𝟒| 𝐏𝐄𝐑𝐅𝐄𝐂𝐓𝐀𝐌𝐄𝐍𝐓𝐄 𝐏𝐄𝐑𝐅𝐄𝐂𝐓𝐎

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CAPÍTULO 4

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CAPÍTULO 4

PERFECTAMENTE PERFECTO

𝕺𝖒𝖓𝖎𝖘𝖈𝖎𝖊𝖓𝖙 𝖓𝖆𝖗𝖗𝖆𝖙𝖔𝖗.

Alexander había llegado tan rápido como pudo hasta el hospital infantil central, salió enfurecido de la sección de internos, dando un golpe con la puerta. —¡¿Por qué mierda no me avisaste?!

—No pensé que fuera para tanto... discúlpame —sintió la sangre hervir ante tan tonta respuesta. ¿Su ex se estaba disculpando con él por haberle dado un alimento alérgeno a su hijo y no con su propio hijo? ¿Qué había pensado?

—¡Te disculpas porque acabó en el hospital! ¡Estoy seguro de que si no hubiera acabado aquí ni siquiera me lo hubieses dicho! —su vista divagó por la sala de espera y al notar que algunos desconocidos estaban al pendiente de lo que decían, tomó a la mujer de la muñeca y la llevó hasta la sala dónde se encontraba el menor aún con anestesia. —Sabes que es alérgico a las frutillas, ¿por qué le diste?

—Yo pensé que su alergia había acabado, porque... —pensó en qué decir. —Él ya creció, entonces... —. Tartamudeaba por cada palabra que emitía.

La mujer se sentía muy pequeña frente a Alexander y cada día se lamentaba por, según ella, haber dejado ir al amor de su vida. Lamentablemente eso era mucho más importante para ella que la propia salud de su hijo, su principal elemento por el cual continuar no era el niño al que había dado a luz, sino que lo era su ex pareja. Eso era lo que a Alex le daba rabia.

— No quiero ofenderte, Ally, pero ¿Acaso eres tonta? ¿Por qué su alergia tendría que haber desaparecido por haber crecido? —- Cuestionó como si fuera obvio, y lo era, por lo que suponía que quizá había algo más. —Dime la verdad, Allison.

La mujer sollozó antes de asentir. —Él quería comer frutillas y yo pensé que ya no tendría alergia... perdóname, Alex.

—No, no, no me llames Alex, ¿Sabes? Estoy pensando en si realmente es buena idea dejar que mi hijo siga viviendo contigo... ¡No puede ser que cada semana termine en el hospital!

Bajó su tono al ver que el menor se removía incomodo sobre la camilla, Alexander realmente sentía lástima, pues era tan pequeño y ya se había sometido a otra atención hospitalaria debido a algo estúpido, aunque fue algo rutinario, más no lo merecía.

Axel tenía solo seis años y era todavía muy pequeño para lograr ver algo más en su madre que no fuera el amor inmenso que tenía por ella, pero no podía comprender por qué su madre insistía en darle alimentos que no le gustaban y le hacían mal a su estómago. Iba mucho más allá de lo que su pequeña mente podía entender.

—¿Cómo estás, campeón?

El menor solo pudo asentir, pues había sido sometido a un lavado gástrico a través de una sonda y le dolía mucho la garganta de tan solo abrir la boca. Por su parte, la mujer solo se mantuvo lejos mirando a ambos. Según ella, observaba a los dos amores de su vida, cosa en no era en ninguno de los casos, no amaba a ninguno y no lo haría, eso estaba claro para ella. Amaba a Alex porque era él mismo supuestamente, pero no, estaba obsesionada con el físico y con las relaciones que este tenía con el ámbito laboral y "amaba a Axel" porque era el hijo de Alex, no por ser su propio hijo.

ADULT STAR ⁺¹⁸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora