Capítulo 7: Verdades

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Sirax estaba en el puente de mando del Almirante Aytan, no podía dejar de admirar las maravillas tecnológicas de esa nave, era muy avanzada, que tipo de tecnohechicería la habría construido, quería investigar estas maravillas del Omnissiah.

Sirax pudo notar que la tripulación era en su mayor parte humanos, pero también habían algunos Xenos entre ellos.

El Almirante se dirigió a Sirax. - Bienvenido Sirax, me dijo el comandante de la séptima escuadra que es un viajero que estudia tecnología en nombre de su imperio.

- Así es - dijo Sirax - ¿Ustedes son una alianza de Razas que se ha desarrollado en esta región de la galaxia?.

El Almirante tenía plena autonomía para negociar y establecer la mejor forma de relacionarse con las razas que encontraba para obtener información, recursos, alianzas y lo que pudiera ser beneficioso para la FUG.

- Nosotros no somos nativos de esta galaxia  -dijo Aytan-  Llegamos hace 30 años a esta galaxia con más de mil naves como exploradores y colonos. Nos establecimos en un sistema estelar que encontramos y desde ahí nos hemos esparcido por este sector.

Sirax analizaba la información, si ellos llegaron de otra galaxia sus naves deben ser muy veloces, quizás más que las naves imperiales.

Pregunto Sirax - ¿Cómo es posible que vengan de otra galaxia? Las distancias son inconmensurables y viajar por el inmaterium en el vacío entre galaxias sin la luz del emperador es de una complejidad inmensa. Me gustaría saber como se desplaza su nave Almirante.

- Eso no puedo responderlo, me han dado la instrucción de invitarlo a nuestro sistema capital, los triarcas quieren conocerlo en persona, claro que esto es una invitación, depende de usted aceptar o es libre de irse. - le indico el Almirante.

Sirax analizo todas las opciones en pocos segundos, gracias a sus aumentos, resolvió que no podía declinar la oferta, necesitaba conocer el alcance de estos humanos, tenía muchas preguntas. - Acepto la invitación de sus triarcas Almirate.

El almirante asintió y sonrió levemente. - En ese caso iremos a la brevedad, Sira abre un canal a todo el cuerpo espacial. A todos los capitanes, escoltare a un invitado a Atlas, ustedes se quedan en Rigel cumpliendo con lo asignado, en mi ausencia el Comandante de la primera flota tiene el mando del cuerpo.

Aytan se volvió a Sirax - vamos a Atlas-

El viaje duraba 2 días según el Almirante y el sistema estaba a 10 años luz, pero no viajábamos por el inmaterium, no había astropatas ni nada similar a las naves imperiales. Sirax estaba intrigado no lo habían confinado a una habitación, le daban libertad para moverse por la nave como el deseara, así que estuvo recorriendo lo que más pudo, pero esa nave era inmensa y al otro día se dedico a conversar con algunos tripulantes, todos se mostraban muy animados, le contaron muchas cosas interesantes, como que en su galaxia los humanos eran la raza más numerosa y aunque dominaban militar y políticamente, no eran opresores, por eso se alían con otras razas, pero eso no quita su capacidad combativa. Otra cosa que le llamo la atención, fueron los psíquicos, no eran tan poderosos como los imperiales, pero no usaban la energía disforme, su poder venía de ellos.

Sirax se encontró con Mark, el diplomático que lo visitó en su nave, quien lo llevaba por un pasillo a los hangares. Sirax había insistido en que quería ver algo del poder bélico que llevaba la nave.

- ¿Puedo preguntar algo? - dijo Mark.

Sirax asintió mientras seguía caminando.

- ¿Los implantes que llevas, potencian tus habilidades mentales y sensoriales?. La verdad, en este tiempo no he visto que tenga la necesidad de dormir y eso me intriga, todos los humanos en su imperio se potencian con esos aumentos.

Camino a la desolaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora