al día siguiente después de la primera vez que nos vimos fuimos a un lugar escondido entre galerías que vendían cosas antiguas.
era loquisimo porque en la calle estaba lleno de personas comprando, autos pasando, turistas conociendo la ciudad, gritos.
vos me enseñaste ese rincón entre todo el caos. el silencio entre tanto ruido.
nos sentamos y nos besamos.
respiré.
me sentía completamente en paz.
unas semanas después volvimos
a ese mismo lugar.
dijiste que querías leerme
y empezaste a leer un capítulo
de un libro que ya habías empezado.
era el tercer capítulo, yo no entendía nada, tampoco me importaba entender en sí
el libro. solo quería enfocarme en vos
sentado en nuestro rincón
con el quilombo de la calle
pero los dos en nuestra burbuja
y me leías
y leías bien
y tu voz daba énfasis en las palabras
y el sol te daba en el pelo
y yo te miraba
y sentía que el sol me estaba dando a mí.
ese sentimiento lo tenía constantemente a tu lado, digo
el sentimiento de
estar siendo iluminada por el sol
si es que te estaba viendo.