Capítulo 14

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Tuve que pasar una semana más en el hospital antes de que me dieran el alta debido a un fuerte dolor que sentía en mi espalda. Esos días tuve que caminar un poco para recuperar la movilidad en mi cuerpo.

Félix estuvo en todo momento a mi lado sin soltar mi mano, eso se lo agradecí mucho.

Fui dado de alta.

Cuando llegamos a casa, Jisung dio la idea de festejar que Lix y yo por fin estábamos juntos. MinHo preparó la barbacoa y MoonBin los aperitivos, los demás colocaron las mesas y las sillas en el patio. Traté de ayudar, pero no me dejaron hacer nada.

Mi vista fue a parar a Félix, él ayudaba a EunWoo y JeongIn a traer los casos y las bebidas mientras conversaban. Al parecer se sintió observado, porque miró en mi dirección y me sonrió antes de caminar hacia mí.

—¿Necesitas algo?—tomó asiento a mi lado.

—De hecho, quiero hablar contigo. Siento que si no lo hago no podré estar tranquilo.

—Entiendo, ¿te parece si hablamos dentro?

Asentí, y él me ayudó a levantarme. Mis piernas aún no recuperaban del todo su fuerza, por suerte con el tiempo lo harían.

Nos sentamos en el sofá, los chicos salieron a ayudar para dejarnos solos.

—Yo... primero que nada, quiero decirte que jamás te engañé con Lenna, ni pensé en dejarte para estar con ella.—comencé a decir—La razón por la que me junté con ella fue para dejarle en claro por qué estoy contigo. No sé cómo consiguió mi número, no quise darle importancia a sus mensajes. Es por eso que no los contestaba, pero te vi a ti desanimado y BangChan me dijo que era a causa de las palabras que Lenna te decía. Defendiste nuestra relación y era mi turno de hacerlo.—dije agitado—Nos llegó a todos un mensaje con una foto tuya; en ese momento ideé un plan rápido.—en ningún momento apartó la mirada—Te drogaron Lix, e intentaron violarte frente a mí.—dije sintiendo nuevamente esa rabia y desesperación al recordarlo—Cuando logré sacarte, corrí contigo en brazos, por lo que no me percaté que alguien venía siguiéndome. Los chicos lograron llevarte en la furgoneta, me enfrenté a JaeBum; sin embargo, ya estaba herido, JeongIn logró detenerlos y sacarme de ahí.

Esperé una respuesta de su parte; sin embargo, al cruzar mi mirada con la de él me sorprendió verlo llorando.

—Todo lo que pasaste fue mi culpa, ¿cómo puedo no sentirme culpable? Si solo... te hubiera esperado para hablar...no habrías tenido que arriesgarte.

—Lix, escúchame.—le pedí sosteniendo su rostro entre mis manos, secando sus lágrimas—Volvería a hacerlo, y lo haría porque te amo. Desde que te conocí no soporto la idea de verte herido ni que alguien te lastime, me arriesgaré si es necesario para protegerte.

—¿Lo dices en serio?

—¿He roto alguna de nuestras promesas?—negó, besé sus mejillas y sus labios, logrando calmar su llanto. Me aseguré que cada rastro de lágrimas.

Nos pusimos de pie saliendo al patio, encontrándonos con los chicos esperándonos.

—HyunJin.—me llamó apretando mi mano.

—¿Qué pasa bebé?

—También te amo.

—Lo sé cariño.—le respondí devolviéndole el apretón.

Salimos a disfrutar con los chicos, hasta la noche, en dónde nos contábamos historias o escuchábamos música.

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Los meses pasaron y por fin llegó diciembre. La nieve cubrió por completo las calles, la gente iba de un lado a otro por las calles de HongDae comprando regalos.

You Saved Me When Nobody Else DidDonde viven las historias. Descúbrelo ahora