DAME BOLA「Minsung 」

Eleven

Luego de sus primeras clases, la hora del descanso llegó y se dirigió hacia la cafetería, al llegar fue interceptado por su novio, se extrañó un poco pero no le tomó importancia y dejó que lo llevara a una mesa para comer juntos.

—¿Qué haremos en su casa?—Sonrió comenzando a tomar de su jugo.

—No irás, solo era para hacer enojar a Jisung—Le quitó la bebida de las manos.

Jungwon se le quedó mirando.

—¿De veras...? Oh...—Bajó su mirada.

—Jungwon—Se levantó y se sentó a su lado para hablar mejor y sin que nadie los escuchara.—¿Qué te dije de hacerte ilusiones? No me gustas, te pago para que finjas ser mi novio y hasta ahí—Susurró.

—Soy mucho mejor que Jisung...—Lo miró a los ojos.

Minho sonrió.

—No lo eres—Dió palmaditas en su cabeza y se alejó, volviendo a su asiento para seguir comiendo.

Llevó su mirada a su derecha al ver a Felix, y la desvió de inmediato.

La verdad es que había discutido muy fuerte con el Beta hace poco, debido a sus decisiones inmaduras de poner celoso a Jisung, y al confesarlo que abusó de él a principio de año; nunca se lo contó a nadie, y no creyó que Felix prácticamente cortaría amistad con él al decirle.

Pasado unos pocos minutos, sintió el aroma de Jisung y no pudo evitar suspirar gustoso. Lo miró de reojo, y se ahogó al verlo besar la mejilla de Felix y luego sentarse junto a él.

Jungwon preocupado le alcanzó su jugo, dió un gran sorbo y miró a su ex mejor amigo y a su crush con furia y shock.

—¿Ese no es Felix...?—Preguntó su novio extrañado.

—Si...

—Y Jisung...—Hizo una mueca.

—Si...—Apretó su sandwich en su mano.

El Beta tomó la mano del Omega y le dió un beso, y le regaló una bonita sonrisa, haciendo a Jisung sonrojarse y reír.

—Uy...—Dejó de comer y miró al Alfa apenado.

Minho gruñía, sus venas estaban marcadas en sus brazos y su aroma se tornó amargo. Azotó el sándwich en la mesa y se levantó, asustando a la gente que pasaba cerca. Se dirigió a Jungwon y lo levantó de su asiento de un tirón, y unió sus labios en un salvaje beso.

Yang tardó en reaccionar gracias a la sorpresa, luego cerró sus ojos y abrazó su cuello.

Todos quedaron esputrefactos en la cafetería, algunos comenzaron a silbar y otros a sacar fotografías para el instagram de la Universidad, donde subían videos y fotos graciosas.

Jisung y Felix voltearon a ver al escuchar el bochinche y ambos fruncieron sus ceños, uno extrañado y el otro molesto.

—Que idiota—Suspiró y se apoyó en su palma aburrido, pero luego miró al Omega y levantó sus cejas.

Se veía dolido y en sus ojos se reflejaba el rencor y enojo.

Suspiró y negó, picó su brazo para captar su atención y luego palmeó su regazo, dándole una sonrisa divertida. Han pestañeó y se sonrojó, pero gracias a la necesidad feroz de vengarse de Minho, se levantó y se sentó sobre él. Fue tomado por la cadera fuertemente, evitando que se alejara.

Felix lo miró a los ojos un momento, preguntando en silencio si lo quería, el menor asintió y unieron sus labios, el beso no era como el del Alfa y su novio, pero era un beso lleno de lujuria, era lento y necesitado.

Minho miró de reojo y casi se muere, gruñó y separó de su novio.

—¿Vamos a la cancha de básquet?—Dijo lo suficientemente fuerte para dejar que Jisung escuchara y se lo llevó lejos de la cafetería.

Ante eso Han se separó lentamente y bajó su mirada.

"¿Justo ahí tenías que llevarlo?". Pensó decaído.

—Agh...

—Hey...—Felix le tomó del mentón y volvió a unir sus labios, evitando que siquiera pensando.

Varias chicas chillaron al ver lo caliente que se veía el beta dominando.

Al llegar al galpón casi abandonado, se encerraron y Minho se alejó de Jungwon para cubrirse el rostro y gruñir. Mientras tanto el Omega intentaba calmar su corazón.

—¡Maldita sea! ¡Lo que me faltaba! ¡Ahora Felix me roba a Jisung!—Sonrió y se fue hacia el centro de la cancha.

Jungwon hizo una mueca y lo siguió.

—Seguro lo hacen para hacerlo enojar—Intentó ayudar.

—Lo voy a matar, creí que tenía códigos—Gruñó y miró al Omega.

—Bueno...Pero ya no son amigos...—Se rascó su brazo nervioso.

—Ven aquí—Pidió de repente, su novio obedeció de inmediato, y se paró frente a él. Se tensó cuando fue abrazado.

Tardó en corresponder y esconderse en su cuello gustoso del tacto.

Pero entonces sintió como su pantalón era movido y una mano comenzaba a entrar.

Se separó para verlo y lo miró a los ojos.

—Hyung...

—Tengo condones—Aclaró y sonrió.

Jungwon suspiró aliviado y asintió volviendo a abrazarlo.