Flowerfang Week

Soulmates

Cada vez que tu alma gemela te miente, aparecerá en tu piel.

Resumen: Luego de los eventos ocurridos tras derrotar a La Mancha, Miles y Miguel se han vuelto cercanos. Lo suficientemente cercanos como para que Miguel vea las palabras que hay en la piel de Miles.

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Si alguien le decía que, cinco años después de que Peter Parker de la dimensión 1610 muriera al salvar a un niño llamado Miles Morales por una araña de otra dimensión y se haría amigo suyo, lanzaría al graciosito desde lo alto del complejo arácnido para visualizar si aquello le hacía gracias a él también.

Por supuesto, no esperaba que aquello se hubiera hecho realidad más temprano que tarde y, cuando tuvo una noción sobre lo que estaba sucediendo, se hallaba celebrando el cumpleaños del joven en compañía de varios compañeros arácnidos y los padres del Morales.

Le costaba admitirlo, pero el menor había resultado ser una compañía más... tolerable que muchos miembros de la Sociedad Arácnida; a pesar de su constante reticencia a ser mandado anexado al comportamiento juguetón tan típico de los Peter Parker, Miles resultó ser un mejor compañero de misiones de lo que esperaría y prontamente se volvió un visitante recurrente en su oficina, jugando, dibujando y comiendo en su sillón mientras él trabajaba.

No sabía cómo ni por qué, pero la presencia del Morales le agradaba, le hacía sentir tranquilo la mayor parte del tiempo y, aunque las disputas no dejaron de ocurrir, siempre acababan más temprano que tarde con alguno de los dos (aunque fuera increíble) trayendo una ofrenda de paz que los haría olvidar lo sucedido.

Era tan extraño como su instinto anhelaba a Miles de una forma que le hacía sentir... aterrorizado; jamás había sentido algo igual, era algo desconocido para él y aún así, seguía buscando más y más; aquello no era algo físico o sexual, no, aquello iba más allá del mero contacto.

Cómo si su ser entero quisiera estar a su lado.

Sonaba tonto y lo guardaba para sí, porque sentía que si se atrevía a externar lo que pasaba por su cabeza, lo último que recibiría de Miles es una respuesta similar; de sólo imaginar su rostro deformado en disgusto y sus manos ásperas pero a la vez tan cálidas, lo empujaran y soltará palabras hirientes le hacían retroceder siempre.

Y tal vez eso fue lo que causó que, por primera vez en años siendo Spiderman, su enfoque fuera en otro lugar y terminará cayendo junto con Miles de varios metros de altura. Siseó de dolor al oír un par de huesos crujir al terminar rodando lejos de Miles, en vez de proliferar algún insulto o algo más, se levantó y corrió a verificar el estado del joven, quien había recibido la mayor parte del impacto.

— Creo que veo a mamá Coco, Miguel — Bromeó el menor haciendo una mueca.

— ¿Por qué tomaste todo el impacto, mocoso?, ¡pude haberlo aguantado mejor que tú! — Verificó su estado de forma visual sólo para notar que su brazo no estaba en el lugar donde debía de estar.

— Porque eres mi amigo fiel — Respondió Miles, sonrió de lado, esa era otra de las razones por las cuales nunca le diría lo que sucedía en su cabeza, el chico lo consideraba su amigo, tal vez estaba en un puesto más alto que el mismo Peter (por la forma en que este llegó un día a quejarse de que estaba lavándole el cerebro a Miles),

Tomó el brazo del joven y lo dobló oyendo el grito de Miles por haber reacomodado de golpe su brazo fracturado, sintió como lo pateó varias veces y fingió que le dolió.

Sólo un poco.

— ¡Carajo, Miguel!

— Lenguaje.