la im(posibilidad) de dejarte ir.

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nos vimos por primera vez en capital, a unas cuadras de donde yo trabajo. hablamos casi por dos meses por instagram, siempre saltaba el plan de vernos pero yo siempre te terminaba poniendo una excusa para no ir como siempre le hago a todo el mundo, pero esa vez fui.
nos vimos en la 9 de julio, nos encontramos ahí y fuimos para tu casa. viajamos en subte, mientras pasaban las estaciones vos me contabas cosas sin sentido que parecían interesantes, hablabas un montón.
llegamos y me cocinaste, me hiciste los fideos con crema mas ricos que comí en mi vida y eso es mucho decir porque habia competencia con los fideos de mi vieja y mis hermanas.
miramos una serie que me habías mostrado un día atrás, era divertida y vos me habías contado que significaba mucho para vos así que lo apreciaba.
la pasé muy bien, me quedé a dormir y al otro día me fui desde tu casa al trabajo.
me olvide la campera.
hablando con catalina, le había contado como la pasé y ella estaba re feliz por mí ya que las ultimas experiencias que tuve habían sido un asco. sin embargo, pese a que la había pasado bien, no me habías gustado. es decir, no me veía con vos otro día más. pero me había olvidado la campera y volví. 
y despues volvi otra vez, y después otra. y asi fue como con el pasar de las semanas empecé a quererte. empecé a querer esas cosas que el primer día no me gustaban.

tengo que dejarte ir porque me duele estar con vos. yo sé que merezco algo mejor.
y me pregunto por qué me cuesta tanto irme si yo soy consciente de lo que merezco, si sé que soy una buena persona, carismatica y graciosa, que soy comprensiva y empatica, que soy bonita y, aunque tengas mis problemas, siempre busco la manera de que estos no me hieran a mí para no lastimar a quien tengo enfrente.
me pregunto por qué me cuesta tanto irme y supongo que es porque te quiero tanto. te quiero, nace de acá, justo ahora siento el cariño latiendo desde mis entrañas. te quiero, te juro que de verdad te quiero.

ahora yo te quiero y vos no me querés. 
decís que me querés, pero querer no solo se dice, se demuestra. y vos no me demostras más que no quererme.

estoy cansada de despedir gente, me pregunto si cuando creces te vas endureciendo y cada despedida duele menos hasta que te deja de importar. o me pregunto si cuando creces, dejas de meter a cualquiera en tu vida y eso reduce las posibilidades de una perdida.

no me tiene
creo que le gusta tenerme ahí,
como si yo fuera
una decoración
entre sus plantas,
su ropa,
los pelos de su gata,
la alacena de su cocina.
creo que le gusta no tenerme,
solo tenerme ahí
y yo no me tengo
ni ahí, ni acá, ni allá.
me perdí.
quedé incrustrada entre sus plantas,
su ropa,
los pelos de su gata,
la alacena de su cocina,
su vida.
no me tiene,
le gusta tenerme ahí,
pero no me tiene.
no quiere tenerme.
no me quiere.
y yo no me tengo
¿entonces dónde estoy?

escribí algo doloroso sobre vos. lo releo y lo releo con la esperanza de convencerme de que es tiempo de escribir cosas lindas y de que para eso te tenés que ir.

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