23. Inocencia.

219 18 0
                                    

—No entiendo porque tenemos que irnos, me gusta aquí.

Liam se giró, mirando como una sonrisa como Zayn se ocultaba bajo las almohadas de su cama, intentando fundirse con el material. Al pequeño realmente le habia gustado la casa y no queria saber nada con tener que marcharse. Claro, Liam habia omitido un par de detalles cuando le habia informado que iban a viajar a California o que al parecer no habia convencido al chico realmente.

Caminando hasta la cama, tomo los tobillos del chico con cuidado y lo jalo con suavidad hasta el final de la cama. Zayn se revolvió un momento, dandose vuelta para mirarlo cuando estuvo cerca de él.

—No seas mañoso. —susurró con una sonrisa.

Zayn frunció el ceño—. No soy mañoso —aseguró—. Solo no quiero ir, me quiero quedar aquí.

—Eso es ser mañoso —le informó, besando su puchero—. Estas intentando tener lo que quieres usando esa linda expresión.

El más pequeño parecio considerar eso por un momento—. Entonces creo que si soy mañoso —dijo, enredado sus brazos alrededor del cuello de Liam cuando este se inclino hacia él—. ¿Eso es malo?

—No —bajo hacia él hasta que sus cuerpos estuvieron presionados juntos—. Es lindo.

—¿Eso quiere decir que nos quedamos?

—Eso quiere decir que estoy haciendo un buen trabajo malcriandote —rió, rodeando al moreno y poniendose de pie con él en brazos—. Pero aun así, nos iremos a California.

—¿Y si te doy un besito?

—Mmm —unio sus labios con suavidad, sonriendo cuando el más pequeño lo siguió en un intento de obtener más. Dejo un beso en su mejilla—. Aun nos estamos yendo, bebé.

—Pero...

—¿Por qué no quieres ir? —preguntó finalmente, deteniendose en la puerta de la habitación cuando estaba a punto de salir—. Imagina todas las cosas que podemos hacer allá.

—¿Como que?

—No lo sé —se encogio de hombros—. Salir a pasear, ir a la playa o ir de compras, aunque creo que puedes arrastrar a Harry para eso último.

—¿Por qué va Harry? —parpadeo.

—¿No quieres que vaya?

—No, si quiero —se apresuró a aclarar—. Es solo que no pensé que lo invitarias.

—Es tu amigo, por supuesto que lo invite.

Zayn suspiró antes de acomodarse en el pecho del mayor, colocando su cabeza en el hueco del cuello del mismo—. Aun no quiero ir.

Dando un paso atrás, Liam cerro la puerta y se dirigio a la cama nuevamente, dejando al chico sobre ella. Zayn lo miró confundido por un momento hasta que el mayor bajo sobre él y unio sus labios, gimiendo suavemente en el momento en que sus bocas se tocaron. Su pequeño cuerpo se enredo más apretadamente a su alrededor, como un monito.

Aprovechando un gemido del menor, coló su lengua dentro y lo besó como realmente le gustaba. La espalda de Zayn se arqueo y Liam sintió su dureza frotandose contra su bajo abdomen. Sabia que el chico estaba haciendolo de forma inconsciente. Las manos hundiendose en su cabeza y los sonidos incoherentes que se perdian entre sus labios se lo confirmaban.

Colando su mano entre sus cuerpos quito la camiseta del camino, llego al elastico de los pantalones deportivos que llevaba el chico y tomo su erección con suavidad, masajeandola con cuidado. Ni siquiera logró apretar sus dedos alrededor de la caliente carne dos veces antes de que Zayn arrojara la cabeza hacia atrás y gritara hacia el techo, viniendose en su mano y sobre su abdomen descubierto.

Los grandes ojos del moreno lo miraron con terror—. ¿Que paso? —jadeo.

—Tuviste un orgasmo. —explicó.

—¿Que es eso? —sus ojos comenzaron a llenarse de lagrimas—. ¿Es malo?

—No, no, no —beso su rostro varias veces—. No es malo, bebé, no es para nada malo. Es normal que eso suceda.

Apoyando sus frentes juntas, se maldijo interiormente por no haber anticipado eso. Era obvio que el chico no tenia ni idea sobre sexo, ni siquiera le permitian salir a la calle o dormir demasiado, mucho menos aprender algo de relaciones fisicas.

—No entiendo —susurró con un puchero—. Siento ser tan tonto.

—Tu no eres tonto —acaricio su costado suavemente—. Solo te faltan aprender algunas cosas y te prometo que voy a enseñarte todo.

—¿Todo? —bostezo, parpadeando suavemente.

—Si, todo.

Asintió—. Tengo sueño ahora. —musito con voz pequeña—. Pero me lo explicas luego, ¿si?

—Si, bebé. —susurró con una sonrisa, viendo al moreno dormirse frente a sus ojos.

Al pequeño le daba sueño luego de tener un orgasmo, debia anotar eso para lo proxima vez. Dejando un último beso en los labios del dormido moreno, se aparto con suavidad y se apresuro al baño, buscando algo para limpiarse las manos y limpiar a Zayn. Por suerte se habia asegurado de dejar la ropa del moreno fuera del camino, por lo que fue facil limpiarlo sin despertarlo.

Una vez que tuvo todo pronto, tomó al chico en sus brazos y lo acomodó allí. Zayn se revolvió un momento, parpadeando—. ¿Li?

—Shh —musitó—. Sigue durmiendo.

El rostro del moreno cayo sobre su pecho y volvió a quedarse dormido en un segundo. Saliendo de la habitación, camino hasta la sala y rodó los ojos al ver a Lucy arrastrando una maleta desde el pasillo.

—¿A ti quien te invito? —susurró.

—¿Como que quien me invito? —jadeo en el mismo tono—. Yo no necesito invitación, idiota. Además, necesito broncearme.

—Si tu lo dices.

Lucy puso mala cara antes de observar al moreno dormido y sonreir—. Es tan lindo —susurró—. Increible que sea familiar de esos hijos de perra.

—Yo tampoco lo podia creer. —musito, rozando la frente de Zayn con sus labios—. Él es lo único bueno que salió de allí.

—Y es nuestro deber conservar lo bueno que hay en él. —Lucy lo miró directamente, sus ojos verdosos brillando bajo las luces de la pasillo—. Ya no existen personas que conserven tanta dulzura, es bonito pero peligroso. Pueden lastimarlo muy facilmente.

—Lo sé —acepto—. Por eso estoy haciendo todo esto.

—-Nunca te habia visto tan idiota con alguien —rió antes de mirarlo con seriedad—. Espero que no la cagues o te las veras conmigo.

—No le haré daño —aseguró con una sonrisa.

Lucy lo miró por un momento antes de asentir suavemente y devolver la sonrisa a su rostro—. Bien —tomando nuevamente la maleta, comenzo a arrastrarla en dirección a la puerta. Liam sonrió cuando escuchó lo que tarareaba alguna vieja canción de Britney Spears.

—Tu hermana me agrada —la voz de Harry aparecio junto al chico—. Y por si ella no te asusto suficiente... Le haces daño y traere mis cuchillas y creeme, estoy lo suficientemente desequilibrado para usarlas contigo.

Liam miró al rizado un momento, dandose cuenta de que estaba hablando en serio y apresurandose a asentir—. Okey, lo tengo claro —aseguró—. Nunca lo lastimaré.

Harry asintió antes de seguir el camino que habia tomado su hermana. Mirando el rostro dormido del chico en sus brazos, sonrió—. Nunca te lastimaria, lo juro. —susurró—. Además, creo que en realidad le tengo miedo a Harry. 

Stockholm Syndrome |Ziam|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora