eighteen

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Al llegar solo sintió el aroma de Minho, se alivió considerablemente, no quería encontrarse a su estúpido novio.

Con algo de vergüenza se dirigió a su cuarto, dispuesto a buscarse una muda de ropa, en realidad, su pijama. Salió de su cuarto y corrió hacia el baño, se desvistió y se colocó su traje de ardilla, pero al salir fue sorprendido por un golpe a su lado, miró el suelo y notó una lata de cerveza, luego dirigió su mirada a la pared y tenía una marca.

Había logrado marcar la pared de lo fuerte que la lanzó.

Entonces dirigió su mirada a Minho y se aterró al ver la furia en sus ojos. Quedó estático, su corazón se aceleró y su aroma se tornó amargo.

El silencio fue tortuoso, ambos se miraban, pero no lograban comunicarse.

—¿Qué?—Cerró sus ojos y respiró profundo, como conteniendo sus emociones y volvió a mirarlo sin cambiar su expresión de odio.—¿Qué hacías con Felix?—Jisung tragó saliva y su boca se abrió, pero nada salió.—¿Ah? A ver, contéstame—Sonrió.—¿Ahora subes fotos cogiendo? ¿Y con mi amigo?

—N-No son amigos...—Contestó en un hilo de voz. Minho rió al borde de la locura y se acercó al menor y golpeó la pared, exactamente en donde había lanzado su lata, provocando que el Omega gritara asustado.

—Fuimos amigos, esto de querer estar contigo repentinamente solo lo hace para hacerme enojar, te está usando—Han frunció su ceño y desvió su mirada.

Ya lo sabía, el estaba de acuerdo, porque sus intenciones eran exactamente las mismas, pero si le decía la verdad entonces su jugada saldría mal.

—Aléjate, Minho...

—¿Acaso buscas ponerme celoso con fotos calientes junto a Felix?—Lo sujetó por el mentón para que lo mire.—¿Y sabes que? Lo lograste—Soltó su mandíbula y levantó sus manos y luego dejó que sus palmas golpearan sus propias piernas.

El menor frunció más su ceño y pestañeó varias veces.

—¿Eh...? ¿Cómo?—Levantó sus cejas y lo miró incrédulo.

—Lograste ponerme celoso, Jisung, aquí me tienes, hecho un desastre por no tenerte conmigo—Sonrió y comenzó a moverse en su lugar, producto de los nervios.

—¿Qué...? ¿De verdad? ¿Lo logré...?—Se llevó un dedo a sus labios y miró a otro lado.

—Si, ahora ¿Me dejas cogerte? Dime que si—Juntó sus manos en súplica, el menor lo miró asqueado e incómodo.

Se le habían ido las ganas de hacerlo luego de poner mal a Felix por nombrar a Minho mientras era tocado.

—No...Prefiero ir a dormir...—Intentó escaparse pero fue tomado de la muñeca, volteó a verlo.

—Vamos, al menos una chupada—Acarició sus dedos y lo volvió a acercar, el Omega hizo un mueca.

—Estoy cansado, además, tienes novio...

—No se enterará, vamos, quiero follarte, quiero volver a tocarte...—Le tomó del cabello y lo apretó, el menor suspiró.

—Hyung, déjeme ir a dormir—Lo miró a los ojos.

Lee se sorprendió al escucharlo hablar con respeto y seguro, así que lo soltó y dejó que se fuera.

Jisung se encerró en su cuarto y respiró profundo, se cubrió el rostro y se dirigió a su cama, se acostó y miró el techo.

¿Qué había pasado?

Suspiró y negó.

¿Acaso pensaba que admitiendo que estaba celoso se entregaría sin dudarlo?

Minho se tiró hacía atrás el cabello frustrado y se fue a su cuarto, dispuesto a seguir tomando y tocarse un poco para bajar la calentura.

Se sentó a su cama y observó la pared por varios minutos, luego tomó una lata de su mini refrigerador y comenzó a tomar desesperado.

Quería tenerlo bajo suyo, gimiendo sin control y pidiéndole más, llorando y quejándose, quería hacerlo totalmente suyo, y en todos los sentidos. Quería hacerlo su Omega, solo de él, dejar una marca en su cuello.

Suspiró y una vez vacia la lata la lanzó lejos, azotándola contra la pared.

Jisung dió un saltito asustado al escuchar que el golpe fue hacía su pared, miró hacía su closet y tragó saliva.

De verdad estaba molesto.

Hizo una mueca y se acostó boca abajo, tomó su móvil y revisó su bandeja de entrada para distraerse.

Pero a los minutos volvió a escuchar un golpe contra su pared, y luego otro, y otro.

Bufó cansado y dejó su móvil sobre la cama y salió de su cuarto, dispuesto a quejarse del ruido.

Tocó la puerta de Minho y esperó, la puerta se abrió de golpe, asustándolo.

—¿Qué?

—Ah...Em...¡Deja de tirar cosas hacía mi pared! Me estás molestando y quiero dormir—Se cruzó de brazos.

Minho enarcó una ceja y lo miró de arriba a abajo.

—Es difícil tomarte en serio cuando llevas un pijama de ardilla, la verdad—Sonrió y se apoyó en el marco de la puerta.

—¡Da igual! No molestes y déjame dormir

—Si me dejas follarte dejaré de molestar—Se encogió de hombros.

Jisung agrandó sus ojos.

—¡No voy a darte mi culo por paz mental!

—Es tu decisión

—¡Agh...! Deja de molestar, te lo suplico, es mi primer noche contigo, por dios—Bufó.—Si así es el primer día no veo la hora de volver a mi casa—El Alfa se limitó a reír.

—Bebé, si te dejas follar no habrá nada que te moleste—Le tomó del mentón y dejó una suave caricia.

El Omega de Jisung dió un salto emocionado.

—Yo...—Bajó su mirada.

—Sabes que lo quieres

Iba a hablar, pero entonces la imagen de Minho con Jungwon cruzó por mente y se enfureció.

—¡Tienes novio! ¡No puedes tocarme, enfermo!—Le otorgó un manotazo en su brazo y volvió a su cuarto.

Lee rodó sus ojos y entró nuevamente, pero dejando la puerta abierta.

DAME BOLA「Minsung 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora