Slenderwoman

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(Slenderwoman tiene 2 historias así que escribiré las dos)

Origen
Recuerdo el aire suspirando en mi rostro y lo mucho que me gustaba la naturaleza. Me inspiraba en mi arte. Era una artista creativa y vivaz. Añoro esas épocas, pero sé que ahora sigo siendo feliz.

No puedo dormirme y eso es molesto. Quisiera poder soñar respecto a mi antiguo mundo. Era feliz, después de todo. Mi padre... él no vivía. Se murió en un accidente, tratando de salvar vidas, incluida la mía.todo. Es una de las cosas que prefiero olvidar y enterrar.

Un día, yo estaba en mi casa, sola, como siempre. Veía la televisión y eran las seis en punto. Estaban pasando una comedia mientras yo comía una ensalada de tomate y lechuga. Amaba las ensaladas, ahora no debo comer nada.

De pronto, alguien tocó el timbre. Rezongué unos minutos, dejé mi ensalada casi terminada en la mesa y fue a atender. Al momento de abrir la puerta, un hombre anciano, estaba en mi puerta observándome.

- ¿Quiere algo?- Le pregunté, pero no respondió.

Le cerré la puerta y esperé asustada a mi madre. Ella no volvía ni cogía el teléfono. Empecé a pensar lo peor, que ese hombre que estaba en mi puerta le había hecho algo. Miré por la mirilla y el hombre seguía ahí.

Estaba muy asustada y decidí llamar a la policía, sin embargo no había linea, me asusté, la habían cortado. Aun mas asustada, cogí un cuchillo y abrí rápidamente la puerta y apuñalé al hombre. Se calló instantáneamente y vi que tenía una jeringa con un líquido azul clavada en el brazo.

De golpe una bolsa se puso en mi cabeza y sentí un pinchazo en el brazo, seguido de un sentimiento de que te metían algo en las venas. Lentamente mi vista empezó a nublarse y en unos segundos perdí la consciencia.

Me desperté poco después. Mi cuerpo había cambiado, lo notaba. Miré a mis lado, ya no estaba en mi casa, lo noté. 3 hombres con armas estaban allí, riéndose. Se reían como cerdos. Una furia me recorrió y de mi cuerpo, salió un tentáculo.

Atacó brutalmente a uno de los tres hombres que había allí, destrozando su cuerpo por completo. De pronto, de mi espalda salieron otros 3 tentáculos, que parecían disfrutar asesinando a los tipos negros. Me paré, intentando que mis pies no tocasen la sangre, pero fallé de inmediato: todo el suelo estaba manchado de un rojo profundo.

Alcé mi mano para poder tocarlo, porque por alguna razón me atraía, y lancé un gemido ahogado. Mi brazo era blanco como el mármol, frío, de apariencia frágil pero de carne fuerte, y largo... Como mi cuerpo entero. Jamás fui una chica muy alta, en realidad era baja, pero esto era demasiado anormal para fijarme en ello.

Corrí lejos de aquel lugar extraño y casi tenebroso. Estaba en un bosque y paré a descansar, aunque no sentía cansancio, sino confusión y angustia. De repente, un hombre alto y delgado, que se parecía curiosamente a mí, salió de los arbustos. No tenía rostro, pero en lugar de resultarme tenebroso y extraño, me pareció familiar y tranquilizador.

- No te haré daño, somos iguales.- Ten, ponte esto.- Y me tendió un vestido que era casi igual a un traje formal. Negro, con una camisa blanca y una corbata preciosa de color rojo sangre.

Me la coloqué entre los arbustos, mientras él esperaba. Yo no traía casi nada, salvo un vestido viejo y arrugado de un oxidado color blanco. Salí de las sombras y él me miró. Juro que hubiera sonreído, pero no tenía rostro con el que sonreír.

- Yo, yo, tengo miedo. No sé qué soy, y no sé quién eres.

- No te preocupes. Ya te lo dije: no te haré daño. No recuerdo mi nombre. Pero soy conocido como Slenderman.

-Yo soy ¿Soy Slender Girl? ¿Hay más como nosotros?

- No lo se, tal vez esos científicos que nos transformaron en lo que somos crearon mas mounstros, pero yo y, ahora tu también, tenemos la obligación de proteger el bosque. Y tratar de no asesinar, es el instinto que han incluido los científicos. No temas el bosque, pues será tu único refugio.

Y se fue, dejándome sola por completo.

Historia:
Era una noche bastante oscura, en la que la luna brillaba de un tono rojo sangre. Los árboles eran tan altos y tan abarrotados de afiladas ramas, que parecían ser sombras imponentes al acecho por mí. Estaba asustada y muy confundida, no recordaba absolutamente nada de lo que había pasado anteriormente, o como si quiera había llegado a las profundidades de ese frío y espeluznante bosque.

Estuve caminando durante mucho tiempo, con mi cuerpo que se sentía vacío y ligero, atravesando los lagos y praderas de las zonas, y es entonces como en uno de estos lagos, sin querer; vi mi reflejo, que mostraba una versión de mí totalmente diferente, con cabello totalmente negro y largo, y un rostro totalmente carente de expresión alguna, pues no tenía cara.El horror se apoderó de mí, pero extrañamente, me acostumbré a mi nueva realidad, mientras tocaba mi cara, sin sentir efectivamente, rastro de ojos, nariz o boca. Esto era extraño teniendo en cuenta que aunque dificultosamente, podía respirar y ver, y en ese momento me di cuenta un nuevo detalle, yo poseía una ropa diferente a la que normalmente usaba, y no recordaba que prendas traía antes, pero tampoco recordaba haber visto este traje negro tan ajustado en mi vida.

Estaba segura de no haber comido durante mucho tiempo, pero eso ya no era necesario pues no sentía ningún rastro de hambre. Pronto comencé a sentirme como en casa en ese bosque, siempre me han asustado esas zonas desérticas y lúgubres, pero por primera vez, un sentimiento de seguridad y amor, rondaba dentro de mí al observar con detenimiento cada hoja seca en el suelo, y pronto, aquellos árboles con formas humanoides que antes me causaban incomodidad, se hicieron mis amigos, pues en ellos yo muy fácilmente podía esconderme.

En un momento, Sentí como un deseo incontrolable de buscar a alguna otra persona me poseyera, así que me dirigí a los costados de una carretera, y me escondí en los arbustos. Allí vi un auto acercarse desde lo lejos, así que me lo mantuve mirando, y cuando estaban lo suficientemente cerca, salí de los arbustos y me paré en frente, a lo que el auto salió disparado a un costado, yéndose a lo profundo del bosque.

Cuando yo fui por el auto, me di cuenta que los que estaban allí metidos, se comenzaron a escapar malheridos, y yo sin poder permitir eso, los perseguí a cada uno y con unos extraños tentáculos que me salieron de la espalda, los destrocé con un intenso sentimiento de alegría y satisfacción. Terminado esto, no podía creer lo que había hecho, y entonces me di cuenta que del auto, salía otra persona, la cual había quedado sola e inconsciente por el accidente.

Me di cuenta que era una chica, y que estaba bastante confundida, al igual que yo en mis primeros instantes en aquel bosque. Comenzó a gritar en busca de sus acompañantes los cuales supe eran su familia, y entonces, aproveché para acercarme temerosa, y en ese momento, aquella chica me vio y aunque al principio se quedó estupefacta con mi presencia, luego pareció no importarle y solo preguntó por mi nombre."Mi nombre es Slenderwoman", dije con una voz espectral sin saber por qué lo había dicho en primer lugar. Y en esto, aquella chica me dijo "Mi nombre es Alondra, pero prefiero que me llamen Alo. Mucho gusto, amiga". Con esas palabras, quedé pasmada al ver que esa niña no me veía como un monstruo, y entonces la tomé de la mano, y mientras hablamos mucho más sobre nuestras desconocidas identidades, es que desaparecimos en medio de la neblina de la noche, que en ese momento comenzaba a invadir, tragándonos a lo profundo de las oscuridades.

Investigación Creepypastas 2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora