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____ Bonnet.

Antes de que sonara la alarma del celular desperté. Eran las seis y media de la mañana y apenas había dormido cuatro horas. Me dolían todos los músculos, pero no importaba, me sentía llena. Habíamos pasado nuestra primera noche juntos con un aprobado de sobresaliente.

Miré a un costado y pude ver que Aidan me tenía presionada contra su pecho. Sonreí queriendo estar así todo el día, pero no podía, el deber me llamaba...

Como no tenía tiempo para ir a casa a ducharme y cambiarme de ropa, entré al cuarto de baño y me di una ducha rápida.

Cuando salí de la ducha vi que él seguía durmiendo como un tronco. Recogí mi ropa del suelo y volví a entrar al baño para vestirme.

Aún con el albornoz de Aidan puesto, tarareé en voz baja una canción mientras me secaba el cabello con una toalla, y cuando gire para colocar la toalla en la barra de metal, me encontré con un Aidan apoyado en la puerta, mirándome atentamente, junto a esa sonrisa tan suya. Se acercó lentamente a mí y me dió un corto beso en los labios.

- Buenos días, cariño. Parece que te has levantado contenta. -

- Así es, cansada pero muy contenta. -

- Me alegro, eso quiere decir que ayer no hice nada mal... - Murmuró orgulloso de sí.

- Eres un creído, ¿Lo sabías? -

- ¿En serio? - Inquirió, haciéndose el ofendido.

- Sí, pero para ser sincera, que esté así es gracias a ti. El mérito es tuyo. - Sonreí ligeramente.

- Eres una mujer increíble, ____. - Dijo, abrazándome por la cintura, para luego apartar un mechón húmedo de mi cara. - Eres preciosa, inteligente, simpática... Tienes todo lo que un hombre podría desear, y ahora eres toda mía. - Terminó de decir y me besó, apretandome contra su cuerpo, convencido de lo que estaba diciendo. Sus dedos hábiles deshicieron el nudo del albornoz y deslizó sus manos por mi cuerpo. -  Te deseo ahora. -

- Tengo que ir a trabajar, Aidan... - Respondí contra sus labios.

- ¿Comemos juntos? - Preguntó resignado.

- No puedo, he quedado con July. -

- ¿Y esta noche? -

- Ya veremos. - Dije haciéndome la Interesante y él sonrió. - Ahora sé un niño bueno y deja que termine de vestirme y arreglarme para ir al trabajo. - Lo empuje hacia la puerta.

Salió arrastrando los pies, quejándose como un niño. Cerré la puerta y me apoyé contra esta suspirando.

Lo amaba...

Y sin poder evitarlo me pregunté, "¿Qué puede pasar?" Decidí no responder, prefería esperar a que el tiempo me diera la respuesta.

Ya vestida, con el cabello recogido y con un poco de maquillaje, salí del baño. Aidan estaba junto a la ventana hablando por teléfono, y traía puesto un boxer negro que hacía que se le marcara TODO. En cuanto me vió puso la mano sobre el celular.

- ¿Te da tiempo para desayunar? -

- No, es tarde. - Dije y asintió para volver a la llamada.

Recogí la americana que colgaba del respaldo de una silla y me la puse. Aidan terminó de hablar por teléfono y se acercó a mí.

- ¿En serio no puedes quedarte a desayunar? -

- En serio, no quiero llegar tarde. -

- Es una pena, acabo de pedir tortitas con sirope de chocolate, jugo de naranja y café, ¿Seguro que no quieres probar esas tortitas? Te aseguro que están deliciosas. -

Mi adicción | Adaptación AG『+16』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora