga, es decir, aunque todo había resultado rápido entre ellos, apenas llevaban seis semanas desde que se habían conocido.

—¿Dormiste bien?

—Sí, es la primera vez que dormimos juntos —Murmuró ella mientras se daba la vuelta para poder envolver la cintura del chico.

—¿Y te gustó? —Quiso saber él dejando un beso en la frente de la menor.

—Es una nueva experiencia —Comentó ella soltando una pequeña risa mientras este acariciaba su largo cabello—. Jamás había dormido con ningún chico

—Lo haces con Jo...

—Mi hermano no cuenta, tonto.

Koga carcajeo levemente al sentir la mano de la joven golpear su espalda, sus ojos no pudieron evitar recorrer cada detalle de la joven, quien lo observaba con una pequeña sonrisa en su rostro, realmente comenzaba a enamorarse de ella y su vida lejos de ella era un completo caos, su padre lo presionaba con un compromiso que no quería, su novia comenzaba a comportarse de manera demandante, cosa que jamás había hecho, y no lo entendía, sentía que todo aquello era como una soga en su cuello, y por alguna razón Kaede era lo único que parecía impedir que terminara cayendo.

—¿Irás hoy al club? —Quiso saber ella  mientras desliza a su mano por la suave piel de su espalda, colocándose de puntillas para dejar un beso casto en sus labios.

—No puedo ir esta noche, tengo que ir al club por una reunión con los miembros del bufete —Comentó él haciendo una mueca con sus labios mientras envolvía la cintura de la joven para alzarla y sentir como esta envolvía su cintura con ambas piernas—. Estoy seguro de que lo harás increíble, como siempre

—Por supuesto que lo haré increíble, soy una profesional —Murmuró ella sonriendo com orgullo mientras envolvía su cuello con ambos brazos.

Koga sonrió ampliamente mientras regresaba a la cama, tomando asiento sobre esta a la vez que iniciaba un nuevo beso, suave y profundo a la vez que la menor jugaba con su cabello permitiéndose disfrutar de la calida sensación que le brindaba el chico con sus suaves caricias, realmente sentía que podía morir entre los brazos del chico, los sentimientos junto a él eran tan arrazadores que a pesar de se sentía incapaz de siquiera intentar controlarlos.

—¿Puedo acostumbrarme a esto? —Quiso saber ella mientras observaba al mayor fijamente.

—¿A que viene esa pregunta? —Cuestionó él sonriendo levemente mientras la acercaba más a él de manera que sus abdomenes quedaron pegados el uno al otro.

—Solo quiero saber que no saldrás corriendo sin decir nada en un tiempo, jamás me había permitido hacer esto con nadie... pero de repente aparecer y mando todo a la mierda como una niña con su primer amor —Murmuró ella soltando una suave risa nerviosa mientras bajaba su mirada por unos segundos.

—También tengo ese miedo... —Dijo él levantando su mano para acomodar el cabello de la menor mientras sonreía levemente—. Que te alejes de mi cuando te enteres de el desastre que es mi vida, cuando sepas lo que vivo lejos de todo esto... ¿Estarías junto a mi aún si lo supieras?

Kaede lo observo fijamente mientras acariciaba su mejilla, viéndolo sonreír ampliamente a pesar de las lágrimas que se habían acumulado en su ojos mientras hablaba, pero ella se negó a preguntar al respecto, simplemente se acerco para dejar pequeños besos sobre sus labios, siendo correspondida de inmediato mientras soltaba un suspiro, realmente no necesitaba nada de él, ella lo quería así tal cual, con su encantadora personalidad dominante y a la vez relajada, no quería presionarlo por la simple razón de que él jamás había hecho nada que la hiciera sentir así, la confianza instantánea que se había formado entre ellos era algo que no quería perder.

Si Koga quería desahogarse entonces ella lo iba a escuchar pues sabía que él haría lo mismo, ella tampoco le había contado demasiado sobre su vida como para querer entrometerse en la de él, estaban bien compartiendo así, de manera apresurada pero con el respeto y confianza necesaria para continuar creando aquella inesperada y cómoda relación extraña que tenían.

—Confío en ti —Murmuró ella sonriendo ampliamente mientras rozaba la punta de sus narices en un beso esquimal.

El joven asintió levemente mientras afrazaba a la joven con delicadeza mientras ella envolvía la cintura del alto chico, un suspiro escapo de sus labios mientras apoyaba su mejilla en el desnudo pecho del mayor, Koga cerro sus ojos casi de inmediato, apoyando su cabeza en la de la castaña mientras deslizaba su mano por la espalda de la Kaede, disfrutando de la calida y tormentosa sensación que ella le brindaba, porque pronto deberían despedirse y él tendría que volver a fingir ser el perfecto hijo de Koga Yoshio y Hirai Ame.

Ni siquiera Yumei soportaba todo aquello, aunque para ser sincero, su vida la parecía casi igual de miserable cada vez que su padre se encargaba de menospreciarla por ser una mujer sin marido ni hijos a sus veintiocho años, y no estaba mal, él consideraba aquello completamente normal, no tenía que porque casarse con cualquiera solo por darle el gusto a su padre, y es que ni siquiera le habia conocido un pretendiente jamás, su hermana era una mujer que se había hecho fuerte para al igual que él poder sobrellevar lo que era tener un padre como Yoshio, y gracias a que su padre había comenzado a ejercer como fiscal en el tribunal de justicia,  el bufete de abogados de la familia había quedado bajo el mando de su madre quien sin duda alguna era mucho más comprensiva y empatica con cada uno de ellos.

A pesar de que gracias a su edad no había tenido que trabajar cuando su padre estuvo al mando, incluso antes y durante sus estudios universitarios, Yumei y él eran llevados al bufete para que empezaran a entender y a desarrollar sus labores futuras, de manera que su padre les demostro lo exigente que podía llegar a ser, luego mientras ya iba en su segundo año de carrera fue cuando Koga Yoshio fue nombrado como uno de los fiscal del tribunal de justicia de la ciudad, dejándoles un poco de alivio de no tener que vivir bajo la constante presión de él una vez que comenzaran sus labores profesionales.

Haber conocido a Kaede había logrado encendernuna chispa que jamás en la vida había sentido, le permitía olvidarse de todo, se sentía libre, deseado, importante, la chica le había permitido darse cuenta de lo realmente era sentirse amado fuera de un mundo lleno de mentiras, convenios y poder, donde no era feliz, ni siquiera Sakura le había hecho sentir de esa manera, porque si, era capaz de admitir que por un tiempo la amo de verdad, pero con ella jamás se sintió capaz de ser él mismo, debía actuar como todo un príncipe de cuento de hadas, no podía estar más lejano a todo aquello mientras que Kaede le hacía sentir como si ella fuera la guerrera que estaba dispuesta a liberarlo de su maldición.

Demasiado infantil de su parte, pero que podía hacer cuando al estar con ella se sentía de esa manera, era una mujer fuerte e independiente que le hacía ver las cosas de una manera muy diferente a la que acostumbraba, no se arrepentía de haber ido al club aquella noche ni mucho menos de haber comenzado esa aventura con ella, sin embargo, debía solucionar todo eso antes de que algo malo sucediera.

Lovers Hurricane •Koga Yudai• #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora