Oneshots de Batman, Batifamily, Batboys y muchos mas que he recopilado a lo largo de los años.
ɴᴏ ꜱᴏʏ ʟᴀ ᴀᴜᴛᴏʀᴀ ᴏʀɪɢɪɴᴀʟ ᴅᴇ ᴇꜱᴛᴏꜱ ᴏɴᴇꜱʜᴏᴛꜱ, ᴘᴇʀᴏ ꜱᴏʏ ʟᴀ ᴛʀᴀᴅᴜᴄᴛᴏʀᴀ ᴀʟ ᴇꜱᴘᴀÑᴏʟ.
ɴɪɴɢᴜɴᴀ ᴅᴇ ᴇꜱᴛᴀꜱ ʜɪꜱᴛᴏʀɪᴀꜱ ᴍᴇ ᴘᴇʀᴛᴇɴᴇᴄᴇ ᴛᴏᴅᴀꜱ ꜱᴏɴ ꜱᴀᴄᴀᴅᴀꜱ ᴅᴇ ᴀᴏ3 ʏ ꜰᴀɴꜰɪᴄ...
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ᴛɪᴛᴜʟᴏ: Fall and fall
ᴀᴜᴛᴏʀ: Translations (Pomme_Empoisonnee)
ᴘÁɢɪɴᴀ: ao3
ʀᴇʟᴀᴄɪÓɴ: Dick Grayson/Clark Kent
ᴄᴇɴᴛʀᴀᴅᴏ: Dick Grayson
ɪɴꜰᴏʀᴍᴀᴄɪᴏɴ:El día que Batman no se lance por los aires para atrapar a Nightwing, lo hará Superman.
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El Chico Maravilla no estaba acostumbrado al fracaso, a diferencia de Nightwing que, con su traje negro y azul, se sentía derrotado combatiendo al mismo grupo de narcotraficantes que Batman y... Robin.
Jason Todd, el chico que había sabido rellenar el vacío que Dick dejó al lado del Caballero de la Noche. Si es que en verdad había dejado uno.
Ver pelear a un chico que usaba su vieja piel era doloroso, pero también admirable, y Dick se sorprendió un par de veces al dejar que su atención se fijara en él más de la cuenta, observando sus movimientos y escuchando la ira de sus exclamaciones.
Fue precisamente por esa falta de atención que uno de sus enemigos logró patearlo en el estómago, haciendo que cayera por el borde del edificio. En un parpadeo que duró una eternidad, contempló por el rabillo del ojo la indiferencia de Batman y el asombro de Robin.
Al caer a toda velocidad, tomó su gancho del cinturón y lo disparó, pero no acertó a ninguna superficie. ¡Mierda! Tomó aire por la boca, pensando en más opciones a velocidad Mach, pero, entonces, impactó contra un cuerpo tan duro como el concreto, haciendo que la espalda le doliera igual que si lo hubiera arroyado un tráiler.
— ¿No has oído lo peligroso que es arrojarse de lo alto de un edificio sin poder volar? —preguntó Superman, haciéndolo sonreír, a pesar de la pronunciada incomodidad de su cuerpo magullado.
En secreto, el alivio le robó el aire con más eficacia que la caída misma.
—Al menos a mí no me hacen introducciones estilo «¡es un pájaro, es un avión!» —bromeó, sintiendo la cara ligeramente caliente a pesar del gélido beso de la brisa inclemente.
Superman puso los ojos en blanco, risueño, y lo depositó en lo alto del edificio otra vez. Nightwing dejó de rodearle el cuello con los brazos y, con piernas temblorosas, se fijó en que la refriega había terminado: punto para el equipo de Gótica, al parecer.
Superman sonrió y le colocó una mano en el hombro, clara señal para decir «vamos a casa».
Ninguno se percató de la mirada furiosa de Batman.
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