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____ Bonnet.

Desde mi posición podía observarlo sin ser vista. La piscina se fue llenando de poco a poco y delante de mí, había una pareja que me tapaba ligeramente con su sombrilla, y gracias a eso podía verlo tranquilamente. Lo que me extrañaba, era que si él estaba trabajando, no llevaba un uniforme, aunque en realidad era mucho mejor así, porque esos pantalones le sentaban muy bien.

Las chicas que habían se acercaron a hablarle. Tendrían unos veinte años más o menos, o la edad de él. Todo iba a "bien", hasta que una de ellas, quien era rubia con un cuerpo impresionante le coqueteó descaradamente. Colocó una mano sobre su hombro y él le sonrió. Era esa sonrisa pícara que tanto me gustaba, y que por lo visto, no solo me dedicaba a mí, cosa que me molestaba.

¡Oh mierda! La pareja que me tapaba empezó a cerrar la sombrilla. "No hagan eso, no lo hagan" pedí en mis adentros, pero al final de todo lo hicieron, recogieron y se fueron, quedando totalmente expuesta, ya que no tenía nada que me protegiera para seguir con mi visión libremente. Saqué un libro de mi bolsa y disimulé para no quedar tan obvia.

Después de un rato seguía hablando y riendo con aquellas mujeres, cosa que me ponía cada vez más molesta. Sabía que él no me pertenecía pero, no podía evitar sentir ¿Celos? Me removí en la hamaca incómoda. Me molestaba que les estuviera prestando tanta atención. Luego de unos segundos una idea cruzó por mi mente "¿Y si yo me dejo ver? ¿Me prestará la misma atención?".

Dejé el libro en la hamaca y me puse de pié, lentamente me quité el pareo que llevaba anudado a la cintura, lo dejé caer al suelo y me encaminé a las duchas para refrescarme. Como traía puestas las gafas de sol, alcé la cabeza para no mojarme el cabello, ni la cara.

El agua fría cayó sobre mi cuerpo y me moví de un lado a otro para mojarme bien. Disimuladamente lo miré de reojo para ver si había captado su atención, y para mi sorpresa fue así, pero no solo me miraba él, sino que también aquellas chicas.

Cerré el grifo y moviendo las caderas regresé por el mismo camino. Sabía que seguía mirándome, aunque no lo veía, simplemente lo notaba por el cosquilleo en la espalda, ese que solo su mirada me provocaba. Me senté en la hamaca, me sequé las manos con una toalla, tomé el libro y me lo puse delante de la cara para ocultar la sonrisa triunfal que llevaba en el rostro.

Espere un tiempo prudente para levantar la vista, pero cuando lo hice él ya no estaba. Dejé el libro a un lado y cerré los ojos. Que rato más bueno había pasado...

Estaba punto de quedar dormida, cuando una voz grave y profunda me susurró al oído.

- Lo que has hecho antes, ha sido muy, pero que muy sexy, ____, me has calentado muchísimo, pero eso tú ya te lo imaginas, ¿Verdad? - Me quedé inmóvil con la respiración entrecortada. - Lo malo es que el paseo no era solo para mí, pues habían muchos ojos puestos en ti. - Dijo y se me secó la boca. - Ellas te envidian, y ellos; te desean, al igual que yo. - Susurró.

- ¿De qué carajos estás hablando? - Pregunté a la defensiva.

- Ya sabes de que hablo, no te pega hacerte la tonta. De todos modos te refrescaré la memoria. Hablo de tu exhibición en las duchas. - Me reí a carcajadas. Me encontraba nerviosa y creo que mi forma de actuar me delataba. Él me observó y me dedicó una de esas sonrisas pícaras, levantó una mano y se acercó para quitarme las gafas. - Así está mucho mejor, ____. - Oh, Dios... Susurró mi nombre de una manera que hacía que mis pezones se pusieran duros.

Mi nombre, tenía que saber quién le había dicho mi nombre.

- Mira niño lindo, no sé qué insinúas ni qué pretendes con ello pero, ¿Crees qué por qué he ido a refrescarme a la ducha me he exhibido para ti? Dios, no puedes ser más ridículo. - Me cruce de brazos y sonreí. - Tu ego es demasiado grande. Por cierto, ¿Quién te ha dicho mi nombre? -

Mi adicción | Adaptación AG『+16』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora