Seven

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Luego de aquella maravilla de conversación junto al Omega no volvieron a hablar, ninguno subió nada a sus historias, ni publicaron fotos, estaban muy concentrados en sus celos.

Transcurrieron dos días para Minho y cuatro para Jisung, para volver a verse en la Universidad.

Cuando lo divisó abriendo los casilleros, se acercó a él dispuesto a invitarlo a un café y luego follarlo hasta dejarlo lleno, pero vaya sorpresa se llevó al ver que el Omega lo notó, cerró de golpe el casillero y salió prácticamente corriendo.

Lee se detuvo y pestañeó varias veces, tardó en reaccionar para seguirlo.

"¿Qué le pasó?". Pensó extrañado siguiendo su fuerte aroma a Vainilla, gracias al reciente celo.

Al llegar al pateo trasero, lo encontró sonrojado y apretando su cardigan, parecía nervioso.

—Jisung—Dió un saltito y volteó a verlo.—¿Por qué te fuiste corriendo, precioso?—Se puso frente a él, el nombrado respiró agitado.

—¡No me molestes!—Lo rodeó y se fue hacía adentro nuevamente.

Minho frunció su ceño.

"¿Acaso quiere fingir que nada pasó? ¿Va a ser cobarde".

No insistió por el momento, mejor se iría a sus clases, luego lo buscaría.

Y así fué, apenas salió del aula se dirigió a la cafetería, lo reconoció gracias a su aroma y se dirigió a él.

Pero frenó en seco al verlo junto a su amigo llamado Hyunjin.

Por alguna razón nunca se atrevía a acercarse cuando ese Alfa estaba en presencia, sentía que se metería en problemas si Jisung llegaba a pedirle que se vaya, y sabía que no debía provocar el odio de los amigos de su Crush, le iban a llenar la cabeza.

Suspiró y se fue a sentar cerca, pero no tanto como realmente quisiera, y entonces hizo oídos biónicos.

—¿Qué tal pasaste tus días encerrado?

—Agh...No muy bien—Suspiró y se frotó la cien.—Mi Omega me controló más que otras veces y me hizo hacer idioteces...

—¿Idioteces? ¿A qué te refieres?—Frunció su ceño.

—Tuve una conversación caliente con un Alfa...

—Wouh...¿Lo conozco?

—N-No...No lo conoce...—Desvió la mirada.

—¿Y qué tal? ¿Está bueno?—Sonrió pícaro.

—A-Ay...Si...Lo está—Confesó avergonzado.

Minho levantó sus cejas sorprendido y sonrió.

—Uhh—Rió.—Jisung no pierde el tiempo, chicos—Dijo a un Omega que pasaba, y este por poco se muere del susto.

—¡Ay, cállese!—Frunció su ceño y le golpeó el hombro.

—No digo nada malo—Se encogió de hombros.—Y ¿Cómo se llama?

—No le diré, es secreto—Se cruzó de brazos. Hyunjin vaciló.

—Ay, pero, al menos dime algo, a ver,  ¿Asiste a la universidad con nosotros?—Tardó a en asentir.—¿Lo conozco?

—Que no—Bufó.

—Me desespera que no me cuentes, pero bueno, no puedo obligarte—Se levantó de su asiento.—Ya es mi hora de irme—Sonrió.

—Oh, suerte en su clase, Hyung—Sacó su móvil y comenzó a ver historias en Instagram.

—¿Tú no tienes clases?—Enarcó una ceja.

—¿Ah?—Levantó la mirada sorprendido de que aún siguiera ahí.—Aún no, la profesora llega tarde—Sonrió. El Alfa asintió y decidió marcharse.

Respiró profundo y siguió viendo historias.

Pero su paz no duró demasiado.

Un aroma muy conocido para él comenzó a sentirse cada vez más cerca, frunció su ceño, sus piernas se cerraron por instinto y volteó a ver a su derecha, era Minho, literalmente lo tenía al lado, y cargaba con él una bandeja con dos pasteles y cafés. Iba a levantarse e irse, pero Minho fue más rápido y dejó la bandeja en la mesa y tomó su mano.

—Espera, no te vayas—El menor se puso totalmente rojo ante el toque, comenzó a tironear para soltarse.

—¡Déjame! ¡Suéltame!—Al ver que cada vez hacía más fuerza, decidió soltarlo, pero no esperó que cayera hacía atrás e hiciera tropezar a un chico con una bandeja, su té cayó sobre el, quemándoles y manchándoles a ambos la ropa.

—Uy...

—¡Maldición! ¿¡Mira lo que hiciste!?—Tomó al Omega por la remera y lo levantó como si de una pluma se tratase.

Era un Alfa, se notaba que iba al gimnasio.

—A-Ah...—Se puso pálido del miedo, no sabía que hacer ni que decir.

—Soltalo—Exigió Minho colocándose a su lado y tironeando la remera para que la soltara.

—A mi no me dices que hacer, Alfa de cuarta—Lee puso sus ojos en blanco y lo miró.

—Cerrá el orto si no querés que te cague a trompadas—Lo miró de una manera tan espeluznante que el Alfa más corpulento decidió liberar al Omega.

—Tch—Se dió la vuelta y se marchó.

Minho suspiró y miró al menor, estaba sucio, y llevaba una expresión tan dolorosa que quiso abrazarlo.

—Vamos, te llevaré al baño así te limpias—Tomó su mano.

—Yo puedo solo—Se soltó y comenzó a caminar. Lee negó lento y fue detrás de él.—No me sigas, acosador...

—Solo no quiero que te vayas solo—Bufó.

—¡No necesito tu compañía, ni tu ayuda! ¡Déjame solo!—Volteó a verlo furioso, el Alfa se detuvo y lo miró a los ojos.

—¿Por qué me odias tanto?—El menor iba a contestar pero quedó congelado al ver sus ojos, reflejaban tristeza. Su boca se abrió varias veces queriendo formular una palabra, pero nada salía.—Dime—Se acercó a él a pasos lentos.

Varias personas comenzaron a prestar atención curiosos.

—Y-Yo...—Sus mejillas tomaron color, su Omega comenzó a saltar de emoción cuando lo tuvo en frente.

—Sé que soy intenso, bruto, y depravado—Admitió con el ego torcido.—Pero no soy malo, me gustas, y lo sabes, y estoy dispuesto a ser la persona que te haga feliz ¿Por qué no te gusto?—Tomó su mano con delicadeza con ambas manos y dejó suaves caricias, los ojos del menor comenzaron a brillar.

No podía quitarse la mirada, ninguno estaba dispuesto a alejarse, pero sin embargo Han frunció sus labios y frunció su ceño levemente.

—Porque a mi no me gustas, Lee—Alejó su mano bruscamente y se dio la vuelta, comenzando a caminar hacia los baños, sin voltear a ver al Alfa.

Minho sintió una horrible presión en su pecho y se dió la vuelta hacia la salida de la institución, no se sentía bien, mejor iría a tomar aire.

Felix, que vió la escena lo siguió para consolarlo.

DAME BOLA「Minsung 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora