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Keizo:─asiente con la cabeza─ Ella tiene razón, Shin, además ten en cuenta que Yuki ya no es ninguna niña.

Takeomi:─secunda la moción─ Sí, no mezcles tus sentimientos con nuestros negocios, Shinichiro.

Shinichiro:─voltea a mirarlos con el ceño fruncido─ ¿Es en serio?

Keizo:─se encoge de hombros, recostándose en el sofá─ Yuki, tienes todo mi apoyo.

Wakasa:─suspira, negando con la cabeza─ Benkei, eso no ayuda mucho.

Takeomi:─asiente con la cabeza, apoyando la cabeza en el hombro del moreno─ El mío también.

Wakasa:─los mira con desaprobación─ Parece que ustedes dos disfrutan al ver a estos dos pelear.

Takeomi:─sonríe con picardía─ Sí, mucho.

Yuki:─alza una ceja, incrédula─ En fin, tú mismo me lo dijiste, Shinichiro, familia es familia y negocios son negocios.

Shinichiro:─murmura, derrotado─ ...mierda...

Keizo:─sonríe con sorna─ ¿Por qué no me sorprende?

Takeomi:─niega con la cabeza, decepcionado─ Así que era por eso... Qué idiota eres, Shin.

Wakasa:─le da un suave golpe en la cabeza─ Eres un idiota para decirle eso.

Shinichiro:─se queja, sobándose la cabeza─ Oye, ¿por qué de repente haces caso a mis consejos? Normalmente me ignoras.

Yuki:─se encoge de hombros, tomando asiento nuevamente─ Solo hago lo que me conviene.

Takeomi:─asiente en señal de aprobación, deslizándose con comodidad al regazo del moreno, y le da un beso juguetón en la mejilla─ Lo puedo ver, me gusta eso. Tú sí usas la cabeza, no como el señorito "soy tu hermano mayor, no puedo hacer eso".

Keizo:─asiente, afirmando su comentario con una sonrisa, mientras posa sus manos sobre las caderas de Takeomi─ Sí, sí, me gusta tu forma de pensar, niña.

Wakasa:─hace una mueca de disgusto─ No se pongan empalagosos, idiotas.

Shinichiro:─suspira con irritación─ Pídeme otra cosa, Yuki. Cualquier cosa que quieras te la daré, pero eso no.

Yuki:─chasquea la lengua con fastidio─ Mejor hablamos de eso luego.

Shinichiro:─se levanta de golpe, alterado─ No, resolvámoslo todo aho-.

Wakasa:─rápidamente se levanta y lo toma de los hombros, obligándolo a sentarse de nuevo en el sofá, mientras le cubre la boca con una mano─ Me parece bien, Yuki, así podremos resolver esto más tranquilos ─dice con suavidad, inclinándose para dejar un beso en la coronilla del mayor, intentando calmarlo─.

Yuki:─se levanta de su asiento─ Si es todo, me iré a mi habitación.

Wakasa:─asiente con la cabeza, y baja su mirada al pelinegro, aún sosteniéndolo de los hombros─ Shini, cálmate, nada ganas poniéndote así.

Takeomi:─levanta la voz con sorna─ Oye, precioso, no sé si te diste cuenta, pero el pobre hombre no podrá responder hasta que le quites la mano de la boca.

Wakasa:─retira lentamente la mano de la boca del mayor, pero mantiene el agarre firme en su hombro, como asegurándose de que no vuelva a interrumpir─ Shini.

Shinichiro:─suspira, resignado, dejando caer los hombros con cansancio─ Sí, lo sé, Waka. Casi lo arruino, no me regañes ─lanza una mirada de reproche a sus amigos, aunque su tono es más de fastidio que de enojo real─ ¡Ustedes dos dejen de hacer eso!, mis hermanos pueden entrar en cualquier momento.

𝐀𝐍𝐈𝐌𝐀 │𝐑𝐚𝐧 𝐇𝐚𝐢𝐭𝐚𝐧𝐢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora