18. Amor Familiar.

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Abriendo la puerta para dejar pasar al moreno, Liam salió detrás de él y lo atrapo en sus brazos, sonriendo cuando el menor soltó una risa tonta y se aferró a su cuello. Zayn, además de ser pequeño, realmente no pesaba nada por lo que Liam podia levantarlo sin un real esfuerzo. Acomodandolo contra su pecho, camino por el pasillo, bajando las escaleras y hacia la cocina.

—¿Estas seguro de que a tu madre no le molestara que use su cocina? —musitó el moreno mientras Liam lo sentaba sobre la mesada.

—Estoy seguro de que no —su madre habia estado arrepentida del modo en que habia tratado a Zayn, así que no habia manera de que se enojara. Liam se acerco y dejo un beso en su mejilla—. Es más, ella no ha tocado esta parte de la casa desde hace siglos. Tal vez puedas hacer que recobre su amor por la cocina.

—Mamá cocinaba todo el tiempo —comentó Zayn, mirando a su alrededor—. Siempre hacia torta de chocolate cuando sabia que Harry iria a casa, por eso él siempre la pide.

—¿Que edad tenias cuando tus padres se divorciaron? —pregunto lo más sutil posible.

—No sé. —se encogio de hombros—. No me acuerdo, ella se fue un día hace tiempo pero no recuerdo cuanto.

—¿Que pasó luego de que ella se fue?

Zayn se estremeció en sus brazos—. Papá se enojo. —susurró—. Aun no tenia su baston pero tambien me dolió mucho.

—¿Que tan pequeño eras? —presionó suavemente.

—Yo entraba de pie bajo la mesa —dijo luego de un momento, con el ceño fruncido—. Corrí por allí pero él era más rapido y me atrapo.

—¿Y luego?

La respiración del moreno comenzó a agitarse mientras miraba a su alrededor—. ¿Puedo cocinar? —susurró—. Harry vendrá, debo hacer la torta.

Liam lo apretó suavemente contra su pecho y beso su cabeza—. Soy un asco en la cocina pero puedo ayudarte si quieres.

—Si, me gustaria.

Sonriendo, bajo al chico de la mesada y lo ayudo a buscar los ingredientes. Pasaron los siguientes veinte minutos rebuscando en los armarios por las cosas necesarios, ya que Liam estaba igual de perdido que el moreno en cuanto donde se encontraban las cosas.

—Revuelve —pidio Zayn, pasandole un bol con mezcla a Liam. El castaño comenzo a batir sin preocuparse hacia donde, logrando que el moreno soltara un grito ahogado—. Así no.

—Estoy batiendo, me dijiste que lo mezclara. —señalo, deteniendose.

—Te dije "revuelve" no "bate" —le quito el bol—. Son dos cosas distintas.

—¿Que tienen de distinto? —preguntó confundido—. Los ingredientes se mezclan, ¿cual es la diferencia?

—Puse polvo de hornear allí, si lo bates hacia cualquier lado la torta quedara baja, siempre debe ser hacia el mismo lado —explico—. No sé porque pero es así.

—Bien, lo siento, no lo sabia.

—No lo sabes porque eres un burro. —susurró, logrando que la boca de Liam se abriera en shock. Acercandose al moreno, lo abrazó apretadamente y gruño contra su cuello—. Liam, no.

—¿A quien le dijiste burro, pequeño mequetrefe? —mordisqueo la piel de su hombro suavemente, logrando que el menor riera, revolviendose en un intento de escapar.

—Liam —rió—. Tu barba pincha.

Eso solo logró que el castaño resfregara más su rostro contra él—. Oh, ahora soy un cactus. Que feo, Zayn, que feo.

—No eres un cactus —aseguró—. Eres lindo, ya basta, me quedo sin aire. ¡Li!

—Pobre bebé —Liam besó su cuello.

Pasos de tacones se escucharon en el lugar antes de que Karen Payne entrara a la cocina y los mirara. Liam la vio sobre su hombro, logrando que Zayn tambien se volteara para ver quien habia entrado. El moreno se estremeció en sus brazos y el mayor sabia que estaba esperando un ataque.

—Hey, mamá —dijo pasando sus manos por los costados del más pequeños—. Estamos haciendo una torta de chocolate.

—¿Tu? ¿Cocinando? —Karen elevó una ceja.

—¿Por qué te parece tan raro? —jadeo, haciendose el ofendido—. Yo puedo cocinar.

—Cariño, yo te tuve —señalo—. Tu serias capaz de lanzarte en medio de una horda de zombies come cerebros antes de tener que acercarte a una cocina.

Una pequeña risita cantarina, hizo que el castaño bajara la mirada para mirar a Zayn quien se cubria la cara en un intento de ocultar su risa—. ¿Te estas riendo de mi, pequeño? —le hizo cosquillas, logrando que el moreno se carcajeara—. Pequeño atrevido.

—No, no me rio de ti, no lo hago —aseguró entre jadeos, intentando alejarse de las manos del más grande.

Liam se detuvo cuando vio que realmente comenzaba a quedarse sin aire. Beso su sien—. Bien, quiero creer que no estabas riendote de mi.

—Hola, Zayn —la voz de Karen diciendo su nombre, logró que Zayn se detuviera de golpe y se inclinara un poco para poder ver a la mujer por un lado de Liam. Aun manteniendo parte de su cuerpo oculto detrás del castaño.

—Hola. —susurró con los ojos enormes.

—Siento haberte asustado más temprano —se disculpo—. Es que no he tenido muchos... encuentros amables con tu familia.

Liam observó al chico de cerca, midiendo su estado de animo. Zayn solo se mordió el labio y asintió suavemente—. Yo tampoco. —se movió sobre sus pies, acercandose más al pecho del mayor—. ¿Ya no esta enojada conmigo?

—No estaba enojada contigo —explico con suavidad—. Estaba preocupada y reaccione mal, lo siento.

Zayn parpadeo—. Esta bien —musito con el ceño levemente fruncido—. No fue tan malo, no dolió.

—¿Que quieres decir con que no dolió? —preguntó Karen un tanto alarmada.

Eso logró que Liam la mirara confundido, preguntandose cuanto exactamente le habia explicado su padre. Al parecer, el hombre se habia salteado un par de detalles en su relato.

—Mamá, Zayn estaba preocupado porque te enojaras con él por usar tu cocina —intercedio Liam—. ¿Verdad que no lo estas?

Karen sacudio la cabeza con suavidad—. No, por supuesto que no —aseguró—. Puedes usar la cocina cuando quieras, Zayn.

—Gracias. —susurró, volteandose para seguir haciendo lo que estaba haciendo con el bol.

La mujer aprovecho ese momento para hacerle una seña confundida a Liam. Esto hizo lo único que se le ocurrio. Acercandose a Zayn, colocó una mano en su cadera y subio la tela de su propia camiseta, la cual le quedaba enorme al moreno, y dejo a la vista las feas cicatrices que cruzaban su espalda. Sin preguntarlo, Liam sabia que habian sido producidas con el baston del que el pequeño le habia comentado.

Karen se cubrio la boca cuando un jadeo escapo de sus labios, las lagrimas hicieron brillar sus ojos mientras miraba al pequeño chico, quien permanecia ajeno a lo que sucedia sus espaldas. Dando un paso al frente, le dio una sonrisa tranquilizadora a Liam.

—¿Quieres que te ayude en algo, Zayn? —preguntó con dulzura extrema.

El moreno parpadeo hacia ella, mirando a Liam brevemente, buscando la aprobacion del mismo antes de volver a la mujer—. ¿Puedes derretir chocolate? —pregunto—. Siempre la cubro con chocolate.

—Puedo hacer eso. —aseguró, apresurandose a realizar la tarea.

Liam sonrio contra el cabello de Zayn, observando a su madre arrojar su fina chaqueta a un lado para ponerse a cocinar. Oh si, miss Karen Payne habia adoptado un nuevo polluelo y tenia la impresión de que seria una fiera con él en poco tiempo.

Zayn conoceria lo que era el verdadero amor de familia pronto.

Stockholm Syndrome |Ziam|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora