﹉039﹉

23 1 2
                                        

Beom:Si, por favor, cierra la boca, de verdad me harías un enorme favor.

Hae-ryong:¿En serio se les olvida que soy el mayor aquí? —pregunta, arqueando una ceja con sorna—.

Hae-Won:No, Ryong, claro que lo sabemos.

Hae-ryong:¿Y...?.

Beom:Y simplemente lo ignoramos porque es divertido molestarte.

Ji-Ho:—aclara la garganta, removiéndose incómodo en el asiento—. Oye, Hae-Won...

Hae-Won:¿Sí?.

Ji-Ho:¿Me podrías explicar por qué estás aquí? O sea, ¿por qué permitiste que Beom hyung me trajera a la fuerza? Pensé que eras diferente.

Hae-ryong:—alza una ceja—. Pero, es mujer ¿de verdad creíste que una mujer sería diferente? —niega con la cabeza—. Pobrecito, seguro te han engañado muchas veces.

Hae-Won:—sonríe con calma ignorando por completo a su hermano mientras estaciona el auto— Fui yo quien dio la orden de que te secuestraran, Ji-Ho.

Ji-Ho:—frunce el ceño con intensidad, su mandíbula se tensa, aprieta los puños hasta que los nudillos se le ponen blancos— ¿Por qué tú harías eso?.

Hae-ryong:Porque es mujer, ya te dije, no confíes en ellas.

Hae-Won:Ryong.

Hae-ryong:Mande.

Hae-Won:Ya llegamos.

Hae-ryong:—salta del auto en cuanto Hae-Won apaga el motor— ¡MI VIDA! —grita, entrando a la mansión a toda velocidad—.

Ji-Ho:Hae-Won, por favor responde a mi pregunta.

Hae-Won:—pone los ojos en blanco con fastidio, voltea a ver al mayor—. Porque tengo planes en mente para tu adorado padre, precioso. Quiero verlo retorcerse para mí, que suplique de rodillas para que deje libre a su posesión más preciada, o sea tú.

Ji-Ho:¿Pero por qué me usas a mí? Yo no tengo nada que ver en esto.

Hae-Won:No te haré daño, sólo te mantendré encerrado en mi casa. Vamos.

Ji-Ho:Per...

Beom:—agarra la mano de Ji-Ho y lo saca del auto a rastras, sin darle tiempo a reaccionar—. Tú vienes conmigo, mocoso.

Ji-Ho:—trata de zafarse del agarre del mayor— Por favor, no me hagas esto tú también, hyung.

Beom:—una sonrisa ladina se dibuja en su rostro, disfrutando visiblemente de la resistencia del menor—. ¿Hacerte qué? Estoy siguiendo órdenes, bonito.

Hae-Won:—enarca una ceja con estudiada indiferencia, recostándose contra el capó del auto, observando la escena con fastidio—.

Ji-Ho:—suelta un suspiro tembloroso— Pensé que yo era importante para ti, pero veo que no.

Beom:—deja salir una carcajada, tomando las muñecas del más pequeño con fuerza— Me sorprendes cada vez que abres esa bonita boca para hablar.

𝐀𝐍𝐈𝐌𝐀 │𝐑𝐚𝐧 𝐇𝐚𝐢𝐭𝐚𝐧𝐢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora